La infraestructura petrolera de Iraq ha sufrido más de 100 atentados desde que Estados Unidos y sus aliados invadieron este país en marzo de 2003, según fuentes iraquíes y estadounidenses. Frenar esos ataques es la prioridad del gobierno interino.
Las exportaciones de petróleo son ahora la única fuente de ingreso para Iraq, con 50 por ciento de desempleo y una deuda aproximada de 100.000 millones de dólares.
Los blancos de los atentados incluyen oleoductos, oficinas administrativas, instalaciones off-shore y camiones cisterna.
El ataque el fin de semana pasado a un oleoducto en el sur de Iraq generó columnas de humo y enlenteció el suministro. También sufrieron atentados una tubería petrolera 150 kilómetros al norte del puerto meridional de Basora, y otra en la región desértica de Nahrawan, 30 kilómetros al este de la capital, la central Bagdad.
Según las autoridades, los ataques no han reducido el nivel de las exportaciones previas a la guerra, cuando Iraq producía 2,5 millones de barriles por día y exportaba 1,8 millones de barriles diarios. La demanda mundial este año ronda los 82 millones de barriles diarios.
La industria petrolera iraquí ha aprendido a funcionar pese a los trastornos. ”Es todo un sistema”, destacó Norm Szydlowaski, un consultor de la industria designado por la administración estadounidense.
”Existe cierta capacidad de ajuste, de traer los barcos un poco más tarde, retenerlos un tiempo más, o de almacenar crudo mientras esperamos las reparaciones ”, explicó a IPS.
”Es importante que la industria se esfuerce por ser tan ágil como pueda, usando tanques, líneas alternativas u otros medios de transporte”, agregó Szydlowaski.
Pese a la situación de seguridad, el Ministerio de Petróleo sigue determinado a alcanzar su objetivo de producir tres millones de barriles diarios para fin de año.
Durante la invasión del año pasado, las fuerzas del presidente Saddam Hussein prendieron fuego a siete de los 1.500 pozos petroleros estimados de Iraq, una cifra mucho menor de la que habían calculado funcionarios de Estados Unidos.
Las autoridades de la ocupación se esfuerzan por proteger el sistema de oleoductos de 7.000 kilómetros de los saqueos y actos de sabotaje, de modo de poder sostener la producción y la exportación.
Los pozos petroleros alimentan tres grandes refinerías en Basora, Bagdad y Baiji, al noreste de la capital. Según funcionarios de gobierno, el aumento de la eficiencia de estas refinerías ayudó a atender la creciente demanda nacional.
La mayor parte del crudo procede de los yacimientos del sur. Un tercio tiene origen en los alrededores de Kirkuk, al norte de Bagdad.
El oleoducto que va desde Kirkuk hasta el puerto turco de Cehan ha permanecido fuera de uso mucho tiempo debido a sabotajes reiterados. La tubería pasa a través del llamado ”triángulo sunita”, un grupo de pequeñas ciudades al norte de Bagdad donde el apoyo al derrocado Saddam Hussein todavía es fuerte.
Pero también hubo ataques en el sur en los alrededores de Basora, la segunda ciudad del país.
”Observamos dos tipos de ataques a la red. Unos eran los perpetrados en el área de Kirkuk, y otros en un área del sur controlada por una tribu contraria al gobierno, donde hubo 10 u 11 atentados”, dijo a IPS Ibrahim Bahrul Ullom, que fue Ministro de Petróleo hasta junio.
El gobierno interino de Iyad Allawi ha intentado negociar con esa tribu y otros atacantes del sistema de oleoductos, pero reconoce que la solución está en otro lado, señaló Uloom.
”Es posible hablar con esa tribu y esas personas por ahora. Pero la verdadera solución es establecer la seguridad en el país”, dijo.
El gobierno ha destinado una fuerza de 14.000 hombres a la custodia de oleoductos y otras instalaciones petroleras. Los planes hasta que Uloom dejó el gobierno, hace más de dos meses, eran duplicar esa fuerza, contó.
Szydlowaski consideró sorprendente que bajo estas circunstancias ”el Ministerio haya logrado alcanzar y mantener el actual nivel de producción”, pero aclaró que se precisarán grandes inversiones para mantener y mejorar el sistema.
”En términos de necesidades inmediatas, es difícil decir qué categoría precisa más fondos y cuánto necesita, pero en general, el Ministerio de Petróleo aspira a un presupuesto de 700 a 800 millones de dólares para 2004”, señaló.
”Esa cifra incluye algunas obras de construcción, proyectos de rehabilitación, seguridad y operaciones químicas. Eso sí, el dinero debe invertirse de manera eficiente, porque hay mucho que hacer”, advirtió el consultor.
El objetivo del Ministerio de producir cinco millones de barriles diarios para 2010 requerirá inversiones por miles de millones de dólares en inversiones. Según fuentes ministeriales, la Autoridad Provisional de la Coalición, que controló Iraq hasta junio, sólo destinó la mitad de los fondos prometidos para la industria del petróleo.
Ahora, las autoridades iraquíes procuran inversiones de conglomerados multinacionales. El Ministerio ya ha firmado varios memorandos de entendimiento con grandes empresas petroleras.
”Existe un enorme interés en Iraq”, pero también una gran cautela por la situación de seguridad, observó Szydlowaski.