Situados en una de las regiones más áridas del mundo, los países del Golfo dependen de la desalinización para obtener agua potable. Pero expertos advierten que la contaminación podría imposibilitar el tratamiento del agua de mar para consumo humano en pocos años.
ôLa extracción de petróleo off-shore, las exportaciones y las filtraciones de viejos barcos que pasan por aquí, todas son causas de contaminación marina. La creciente urbanización también da lugar al vertido de aguas servidas, desechos peligrosos y sustancias químicas tóxicas al mar, explicó Ram Prasad, experto en la industria del gas y petróleo, del emirato de Dubai.
ôEstas son graves amenazas ambientales y necesitamos soluciones pronto, dijo Prasad a IPS.
La vulnerabilidad de las aguas del Golfo se debe a que forman parte de un ecosistema marino semicerrado, altamente salino y llano. En algunas partes, el agua sólo tiene 35 metros de profundidad. Además, el ritmo de evaporación es mayor que en otros mares.
Otra complicación es el escaso flujo de agua dulce, debido a la falta de lluvias y a la ausencia de ríos, lagos y charcas. El ciclo natural del agua ayuda a preservar el equilibrio ambiental, pero es un proceso muy lento, que lleva casi cinco años.
ôLos países del Golfo dependen en gran parte del agua desalinizada para fines de consumo, y también para la agricultura y en varias industrias. Más de 60 por ciento de los equipos de desalinización del mundo se encuentran en esta región. Sólo Arabia Saudita desaliniza tres millones de toneladas de agua de mar por día, explicó Essam Al Muhairi, investigador de una empresa de desalinización de Dubai.
Según Al Muhairi, la falta de flujo de agua dulce hacia el Golfo para compensar la acumulación de agua salina y contrarrestar parcialmente la contaminación representa un problema para la desalinización.
ôEsta agua (del Golfo) pronto podría volverse inapropiada para la desalinización. Dado que las estaciones de desalinización tratan tanto agua salina como contaminada, el creciente nivel de ambas podría volver al agua de mar intratable en unos siete años, advirtió.
ôAparte, el proceso de desalinización también aumenta el nivel de salinidad, agregó Al Muhairi.
Los derrames de petróleo son la principal causa de contaminación. Unos 100 buques cisterna atraviesan las aguas del Golfo cada día, y por año descargan a su paso ocho millones de toneladas de restos de petróleo. Además, en muchos casos el agua resultante de la limpieza de las cisternas también es vertida al mar o en las playas.
Cada tonelada de petróleo derramada (unos siete barriles) cuesta cerca de 1.400 dólares en limpieza, según expertos.
ôAdemás, están los derrames resultantes de buques rotos o hundidos, señaló Prasad.
El experto también culpó a las guerras del Golfo por la depredación del ambiente marino.
ôEn la primera guerra del Golfo (1991), el ejército iraquí incendió numerosos pozos de petróleo de Iraq para cubrir su retirada. Los incendios costaron a Kuwait tres por ciento de sus reservas de petróleo y causaron un inmenso daño al sistema ecológico, recordó Prasad.
ôPara el final de la guerra, se habían descargado ocho millones de barriles de crudo a las aguas del Golfo, añadió.
Otro efecto ambiental de la guerra de 1991 fue la destrucción de plantas de tratamiento de agua, que resultó en la descarga diaria de más de 50.000 metros cúbicos de agua residual sin tratar a la bahía de Kuwait. El costo total de los daños ambientales de la primera guerra del Golfo se estima en 40.000 millones de dólares. Aún no es posible calcular los de la guerra contra Iraq iniciada en marzo de 2003.
El Servicio Nacional Oceánico de Estados Unidos identificó al Golfo como la cuarta ôzona crítica, con 108 grandes derrames de buques petroleros registrados desde 1960.
A la cabeza de la lista está el Golfo de México, con 267 derrames. Le siguen el noreste de Estados Unidos, con 140, y el mar Mediterráneo, con 127.
Ante el alarmante ritmo de contaminación marina, el Consejo Nacional Federal de Emiratos Arabes Unidos urgió a la Agencia Ambiental Federal a crear un mecanismo para aplicar más eficazmente las leyes ambientales.
Una de las organizaciones que trabaja por reducir la contaminación de las aguas del Golfo es la Organización Regional por el Mar Limpio (Recso), una asociación voluntaria y sin fines de lucro que agrupa a 12 empresas petroleras que operan en el Golfo y a propietarios de buques cisterna.
Recso también aplica la ôayuda mutua en caso de derrames marinos, pero su principal objetivo es prevenirlos.
ôNecesitamos más de estos esfuerzos coordinados. La contaminación marina es un azote tanto para la vida humana como animal, y se deben hacer los máximos esfuerzos para prevenirla desde sus raíces. Esto sólo se puede lograr si todas las partes interesadas trabajan junto con las autoridades, destacó Prasad. (