La especulación en los mercados petroleros perdió munición después que Iraq reanudó sus exportaciones a pesar de los atentados, Rusia mantuvo la producción pese a las tribulaciones de la empresa Yukos, y un referendo superó en paz la crisis política de Venezuela.
El precio del West Texas Intermediate (WTI), crudo dulce de referencia en el mercado estadounidense, se vendió en Nueva York a 43,18 dólares el barril de 159 litros, una merma de 7,6 por ciento respecto de hace una semana, cuando arañó los 50 dólares.
En Londres, el barril de crudo Brent, referencia europea, se transó a 40,40 dólares, después que el jueves retrocedió incluso debajo de la barrera de los 40 dólares.
Los promedios de la semana fueron de 45,06 dólares por barril para el WTI, 42,79 dólares para el Brent y de 40,04 dólares para la cesta de siete crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con mermas entre 1,50 y dos dólares por unidad con relación a la semana precedente, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
La primera causa de la baja, según el despacho venezolano, está en el alto volumen de ventas de contratos en los mercados a futuro para tomas de ganancias, luego de que disminuyeran las tensiones por la seguridad de los suministros.
La preocupación por el suministro aviva el mercado y la especulación, porque el mundo cada día demanda más petróleo, entre 81 y 82 millones de barriles por jornada este año, según la OPEP, frente a menos de 80 millones de unidades en 2003.
Alí Rodríguez, presidente del grupo estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), apela al refranero castellano para explicar el cuadro: En río revuelto, ganancia de pescadores.
Para el vicepresidente de la empresa neoyorquina de riesgo Fimat, John Kilduff, se percibe ahora el comienzo de una salida en la carrera alcista de los precios del petróleo.
La caída de esta semana refuta el argumento de que un precio de 50 dólares por barril es inevitable, según analistas como Michael Lynch, de la firma Seer.
Una primera señal para favorecer la baja e impulsar las ventas de contratos en los principales mercados provino de Iraq, en cuyo sur se registraron esta semana al menos ocho atentados contra ductos que llevan petróleo de los pozos a los depósitos y de éstos a las terminales de embarque.
Sin embargo, Iraq pudo sostener su exportación promedio de entre 1,5 y 1,7 millones de barriles diarios, y la confianza aumentó luego que este viernes el líder chiíta rebelde Moqtada al-Sadr, mediante un pacto para mermar los combates en la ciudad santa de Nayaf, entregó el control de la mezquita del imán Alí al ayatolá Alí Sistani.
Soy optimista y confío en que esta crisis se resolverá por sí misma, dijo el canciller iraquí Hoshyar Zibari, lo que ayuda a rebajar la prima de guerra que grava la producción y exportación de crudo desde el Medio Oriente.
En Rusia, la compañía Yukos, principal exportadora de crudo, está enzarzada en una controversia sobre pago de impuestos que ha colocado nubes sobre su potencial, pero el ministro de Energía, Victor Khristenko, aportó otra declaración tranquilizadora: Rusia simplemente tiene petróleo, y pese a cualquier problema de una corporación, no se reducirá la producción..
Venezuela alimentó operaciones especulativas porque el día 15 se efectuó un referendo que pudo revocar el mandato del presidente Hugo Chávez y abrir un período de elecciones y, quizás, violencia política, pero el mandatario fue ratificado, recibió reconocimiento de la comunidad internacional y no se alteró la paz pública.
Venezuela es el tercer abastecedor de petróleo a Estados Unidos, a donde envía más de 1,5 millones de barriles diarios, un 15 por ciento de las compras estadounidenses.
Portavoces en materia petrolera de Arabia Saudita, Nigeria e Indonesia renovaron sus declaraciones a favor de aumentar la producción si lo requiere el mercado, cuando el grupo reúna su conferencia ministerial el 15 de septiembre.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Es conocida la posición saudita de llevar su producción de los actuales 9,4 millones de barriles diarios a 10,5 millones de unidades, para atender la demanda, aunque en la acera del frente están socios como Irán y Venezuela.
El mercado está sobreabastecido y tiene una prima geopolítica de al menos cinco dólares por barril, según el gobernador iraní ante la OPEP, Hossein Kazempour, en tanto su homólogo libio Hammouda el-Aswad la estima en 10 dólares.
Para el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, lo mejor que puede hacer Estados Unidos para estabilizar los precios del petróleo es retirar sus tropas de Iraq y dejar que el pueblo árabe sea dueño y soberano de sus recursos.
Finalmente, ayudó también a la baja de los precios la percepción de que los automovilistas estadounidenses han consumido menos gasolina durante la temporada vacacional de este verano boreal, y de un menor crecimiento de la economía de Estados Unidos, que en el segundo trimestre de este año avanzó 2,8 por ciento en vez del tres por ciento estimado antes de abril.