El mercado de productos forestales atraviesa un período floreciente en la mayoría de los países industriales, aunque gran parte del impulso proviene de la expansión de la economía de China y de sus efectos en el resto de las naciones en desarrollo, concluyó un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La globalización se ha extendido a los mercados de la madera, dedujo Jorge Nájera, funcionario de la Comisión Económica de la ONU para Europa (CEPE), la agencia multilateral que distribuyó este fin de semana su informe anual sobre la evolución del sector en esa región.
La CEPE abarca a Estados Unidos, Canadá, todos los países de Europa occidental, central y oriental, además de las naciones de Asia central e Israel, con un total de 55 estados.
La actividad forestal se desenvolvió en un marco caracterizado por la recuperación económica mundial de la segunda mitad de 2003, estimulada por el crecimiento de las economías de Estados Unidos y de Asia, mientras Europa occidental permanecía estancada.
La construcción de viviendas, sólida consumidora de maderas, alcanzó niveles históricos sin precedentes en Estados Unidos durante 2003, alentada por tasas de interés hipotecarias extremadamente bajas.
Sin embargo, un leve aumento de las tasas de interés aprobado en junio pasado por la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, obligó a reducir las expectativas de la construcción de viviendas para 2004 y 2005 en ese país.
En resumen, la demanda de productos forestales creció en la región de la CEPE a causa de la iniciación de la construcción de dos millones de viviendas en Estados Unidos durante 2003, mientras que fuera de esa área, las importaciones de maderas templadas y tropicales aumentaron vertiginosamente en China y Japón.
Las exportaciones con valor agregado de China, especialmente de muebles, hicieron sentir sus efectos en la región de la CEPE, al extremo de que Estados Unidos impuso a mediados de este año medidas de protección comercial, denominadas antidumping (contra la competencia desleal) de hasta 200 por ciento, dijo el informe presentado por Ed Pepke, especialista de la institución.
Estadísticas estadounidenses indican que en el renglón de muebles de dormitorio las importaciones de China pasaron de 359 millones de dólares en 2000 a 1.200 millones en 2003.
La razón principal de ese comportamiento es el crecimiento vertiginoso de la industria de China y la mejora, mencionada con frecuencia, de la calidad de los muebles de ese origen.
Un 60 por ciento de los muebles fabricados en China siguen ahora las líneas de estilo y de diseño de Estados Unidos. Algunos analistas estiman que China produce 40 por ciento de todos los muebles que se venden en Estados Unidos.
El informe de la CEPE observa que el brote del síndrome de neumonía atípica (síndrome respiratorio agudo severo) aparecido en 2003 causó solo un breve retroceso en el comercio de China, que fue superado rápidamente.
Las exportaciones de China hacia Europa han permanecido estables, pero las dificultades potenciales que puede encontrar en el comercio con Estados Unidos aportarán un fuerte impulso para que el país asiático avance hacia los mercados europeos, estima el documento.
China se ha convertido en un gran importador de maderas de Indonesia, que luego reexporta en forma de contrachapados. Este fenómeno ha creado problemas de abastecimiento en Indonesia, donde la industria forestal alcanzó un desarrollo muy rápido en los últimos 15 años, comento Nájera.
Las autoridades indonesias respondieron con la adopción de trabas a las exportaciones de madera en rollos. Ante esa limitación, los precios reaccionaron a la suba y favorecieron la irrupción en el mercado de Brasil, describieron los expertos.
Las exportaciones de tableros de aglomerado blando de Brasil hacia Estados Unidos duplicarán este año las cifras de 2003, según pronostican analistas independientes.
Una característica recurrente en el mercado mundial de los productos forestales es la tala ilegal, que se comete inclusive en la región de la CEPE. La Unión Europea prepara una legislación para controlar las importaciones de madera de fuentes ilegales provenientes de países específicos.
Otras naciones, en particular Indonesia, han reprimido enérgicamente la tala ilegal, lo que causó una seria reducción de los abastecimientos a los aserraderos locales.
Sin embargo, el informe de la CEPE observa que la disminución de la oferta de rollos tropicales no tuvo un efecto significativo en el mercado mundial o en los precios de la madera durante 2003.
La Organización Internacional de la Madera Tropical (OIMT) inició un examen de las discrepancias entre las estadísticas de exportación y de importación de las maderas de ese origen. En numerosos casos, los volúmenes y los valores declarados de las maderas exportadas de un país difieren radicalmente de los datos registrados en los países de importación.
La CEPE concluye que una de las causas de esa diferencia puede ser el comercio de madera talada ilegalmente. Un estudio de la OIMT realizado en China, Indonesia, Gran Bretaña y Estados Unidos sugiere que son muchos los factores que pesan en esas variaciones.
Empero, investigadores indonesios apuntan al contrabando como la causa principal de las amplias disparidades entre exportaciones e importaciones observadas en el intercambio de Indonesia con varios países importadores.
El informe fue preparado por la división de desarrollo comercial y madera, una dependencia heredera del Comité de la Madera, creado junto con la CEPE al término de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), para remediar los problemas de escasez de productos forestales que afrontaba la reconstrucción de Europa al finalizar el conflicto.