Apenas 50 de los 15.000 delegados que asistirán desde el domingo a la XV Conferencia Internacional sobre el SIDA en Bangkok representarán a Estados Unidos, el país más poderoso del mundo.
Washington había enviado a 236 funcionarios de los Servicios Humanos y de Salud (HHS, por sus siglas en inglés) y otras agencias a la conferencia anterior, celebrada hace dos añosen Barcelona.
Esta edición de la principal reunión mundial y periódica de investigadores y expertos en sida y VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante de la enfermedad) se celebrará en la capital de Tailandia del 11 al 16 de este mes.
Estados Unidos también redujo su financiamiento a la Conferencia, de 3,6 millones de dólares a unos 500.000.
Y, como consecuencia de cambios de último momento resueltos en Washington, se cancelaron 40 presentaciones ya programadas de científicos estadounidenses y tres teleconferencias.
Organizadores de la conferencia se manifestaron entristecidos por la decisión, atribuida por muchos al conflicto ideológico entre el conservador presidente George W. Bush y expertos y activistas sobre asuntos como el uso de preservativos, el aborto y los derechos de los homosexuales.
Esto tendrá, al parecer, un impacto tanto simbólico como en los contenidos de la reunión, dijo a IPS el médico Neal Nathanson, ex director de la Oficina de Investigación sobre Sida en los Institutos Nacionales de Salud, dependientes de los HHS.
Muchas de las conferencias no se realizarán, en particular las dedicadas al control de la epidemia. Se perderán, así, oportunidades de consultas informales con colaboradores internacionales, lamentó el experto.
También es una bofetada a aquellos que viven con VIH y sida y a quienes los ayudan. Estos hechos sugieren que Estados Unidos abandona una vez más sus vínculos de igual a igual con la comunidad internacional, sostuvo Nathanson.
Los HHS atribuyeron lo reducido de la delegación a recortes de presupuesto, y observaron que la mitad de los 500.000 dólares aportados servirá para cubrir los gastos de traslado de 80 científicos de Africa, Asia y el Caribe.
El jefe de los HHS, Tommy Thompson, gastó en diciembre 250.000 dólares en una gira por cuatro países africanos, incluidos 11.000 en llamadas a teléfonos celulares, 10.000 pagados a una empresa de relaciones públicas y casi 400.000 para el alquiler de un avión, aseguraron activistas.
Algunos advierten que la reducción de la delegación estadounidense a Bangkok responde a la intención de tomar represalias por las críticas que el gobierno de Bush recibió en la anterior conferencia, cuando activistas abuchearon a Thompson.
El director de la Oficina de Salud Mundial de los HHS, William Steiger, atribuyó la decisión al tratamiento que el secretario recibió en Barcelona y a la opinión de que la reunión tiene un valor científico cuestionable, según un memorándum interno del director de la Oficina de Investigación sobre Sida, Jack Whitescarver, obtenido y publicado por la revista Science.
La agencia se negó a realizar comentarios sobre el documento.
Por otra parte, los HHS anunciaron que, de ahora en adelante, todas las invitaciones remitidas a Estados Unidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sus reuniones de expertos deberán ser aprobadas por un único funcionario: el propio William Steiger.
Antes, los expertos e investigadores del gobierno eran libres de aceptar las invitaciones que les llegaban.
Le están impidiendo a los expertos aprender de sus pares de todo el mundo y también privando al mundo del liderazgo científico de Estados Unidos, advirtieron en una carta a Thompson los legisladores Henry Waxman y Louise Slaughter, del opositor Partido Demócrata.
Las presentaciones canceladas en Bangkok incluyen algunas sobre las estrategias para contrarrestar el estigma de los portadores de VIH, los exámenes rápidos para detectar el virus, las disparidades raciales y étnicas en el cuidado del VHI y sistemas para analizar la resistencia del mal a los medicamentos.
Los gubernamentales Centros para el Control de Enfermedades (CDC) anunciaron el mes pasado que cualquier organización de lucha contra el sida que reciba dinero del Estado deberá realizar análisis obligatorios sobre la falta de eficacia del uso del condón.
El reglamento del CDC también crea Paneles de Revisión de Políticas en todo estado y localidad, a cargo de la censura previa de todo volante o folleto para impedir la difusión de publicaciones sexualmente sugestivas u obscenas.
Este tipo de regulaciones tendrá un profundo impacto. La gran mayoría de las 3.800 organizaciones que realizan tareas en la lucha contra el VIH reciben fondos del gobierno federal.
Apenas se instaló en 2001, el gobierno de Bush prohibió a las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el extranjero participar en tareas relacionadas con el aborto. Las que continuaran haciéndolo, dejarían de recibir fondos federales.
Por otra parte, un tercio del dinero asignado por el gobierno federal a la educación en prevención del sida —unos 270 millones de dólares anuales— se destina a programas de promoción de la abstinencia, y que advierten a los adolescentes que la castidad es el único medio para evitar el embarazo y el VIH.