La guerra contra Iraq domina el panorama político de Estados Unidos mientras el gobernante Partido Republicano comienza este lunes su convención nacional para proclamar al presidente George W. Bush como su candidato para las elecciones de noviembre.
En respuesta a las masivas protestas del fin de semana en Nueva York contra el gobierno, en especial en materia de política exterior, Bush defendió la invasión de Iraq y aseguró que su ”guerra contra el terrorismo” creará un mundo más seguro para las futuras generaciones.
Retirarse de la guerra contra Iraq sería ”un desastre para nuestros hijos”, advirtió el mandatario en una entrevista con el programa ”Today”, del canal estadounidense NBC-TV. ”No se puede mostrar debilidad en el mundo de hoy, porque el enemigo la aprovecharía”, agregó.
La sede de la Convención Nacional Republicana, que se realizará desde este lunes hasta el jueves en el complejo deportivo Madison Square Garden de Nueva York, estaba este lunes rodeada por agentes de seguridad con perros y equipos detectores de bombas.
Bush, quien está de campaña en el nororiental estado de New Hampshire, no llegará a la Convención hasta el miércoles.
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Nueva York fue escenario el fin de semana de protestas multitudinarias contra las políticas del gobierno, principalmente contra la invasión y ocupación de Iraq. La marcha del domingo, que fue la mayor, reunió hasta 500.000 personas, según los organizadores, y unas 125.000, según funcionarios de seguridad.
Los manifestantes desafiaron a un sol agobiante y a las alertas terroristas emitidas por las autoridades, armados con pancartas contra la guerra y con todo tipo de consignas en contra del presidente, como ”Bush mintió, miles murieron”, ”No más guerras por petróleo”, o ”¡Estás despedido!”.
Famosos disidentes de la política de Bush, con el director de cine Michael Moore a la cabeza, se dieron cita en la marcha del domingo.
”No más Bush, no más Bush”, cantaban los participantes de la marcha al pasar por el Madison Square Garden, en el corazón de Manhattan, mientras decenas de helicópteros policiales sobrevolaban el sitio de la convención. Unas 130 personas fueron arrestadas en incidentes aislados.
Algunos de los manifestantes llegaron desde el estado de California, en el extremo occidental de Estados Unidos, pero la abrumadora mayoría eran neoyorquinos convencidos de que los republicanos eligieron Nueva York para realizar su convención con la intención de explotar la tragedia del 11 de septiembre de 2001.
Un grupo llevaba 1.000 ataúdes en señal de luto e indignación por los soldados caídos en la ”guerra injusta” de Iraq. Otros portaban pancartas que reclamaban el regreso de las tropas, una exigencia que el candidato del opositor Partido Demócrata, John Kerry, también ha ignorado hasta el momento.
Varios manifestantes declararon que votarán a Kerry aunque no les entusiasma demasiado, porque lo consideran preferible a Bush.
”Votaré a Kerry, aunque en la cuestión de Iraq es una decepción”, declaró Dee, de 72 años, quien no quiso dar su apellido.
Jeremy Scahill, periodista de Pacifica Radio, lamentó la actitud de Kerry. ”George W. Bush tiene claro cuál es su base de votantes, y la aprovecha. John Kerry también debería saber cuál es su base: los opositores de la guerra”, dijo.
Según la última encuesta del diario Los Angeles Times, la tendencia ascendente de Kerry se frenó y ahora Bush aventaja al demócrata en tres puntos y avanza en algunos de los estados claves para la elección, como Florida.
El sábado, la empresa Gallup mostraba a Bush con un apoyo del 50 por ciento, frente al 47 por ciento de Kerry. La diferencia entra dentro de los márgenes de error técnico de las encuestas.