COMERCIO: Desilusiona propuesta de OMC para salvar Ronda de Doha

La suerte de la Ronda de Doha se mantiene incierta después de la aparición este viernes del borrador del documento que debería servir de marco para continuar las negociaciones, que la OMC pretende concluir el 31 de diciembre.

El texto, divulgado por el director general de la OMC (Organización Mundial del Comercio), Supachai Panitchpakdi, y por el presidente del consejo general de la institución, Shotaro Oshima, contiene los lineamientos para la fase final de las negociaciones, que debería comenzar a fines de este mes.

Pero las primeras evaluaciones de jefes de misiones de países en desarrollo y de los analistas de las organizaciones no gubernamentales especializadas conceden escasas esperanzas de aprobación al documento, que será debatido en Ginebra a partir de la semana próxima.

Celine Charveriat, jefa de la oficina en Ginebra de la organización no gubernamental británica Oxfam, opinó que el texto es decepcionante y vaticinó ”improbable” que depare los beneficios que esperan los países pobres.

La Ronda de Doha negocia la liberalización más profunda de varios rubros del comercio, aunque en particular los países en desarrollo apuestan a obtener beneficios en las áreas de la agricultura, donde la apertura de los mercados ha sido más avara a causa del proteccionismo del mundo industrializado.

Por el contrario, la atención que el documento dedica a las aspiraciones de desarrollo de los países pobres ”es muy débil”, comentó a IPS Carin Smaller, representante en Ginebra del Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP), con sede en el septentrional estado estadounidense de Minneapolis.

La parte del documento referida a la agricultura privilegia los puntos de vista de Estados Unidos y de la Unión Europea, dijeron expertos de la sociedad civil. En cambio, salen perjudicados los países que son productores agrícolas eficientes, como Brasil y Argentina, insistieron.

Smaller apuntó al caso de los pagos anticíclicos que Estados Unidos efectúa a sus agricultores para resarcirlos de caídas de precios. Como había prevenido IATP hace una semana, el texto de la OMC autoriza al gobierno estadounidense a justificar esos pagos como una forma de reducción de la producción.

Las normas de la OMC establecen que, si los pagos a los agricultores están acompañados de programas destinados a limitar la producción, pueden ser colocados en el sistema de la caja azul, un mecanismo ideado para exceptuarlos de las reducciones negociadas de la ayuda interna.

Ese enfoque interesaba primordialmente a Estados Unidos y ”nosotros estamos muy preocupados por la propuesta del documento de modificar la caja azul”, sostuvo Smaller.

El negociador de Argentina, Alfredo Chiaradía, dijo que en una primera lectura deducía que el documento ”está plagado de aspectos que tienen riesgos, muchos riesgos”.

La propuesta de Supachai y Oshima, que en la parte de agricultura recoge el balance efectuado por el presidente del comité negociador de ese tema, Tim Groser, de Nueva Zelandia, ”nos ofrece enormes dificultades”, refirió Chiaradía a IPS.

El representante argentino estimó que, ”como siempre, son los países en desarrollo los que tienen que hacer el trabajo de remontar la cuesta de las negociaciones”. Los demás, en alusión a las naciones industrializadas, están cómodos con el documento, dijo.

La historia se repite, comentó Chiaradía en referencia al resultado del acuerdo de agricultura alcanzado en la negociación de la llamada Ronda Uruguay (de 1986 a 1994), que resultó desfavorable para la liberalización del sector y para los países en desarrollo.

El texto de la propuesta, que se comenzará discutir la semana venidera en Ginebra, fue entregado en la tarde del viernes a los representantes de los 147 estados miembros de la OMC, aunque unas horas antes había sido divulgado en una reunión informal de altos funcionarios de la institución con grupo reducido de periodistas.

La decisión final sobre el documento se adoptará en una sesión que sostendrá a fines de julio el consejo general de la OMC, el organismo que rige la entidad durante los intervalos de las conferencias ministeriales.

A menos de dos semanas del desenlace, estamos todavía a enorme distancia de algo que se parezca a las bases de una ronda de desarrollo, criticó Charveriat.

Uno de los aspectos más criticados del documento ha sido la inclusión del tema del algodón, caro a los países africanos, dentro de la negociación específica de agricultura.

Los países del Grupo de los 90 (G-90), que incluyen a los africanos, los países menos adelantados y las ex colonias europeas del bloque ACP (Africa, Caribe y Pacífico), reclamaban un tratamiento separado de la cuestión del algodón.

Charveriat dedujo que, a causa de la oposición permanente de Estados Unidos, el texto no atiende los reclamos de los países en desarrollo que demandan la eliminación de las medidas de apoyo interno al algodón que distorsionan el comercio.

El enfoque del texto en el caso del algodón nos defrauda pues el G-90 esperaba un tratamiento diferente al de los demás productos en atención a la importancia de ese cultivo para varios países africanos, dijo Smaller. (

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