Esta ciudad del centro de Iraq mostraba cierta calma este martes, luego de tres semanas de violencia entre las milicias del clérigo chiita Moqtada al Sadr y las fuerzas de Estados Unidos. Pero no hay razones para estar tranquilos.
Todavía se oye el frecuente sobrevuelo de los aviones de la coalición internacional que invadió Iraq el año pasado. Casi todos los comercios de la ciudad permanecen cerrados.
Muchas calles aún están bloqueadas por trozos de metal y concreto de edificios destruidos por bombardeos.
Los habitantes de Nayaf apenas pueden dormir por las noches por los constantes disparos y explosiones. Las casas cercanas a la mezquita y el mausoleo del Imán Alí, uno de los sitios más sagrados del Islam chiita, carecen de agua y electricidad desde el inicio de los combates.
Los soldados estadounidenses aconsejaron a quienes viven en las cercanías de la mezquita que abandonen sus hogares. Ahora hay cerca de 10.000 casas vacías.
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El insurgente Ejército Mehdi, la organización que sigue a Sadr, aún mantiene el control sobre las principales calles que conducen a la mezquita. Las fuerzas de Estados Unidos están a apenas 500 metros, pero no han logrado avanzar. Todavía.
El portavoz de Sadr en Bagdad, el jeque Salah Obeidi, dijo a IPS a comienzos de esta semana que el Ejército Mehdi está dispuesto a abandonar la mezquita y entregarla a las autoridades religiosas. Lo que no quieren las milicias es alejarse del lugar.
El patio de la mezquita es un lugar diferente del santuario. Tiene varios escondites que no pueden ser bombardeados fácilmente. Son buenos lugares para las milicias, señaló.
Autoridades del gobierno interino iraquí revelaron que preparan un operativo para ingresar a la mezquita en los próximos días.
Pero el Ejército Mehdi no está confinado a las calles y estrechos callejones que rodean el santuario del Imán Alí.
El martes, a varios kilómetros de la mezquita, un combatiente de Sadr disfrazado de conductor de tranvía advirtió a dos periodistas extranjeros que debían abandonar la zona o sufrir las consecuencias.
Ahora que menguan los enfrentamientos, los residentes de Nayaf discuten quién es el verdadero responsable de la violencia.
Esto no tiene nada que ver con el Ejército Mehdi. No hay miembros de esa milicia aquí. El único culpable es Estados Unidos, dijo un residente.
Todo esto vino con el Ejército Mehdi. La razón por la cual Estados Unidos bombardea este lugar es que los seguidores de Sadr quieren incendiar Nayaf, opinó otro.
Uno de ellos contó a IPS que debió abandonar su casa la semana pasada luego de las advertencias de las fuerzas de ocupación. El lunes, cuando regresó, la encontró destruida por un incendio.
Hace poco me había comprado un refrigerador. Iba a ser el primer año en que bebía agua fría, dijo con una sonrisa.
Las autoridades de los hospitales de Nayaf señalaron que la gran mayoría de las víctimas en las últimas tres semanas de combates han sido civiles.
Samir Halim Abdel Wahab, de 13 años, está postrado en una cama del Hospital General de Nayaf. Sus familiares explicaron a IPS que fue herido por la metralla de un cohete estadounidense mientras compraba pan para el almuerzo.
Su madre Rahina está al borde de la histeria.
Lo estuve buscando cuatro horas. Fui al mercado. Fui a la panadería. No había lugar en donde lo encontrara. No sabía que hacer. Finalmente vine al hospital y el doctor me dijo que estaba aquí, dijo a IPS.
El administrador del hospital, Sabah Razi, dijo que decenas de civiles llegan al sanatorio todos los días, pero no pudo dar cifras concretas.
La mayoría de los residentes de Nayaf son muy religiosos, y rechazan la violencia por motivos políticos.
La mayoría de los habitantes de la ciudad son civiles. Tras los últimos sucesos, la gente ahora se da cuenta de que son problemas políticos y que ellos no tienen nada que ver con lo que ocurre. Les gustaría ver que todo termina pacíficamente, dijo otro vecino, Salem Kamel Abdulá, un residente.