Venezuela compró a India medicamentos genéricos contra el sida para entregarlos gratuitamente a los 12.000 pacientes que atiende el Estado, con un ahorro de 17 millones de dólares que se destinarán a labores de prevención de la epidemia.
Las compras acompañan el acuerdo logrado en junio de 2003 por diez países latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), con varios laboratorios trasnacionales, para obtener reducciones masivas de precios en los medicamentos antirretrovirales.
Brasil también logró descuentos de 77 por ciento con la corporación Merck, para su programa de atención gratuita a 130.000 pacientes, bajo el paraguas de la campaña ”Tres por Cinco”, de la Organización Mundial de la Salud, para llevar tratamientos antirretrovirales a tres millones de personas del Sur con VIH/sida para finales de 2005.
Venezuela ”maneja una cesta de 17 productos antirretrovirales, de los cuales ocho son genéricos (seis de India y dos de Cuba) y el resto de marcas de laboratorios de países industrializados”, explicó Deisy Matos, directora del Programa de Sida en el Ministerio de Salud.
El Estado asumió la entrega gratuita de medicamentos a las personas con sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) tras una sentencia a favor de los pacientes del Tribunal Supremo de Justicia, en 2000, y destina anualmente al programa unos 30 millones de dólares.
En este país de 25 millones de habitantes, hay unas 70.000 personas con sida, según organizaciones no gubernamentales que trabajan en la cuestión, pero hay un subregistro de casos estimado en 80 por ciento. Por lo menos 300 son niños, niñas o adolescentes.
Matos dijo que cada mes se incorporan a los programas entre 250 y 300 pacientes, y calcula que su oficina atenderá a unos 15.000 para fines de este año.
Para cubrir una primera parte de su plan 2004, la oficina de Matos compró al laboratorio indio Ranbaxy los fármacos virocomb y duovir (combinación de lamivudina y zidovudina), virodin (indinavir), nevipan (nevirapina) y zidovir (zidovuvina en tabletas y jarabe). Un segundo lote se comprará al laboratorio Cipla.
Los medicamentos genéricos son menos costosos que los vendidos bajo patente y con la marca de los grandes laboratorios que los desarrollaron.
Un ejemplo del ahorro es la tableta de marca que combina lamivudina y zidovudina que cuesta 2,40 dólares, y su variante genérica india se compra a 40 centavos de dólar
Un frasco de zidovudina en jarabe (para infantes) cuesta más de 20 dólares, pero el producido por Cipla se comprará en apenas seis dólares.
Los esquemas de terapia antirretroviral (que detiene la proliferación en el organismo del VIH, virus de inmunodeficiencia humana) cuestan en Venezuela anualmente entre 200 y 500 dólares por persona.
”Para nosotros es muy importante que esos medicamentos hayan sido aprobados por la Organización Mundial de la Salud. Han demostrado ser efectivos”, observó a IPS Alberto Nieves, de la no gubernamental Acción Ciudadana Contra el Sida (ACCSI).
Igualmente ”apoyamos esta acción del Estado que permite al país ahorrar un dinero que puede destinarse a los programas de prevención, sobre lo que muy poco se ha hecho hasta ahora, y esperamos que los mejores precios contribuyan a agilizar las compras y las entregas a los pacientes, a veces dificultadas por trámites burocráticos”, dijo Nieves.
El activista pidió en particular ”programas dirigidos a los grupos de población más vulnerables”, como jóvenes, infantes y homosexuales.
Matos dijo que una de las primeras inversiones de los ahorros con las compras a India será la adquisición de 20 millones de preservativos para distribuirlos entre los grupos de riesgo y el programa Barrio Adentro.
Barrio Adentro ha colocado en las barriadas pobres de Caracas y otras ciudades a centenares de médicos cubanos que viven en medio de las comunidades para prestar asistencia básica de salud, y se ha convertido en un emblema del gobierno del presidente Hugo Chávez.
Hasta ahora, ”el programa de lucha se ha volcado a la asistencia y no a la prevención, y con escasa compilación de información epidemiológica, lo que priva al país de asistencia financiera internacional”, advirtió Edgar Carrasco, secretario del Consejo Latinoamericano y del Caribe de las organizaciones no gubernamentales que se ocupan del VIH/sida.
La principal razón es la inexistencia de estadísticas adecuadas. El subregistro en Colombia es de 10 por ciento, en los demás países andinos supera 40 por ciento, pero en Venezuela ”alcanza 80 por ciento y así no puede comprobar su situación ante el mundo”, deploró Carrasco.
Otra responsable del Consejo, Renate Koch, dijo que por esa razón Venezuela perdió la oportunidad de recibir recursos del Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, aun cuando fue uno de los países de la región que lo impulsó más activamente.