La credibilidad de las elecciones generales previstas para el próximo 31 de enero en Iraq está en riesgo, porque la ONU no está dispuesta a enviar un equipo supervisor a menos que sus funcionarios tengan garantías de seguridad.
La ausencia de observadores de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) pondría en duda la justicia y transparencia de los comicios, dijo un funcionario del foro mundial que solicitó reserva.
Se suponía que la ONU iba a segurar elecciones libres y justas en Iraq, pero cualquier elección iraquí sin observadores o supervisores de la organización mundial será poco creíble, advirtió.
En un informe emitido el lunes, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, recalcó que la seguridad del personal de la organización será el principio guía de todas nuestras actividades en Iraq.
Aunque no especificó los peligros inherentes a la supervisión de elecciones en un ambiente hostil, Annan dejó en claro su renuencia a arriesgar la vida de sus funcionarios para dar legitimidad a las elecciones, que muchos iraquíes querían realizar antes del traspaso oficial de poder de la Autoridad Provisional de la Coalición a un gobierno interino iraquí, el pasado 30 de junio.
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Pese al traspaso, fuerzas de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros miembros de la coalición invasora continúan ocupando Iraq.
La ONU retiró a todo su personal de Iraq después del atentado de agosto de 2003 contra su sede en Bagdad, que cobró la vida de más de 20 funcionarios, entre ellos el subsecretario general y representante de Annan en Iraq, Sérgio Vieira de Mello. Actualmente, el foro mundial trabaja desde Jordania y Kuwait.
Tras evaluar los riesgos para el personal de la ONU, la Secretaría concluyó que en el futuro cercano, las Naciones Unidas seguirán siendo un blanco de alto valor y alto impacto en Iraq.
Esto requiere que nuestro papel y nuestra presencia allí sean proporcionales a los riesgos involucrados, y basados en una cuidadosa evaluación de lo que es factible y recomendable en vista de los cambios sobre el terreno, señaló Annan.
En su informe de 12 páginas, el secretario general destacó la necesidad de una nueva fuerza de seguridad en Iraq (como lo establece la última resolución del Consejo de Seguridad, adoptada en julio) para proteger a los trabajadores humanitarios y al equipo electoral de la ONU.
Pero la creación de la nueva fuerza de la ONU no ha sido posible porque ningún gobierno ofrece soldados, en vista de los crecientes secuestros de extranjeros por grupos iraquíes insurgentes y las amenazas contra potenciales contribuyentes de tropas.
Aunque la ONU ha estado negociando con varios gobiernos, entre ellos los de Pakistán, Nepal, Ucrania y Georgia, no ha habido compromisos firmes.
No hemos tenido mucho éxito atrayendo a gobiernos, declaró Annan a la prensa la semana pasada.
El embajador estadounidense, John Danforth, dijo que los potenciales contribuyentes de tropas se muestran renuentes porque, paradójicamente, las propias fuerzas de seguridad son vulnerables.
Una propuesta de Arabia Saudita para formar una fuerza de seguridad islámica, integrada por tropas de países de fuera de la región del Golfo, tampoco generó apoyo internacional suficiente. Los potenciales contribuyentes serían Argelia, Marruecos, Bangladesh, Túnez e Indonesia.
Se prevé que la ONU realizará el registro de votantes en Iraq en septiembre. Un equipo electoral de la organización está realizando consultas sobre la necesidad de una autoridad comicial, la definición de un sistema electoral, y criterios de registro y elegibilidad de votantes.
La División de Asistencia Electoral de la ONU propuso también una comisión electoral independiente integrada por nueve comisionados, entre ellos un miembro internacional designado por la ONU y un funcionario electoral jefe, ambos sin poder de voto.
Hasta que las condiciones generales de seguridad en Iraq no mejoren significativamente, la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI) seguirá funcionando desde otros países de la región, para ayudar al pueblo iraquí en la reconstrucción del país, declaró Annan.
Existen varios proyectos en curso en Iraq bajo supervisión y coordinación de la UNAMI desde su sede de Ammán, la capital de Jordania.
Para enfrentar los desafíos de la coordinación humanitaria y gestión de información a la distancia desde Jordania y Kuwait, la UNAMI estableció un sitio web que actúa como vínculo de comunicación entre la ONU y su personal local en Iraq.
