El referendo sobre el mandato del presidente venezolano Hugo Chávez llega en un particular momento económico, cuando el producto interno bruto (PIB) crece y el tesoro se llena por los ingresos del cotizado petróleo, pero la carestía y el desempleo siguen afectando a la población.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe coloca a Venezuela primera en la recuperación regional, estimada en 4,5 por ciento para este año, y prevé un crecimiento de 12 puntos porcentuales en el PIB nacional.
El producto venezolano, estimado en 112.000 millones de dólares anuales, se contrajo 12,6 por ciento en 2002 y 10,7 por ciento en 2003, en parte por los estragos de la huelga empresarial y sindical de dos meses contra Chávez, que dejó pérdidas de más de 10.000 millones de dólares.
"La economía seguirá creciendo gane quien gane el referendo del próximo domingo, afirmó Domingo Maza, director del Banco Central y maestro de varias generaciones de economistas. "El desempleo bajará durante el segundo semestre, aunque no de manera precipitada, unos dos o tres puntos, agregó.
El desempleo abierto descendió en lo que va de año de 17,5 a 15,5 por ciento de la población económicamente activa, pero la mitad de quienes trabajan lo hace en la economía informal, y la falta de un empleo de calidad es el primer reclamo social en todas las encuestas de opinión.
En el referendo, 14 millones de electores decidirán si revocan el mandato de Chávez o lo ratifican hasta enero de 2007. Si el gobernante pierde la consulta, deberá hacerse una elección presidencial en 30 días para escoger a quien completará el período.
"La economía crece pero la incógnita es cómo se sostendrá ese crecimiento y el gasto fiscal que se ha hecho al amparo de la bonanza petrolera, advirtió a IPS el economista Orlando Ochoa.
Con los ingresos del petróleo, que este año logró precios récord por la alta demanda y la guerra de Estados Unidos contra Iraq, Chávez ha inyectado cuantiosos recursos a programas para vender alimentos más baratos en barriadas populares, alfabetizar adultos, completar estudios secundarios y universitarios, estimular la agricultura y dar créditos a pequeños empresarios.
Otro programa destina 13.000 médicos cubanos a servicios de atención primaria de salud en barrios pobres.
Son "proyectos importantes para paliar la situación, indicó el economista Pedro Palma, "pero se utilizan los recursos de una forma que nadie sabe, sin controles sobre ese gasto, añadió.
Chávez, quien anunció nuevas obras públicas en julio con un fondo especial de 2.000 millones de dólares, aseguró que "todos estos proyectos están a la orden de quien quiera revisarlos. Cada céntimo puede ser auditado y supervisado.
El analista Luis León, director de la consultora Datanálisis, cercana a la oposición, dijo a IPS que "el gasto público es una de las razones que explica el aumento de la popularidad de Chávez, quien según la mayoría de las encuestas divulgadas hasta la semana pasada está en ventaja para ganar el referendo.
El gasto público es también una de las razones de la inflación, de 12,6 por ciento en los primeros siete meses de 2004 y de 21,8 puntos en los últimos 12 meses. Las perspectivas indican que cerrará el año en 20 por ciento, según Maza.
El rubro alimentos subió 17 por ciento este año y, según el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas, la canasta básica de alimentos para una familia de cinco personas cuesta al mes 168 dólares, monto al que apenas llega el salario mínimo.
Organizaciones sindicales opositoras estiman que se necesitan más de 250 dólares para adquirir esa canasta.
A juicio de Maza, el consumo "es 10 por ciento más alto que el año pasado, el comercio al detal (minorista) sigue incrementándose, y la industria manufacturera se ha recuperado 15 por ciento.
La Cámara de la Industria Automotriz informó que este año se vendieron 64.000 vehículos, 95 por ciento más que en 2003.
Los analistas expresan temor porque la proporción del gasto, estimada en un tercio del PIB, se traduzca en más inflación, deuda o devaluación a fines de año. Maza, en cambio, se mostró confiado en que "una vez superada la coyuntura electoral, mejorará la situación fiscal y habrá más disciplina.
"Ese gasto alguien lo va a pagar, con medidas que pueden afectar a la mayoría de la población, opinó León, y Ochoa estimó que para 2005 "el gobierno de Chávez o de quien lo reemplace deberá encarar un programa de ajuste fiscal o una devaluación.
Sin embargo, Ochoa dijo que incluso"en caso de ganar Chávez, el gobierno puede verse favorecido por un ingreso petrolero que se sostenga alto, si los precios mantuviesen la tendencia actual, una apuesta refrendada por el viceministro de Energía, Luis Vierma, para quien el valor internacional del crudo cerrará el año a 40 dólares por barril.