Millones de venezolanos salieron a votar desde la madrugada de este domingo, en el referendo que decidirá si Hugo Chávez es ratificado o revocado como presidente, formando ante los centros de sufragio las más largas colas que se hayan visto en proceso electoral alguno en este país sudamericano.
"El Centro Carter (para la Paz) ha participado en más de 50 elecciones en el mundo, y ésta es la presencia de electores más grande que yo haya visto", dijo al promediar la mañana el ex presidente estadounidense y premio Nobel de la Paz Jimmy Carter.
Chávez sufragó al mediodía en una escuela secundaria en la barriada obrera "23 de Enero", tradicional bastión izquierdista en el oeste de la ciudad, donde hacían fila para votar unas 700 personas, más varios miles de habitantes que se congregaron en los alrededores para dar vivas al mandatario.
"¡Uh, Ah, Chávez no se va!", coreó la multitud cuando llegó frente a la escuela la caravana de vehículos que transportaba al mandatario. Muchos vestían prendas rojas, el color distintivo de los partidarios del gobernante.
"Estoy dichoso, porque un pueblo en masa, democráticamente y en paz, da ejemplo al mundo", dijo Chávez a los periodistas tras emitir su voto, y conforme a su costumbre comparó la fecha con efemérides, en este caso con los 199 años del juramento por la independencia sudamericana que hizo el libertador Simón Bolívar en el Monte Sacro de Roma, en 1805.
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Chávez abrazó al dirigente izquierdista colombiano Antonio Navarro Wolf, uno de los líderes latinoamericanos que son observadores del proceso, y reiteró ante una pregunta que "aceptaremos cualquier resultado que emita el Consejo Nacional Electoral, e invito a la oposición a que lo acepte igualmente".
La coalición opositora Coordinadora Democrática ha rehusado extender un cheque en blanco al poder electoral, al que considera inclinado hacia Chávez, pero su principal líder, Enrique Mendoza, gobernador del estado de Miranda (este de Caracas) dijo poco antes del mediodía que "el proceso funciona perfectamente y sólo hay demoras por las máquinas 'cazahuellas'".
El sistema de votación es automatizado, y los electores pulsan sobre la pantalla de cristal líquido de una máquina la opción "Sí" (revocar a Chávez) o "No" (ratificarlo), pero antes deben identificarse ante computadoras que comparan su impresión dactilar con la de quienes ya sufragaron, para evitar el doble voto.
El propio Chávez fue ejemplo de este sistema que ha enlentecido el proceso, pues una máquina no pudo registrar rápidamente su huella dactilar y entonces el mandatario debió presentar sus pulgares ante otra lectora de impresiones.
El Consejo Electoral tomaba medidas para superar esas deficiencias. El directivo Jorge Rodríguez anunció que el horario de cierre inicialmente previsto para las mesas, las 16.00, hora local (20.00 GMT) se extendió hasta las 20.00 (24.00 GMT) y reiteró que se permitirá votar a todos mientras haya electores en fila.
En algunos centros se formaban colas especiales para personas enfermas y de la tercera edad, a quienes se daba preferencia, mientras muchos votantes se quejaban por tener que esperar cinco o más horas para poder emitir el voto.
"Yo creo que aquí amaneceremos votando. Mire usted la cola, le da vuelta completa a la manzana (un bloque de viviendas de 100 metros por lado)", dijo a IPS la enfermera Yolanda de Guerra, a mitad de camino en la larga hilera ante el colegio técnico Jesús Obrero en la barriada popular de Catia.
Ante la presencia de periodistas, un grupo de jóvenes en la fila coreó "se va, se va, se vaaa", una cancioncilla opositora, pero otros como Luis Osorio dijeron que "aquí vinimos a votar por mi comandante", como sus seguidores llaman a Chávez, quien comandó un batallón de paracaidistas cuando lideró una fallida sublevación en 1992.
El presidente envió un mensaje a sus partidarios, con el léxico castrense que le es habitual: "Preparémonos, rodilla en tierra, hasta la mañana del lunes para votar, si es preciso", y desestimó la posibilidad de violencia. "A quienes el resultado les sea adverso, les digo que lo más importante es el país, la democracia y que el juego continúa", remarcó.
También desechó uno de los rumores que echaron a rodar opositores, afirmando que había sustituido a última hora al vicepresidente, el veterano político de izquierdas José Vicente Rangel.
Rangel "es modelo y símbolo de lealtad, y seguirá siendo vicepresidente", dijo Chávez.
Si Chávez fuese revocado deberá entregar el cargo de inmediato al vicepresidente, mientras en 30 días se organiza la elección de un nuevo mandatario, pero si es ratificado se mantendrá como presidente hasta 2007, con posibilidad de ser reelegido.
Justo Cadenas, un mecánico ya entrecano que hacía cola ante la escuela de 23 de Enero donde sufragó el mandatario, descartó que su líder pueda ser revocado: "Chávez tiene votos suficientes para ganar y regalarle a los opositores. Yo conozco las caras de los vecinos y no veo a ninguno votando en contra", dijo a IPS.
Pero más temprano, en Santa Mónica, un sector de clase media al sur de la ciudad, Carolina Rivero, estudiante de mercadotecnia de19 años, dijo a IPS desde la silla portátil que rodaba al cabo de una larga cola que "es la primera vez que voto, y está muy duro este solazo, pero cualquier sacrificio vale la pena para que Chávez se vaya".
La mayoría de las encuestas conocidas hasta hace una semana indicaron una intención de voto favorable al presidente, aunque la oposición apuesta porque se manifieste un "voto oculto" que la favorecería, lo que trató de evidenciar con gigantescas marchas el jueves, último día de campaña, en Caracas y en la segunda ciudad del país, Maracaibo.
"Es impresionante la demostración de civismo que está dando el pueblo venezolano. Finalmente el país encuentra en esta solución lo que estaba buscando, que los conflictos políticos se resuelvan electoralmente", declaró el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
Carter y Gaviria, que encabezan las misiones de observación de los organismos que dirigen, han pedido a todos los factores que respeten el veredicto del poder electoral. El jefe de la avanzada de la OEA, el brasileño Valter Moreira, aseguró que el trabajo de observación será "impecable" y podrán certificar si los resultados son correctos.
El Consejo Electoral estimó que tres horas después del cierre de las urnas podrá emitir un primer boletín con resultados parciales, y por orden de ese organismo y sentencia del Tribunal Supremo de Justicia ningún particular podrá publicar proyección alguna sin que previamente el poder electoral entregue su primer informe.
Por ello, la incógnita de si Chávez se va o permanece en el poder probablemente esperará hasta la madrugada del lunes para despejarse.