El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes que destinará 34 millones de dólares que el Congreso legislativo había asignado al Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) a otros propósitos.
Críticos de la administración de George W. Bush consideran que se trata de otra bofetada al movimiento de mujeres, a los defensores de la salud reproductiva y a los del multilateralismo.
Este es el tercer año consecutivo en que el gobierno de Bush impide que fondos aprobados pro el Congreso lleguen a FNUAP, por lo que la medida no fue inesperada, máxime los esfuerzos por alentar a la base de la Derecha Cristiana con miras a las elecciones de noviembre.
Al mismo tiempo, la resolución conspira contra los recientes intentos por reafirmar las alianzas de Estados Unidos realizados por el propio Bush y dejar de lado el unilateralismo que llevó a la guerra con Iraq.
Me sorprendió, realmente, la naturaleza destacada del anuncio de hoy, dijo el ex senador Tim Wirth, director de la Fundación Naciones Unidas (UNF). Marca otro golpe a la credibilidad de Estados Unidos ante la comunidad internacional. El gobierno avergonzó de nuevo al país.
El anuncio constaba en una declaración divulgada por el portavoz del Departamento de Estado (cancillería), Richard Boucher, según el cual los programas de FNUAP en China violan la Enmienda Kemp-Kasten.
Esa norma prohíbe desde hace 20 años al gobierno ayudar a cualquier agencia que apoye o participe en el manejo de abortos coercitivos o esterilización involuntaria.
El Departamento de Estado nunca exhibió ninguna evidencia según la cual FNUAP suministre apoyo directo a prácticas coercitivas. Pero desde 2002 la Casa Blanca afirma que cualquier respaldo de la agencia a China asiste indirectamente esas prácticas, al liberar recursos del gobierno nacional.
De todos modos, FNUAP gasta apenas 3,5 millones de dólares de su presupuesto de 300 millones en China, la mayor parte en un proyecto explícitamente diseñado para promover prácticas voluntarias de planificación familiar aplaudido incluso por una reciente misión del gobierno de Bush.
Pero el Departamento de Estado, que reconoció las buenas intenciones de FNUAP concluyó que no hubo cambios clave en los programas de la agencia en China.
La directora de la oficina de FNUAP en Washington, Sarah Craven, calificó la decisión de profundamente lamentable, en particular porque se basa sobre presunciones absolutamente falsas e infundadas.
Los 34 millones de dólares de Washington representan cerca de 10 por ciento del presupuesto del organismo, notó Craven. Ese dinero podría impedir por año hasta dos millones de embarazos no deseados, 800.000 abortos inducidos y muertes maternas y 77.000 muertes infantiles.
FNUAP suministra recursos para planificación familiar y salud reproductiva en 141 países en desarrollo.
Con el anuncio de este jueves, el gobierno de Bush habrá cancelado en total pagos por 93 millones de dólares asignados por el Congreso a FNUAP desde 2002. Esta fue la primera vez en que el gobierno ha interpretado con tal amplitud la Enmienda Kemp-Kasten.
El Congreso había exigido a FNUAP que mantuviera el aporte estadounidense en una cuenta separada para asegurar que ningún dólar se dirigiera a China.
Pero las fuerzas antiabortistas, especialmente fuertes en la Cámara de Representantes dominada por el gobernante Partido Republicano, lograron conceder a Bush en 2002 discrecionalidad para retener dinero asignado por el Poder Legislativo a FNUAP, facultad que ejerció efectivamente ese año y en 2003.
Legisladores pro-FNUAP lograron este año que se aprobara la exigencia al Departamento de Estado de informar sobre las actividades de la agencia en China antes de que actuara el presidente.
Pero el informe, que aún no fue hecho público si bien fue entregado al Congreso, afirma supuestamente que no se registraron cambios sustanciales en la situación respecto de ejercicios anteriores.
Esto es simplemente para consentir a los mulás derechistas de este país, dijo la representante neoyorquina Carolyn Maloney, abanderada de FNUAP en Estados Unidos.
Maloney propuso a comienzos de este año que Washington asignara todos sus aportes a la agencia a los programas contra la fístula obstétrica, una enfermedad que afecta a millones de mujeres de todo el mundo.
Las mujeres y niños más necesitados del mundo pagan de nuevo el precio por la campaña para la reelección presidencial, sostuvo la legisladora.
A pesar de su flamante discurso multilateralista, el gobierno amenaza con recortar sus aportes a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) si continúan cooperando con FNUAP, agregó. Es escandaloso, dijo.
El Departamento de Estado no anunció cómo gastará el dinero que hoy niega a FNUAP, aunque en el pasado afirmó que lo utilizaría en programas bilaterales de población y asistencia a la infancia.