Mientras el saldo de muertes del huracán Jeanne en Haití trepaba a 700 este miércoles, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, urgió a movilizar rápidamente ayuda humanitaria a este país, uno de los más pobres del mundo.
La cantidad de desaparecidos alcanzó los 1.000 en el área que rodea la noroccidental ciudad costera de Gonaives, por lo que se prevé que las muertes sean, al cabo del huracán, más que las contabilizadas hasta ahora, informó la Misión de Estabilización de Haití de la ONU.
A medida que las aguas retroceden, aparecen más víctimas de Jeanne. Soldados de la misión de paz de la ONU se aprestaban este miércoles a enterrar a 200 personas en tumbas masivas para impedir la propagación de enfermedades.
Haití ya fue golpeada el año pasado por sequías, inundaciones y revueltas políticas, dijo Abby Maxman, directora de la filial en ese país de CARE, organización no gubernamental internacional de combate a la pobreza.
Este último desastre deja en evidencia la importancia no solo de la asistencia de emergencia, sino de soluciones para la pobreza en el largo plazo, agregó Maxman.
La Federación Internacional de la Cruz Roja emitió un pedido de emergencia de 3,3 millones de dólares, con la finalidad de ayudar a 40.000 de las víctimas más vulnerables en los próximos seis meses.
Varios países ya comenzaron a enviar ayuda: 1,8 millones de dólares la Unión Europea, un millón y elementos de rescate Venezuela, 115.000 dólares Japón, 200.000 dólares Suiza, y tiendas de campaña y medicamentos Martinica.
Estados Unidos prometió aportar 50.000 dólares, cifra que un legislador demócrata calificó de gota en un balde.
El Programa Mundial para la Alimentación (PMA), una agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), asignó 200.000 dólares para cubrir las necesidades más apremiantes, mientras organiza un plan de emergencia.
De todos modos, la ayuda comprometida no alcanzará para solucionar los problemas originados por un desastre de esta magnitud.
La necesidad más urgente, según expertos en Haití, es abastecer de agua potable a las áreas inundadas por el barro. Pero la distribución se enlentece por la falta de combustible, así como por el bloqueo de caminos a causa del escombro y de las inundaciones, según la ONU.
El primer ministro haitiano Gerard Latortue, quien sobrevoló Gonaives en helicóptero el domingo, describió la localidad como un vasto mar.
No hay ni una casa en la ciudad de Gonaives que no esté inundada, afirmó Latortue. Al menos 80.000 personas necesitarán asistencia alimentaria, agregó.
Ochenta por ciento de la superficie de Gonaives estaba cubierta el domingo por entre 1,8 y 2,7 metros de agua, informó la organización humanitaria británica Oxfam. Radioemisoras locales aseguraron que más de 100.000 viviendas habían resultado seriamente dañadas.
Una misión humanitaria de la ONU que viajó al Caribe el lunes informó que la mitad de la ciudad estaba sumergida entonces. La propia misión de paz del foro mundial sostuvo que 75 por ciento de su campamento se encontraba bajo el agua y que 80 por ciento de la población resultó afectada.
La mayoría de las tierras de cultivo terminaron devastadas. Varios miles de desplazados permanecen en unos 20 campamentos alrededor de la ciudad, según la ONU.
El PMA y CARE prevén distribuir 40 toneladas de alimentos en 10 diferentes sitios de la región.
Como el hospital de Gonaives también resultó inundado y la corriente eléctrica falla, apoyar a los servicios de salud locales es crítico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hasta ahora, la OMS y otras agencias lograron enviar pequeñas cantidades de ayuda médica hasta ahora, según funcionarios que temen posibles saqueos por aliemntos y medicina.
El personal de CARE está preparado para iniciar una operación de gran magnitud en Haití tan pronto como las aguas retrocedan, sostuvo Maxman. Un integrante de la organización desapareció en Haití el domingo.
Haití es el país más pobre de América. Ochenta por ciento de su población vive con un ingreso inferior a 150 dólares anuales, según el PMA. La desnutrición es endémica y generalizada, y afecta a casi la mitad de los niños y niñas menores de cinco años.
Jeanne es el cuarto huracán que se cierne sobre el Caribe en un mes, detrás de Charley, Frances e Iván, el cual también causó desastres en otras islas y en Estados Unidos.
Pero aún faltaría lo peor. La Administración Nacional Océanica y Atmosférica de Estados Unidos prevé ocho tormentas tropicales sobre el Caribe para las próximas semanas.