IRAQ: Un puente volátil sobre el océano Atlántico

Mientras la Autoridad Provisional de la Coalición ocupante en Iraq entregaba el poder a un gobierno nacional, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos aún tratan de allanar sus diferencias en torno del país árabe.

Tras un año de desacuerdos, la UE y Estados Unidos llegaron a la conclusión de que se necesitan mutuamente, en Iraq y en todas partes. Pero dejar atrás las diferencias se ha convertido en un difícil desafío.

Dos días antes de lo previsto, la Autoridad Provisional de la Coalición entregó este lunes en Bagdad la soberanía a un gobierno interino iraquí encabezado por el primer ministro Iyad Alawi.

El jefe de la Autoridad, el embajador estadounidense L. Paul Bremer, abandonó Iraq pocos minutos después.

La UE y Estados Unidos han procurado alcanzar una posición común sobre el futuro de Iraq en los últimos días, en especial la cumbre bilateral en Irlanda el sábado y la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Turquía el lunes.
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La cumbre concluyó con el presidente estadounidense George W. Bush declarando ”el fin de las diferencias entre las dos potencias” sobre la guerra y asegurando que la UE había prometido ayudar al gobierno interino iraquí.

”Creo que las peores diferencias sobre la guerra terminaron. Todos coincidimos en que un Iraq democrático y pacífico, con su integridad territorial intacta, irá en beneficio de todos nosotros”, dijo Bush al cabo de la reunión en Irlanda.

El primer ministro irlandés Bertie Ahern, presidente de turno del Consejo Europeo hasta fin de este mes, indicó que la reunión fue ”extremadamente productiva”, y destacó la fuerza del vínculo transatlántico, el cual, dijo, ”se basa sobre valores democráticos comunes”.

Un alto funcionario del gobierno estadounidense dijo a la prensa que fue ”la cumbre UE-Estados Unidos más productiva” desde que Bush se convirtió en presidente en enero de 2001.

”El consenso político entre Estados Unidos y la UE sobre lo que se avecina es muy claro. No hay un consenso político en retrospectiva sobre lo que sucedió en Iraq el año pasado, sino en lo que hacemos ahora”, explicó.

La UE no hizo mención, ni en declaraciones de sus representantes ni en el documento final de la cumbre, a la futura fuerza multinacional de mantenimiento de la paz, pero el funcionario estadounidense afirmó que el bloque aprobaba su despliegue.

”Esto significa que los países de la UE con tropas en Iraq no pueden ser acusadas ahora de actuar contra el consenso general europeo”, indicó el funcionario.

Pero no queda claro si este renovado optimismo durará, pues los quiebres comienzan a quedar en evidencia.

Las dos partes mostraron acuerdos en varios asuntos, incluidas la importancia de las elecciones en Iraq y la necesidad de dar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un rol más fuerte en la transferencia de la soberanía. Pero persisten diferencias fundamentales.

La declaración conjunta emitida al cabo de la cumbre de Irlanda propone ”un continuo y ampliado compromiso de la ONU en Iraq tras la transferencia de la soberanía”, incluyendo apoyo para ”el entrenamiento y equipamiento de fuerzas profesionales de seguridad iraquíes”.

Pero el texto no alude a la participación europea plena en la conformación de una fuerza militar en Iraq.

El lunes, representantes de los 26 países de la OTAN acordaron dar entrenamiento a las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno interino iraquí, pero Alemania y Francia se negaron a enviar sus instructores.

París manifestó su reticencia a tener un rol activo para la alianza de defensa occidental en terreno iraquí, e insistió en que no habrá allí ”banderas de la OTAN”.

Estados Unidos debió ceder en ese sentido. En una medida tendiente a calmar la preocupación de los líderes europeos, debió indicar que no espera que los miembros de la OTAN aporten muchos soldados a la fuerza en Iraq.

El compromiso de entrenamiento representa una reducción muy amplia de las expectativas del gobierno de Bush luego de que quedó evidente en las últimas semanas que la OTAN no estaba dispuesta a comprometer sus tropas.

”Estableceré mi visión, lideraré y dejaré caer las fichas donde deban caer”, había dicho Bush el sábado. La única opinión pública que le importa es la de los votantes estadounidenses en este año electoral, agregó.

Las encuestas en Estados Unidos muestran una caída del apoyo para la ocupación de Iraq, a media que una sucesión de atentados tendieron una sombra sobre la planificada transición del poder.

Para Bush, es importante mostrar a los votantes en su país que trabaja para mejorar la situación y que comienza a enmendar sus diferencias con Europa.

La UE no tiene un rol formal en la entrega del poder en Iraq, pero los observadores consideran que la palabra del bloque aún tiene volumen en las negociaciones.

”La UE podría contribuir con los esfuerzos políticos para asegurar la estabilidad y seguridad al apoyar la construcción de instituciones y un sistema legal y judicial, dar entrenamiento a la policía y ayudar a la creación y consolidación de estructuras de la sociedad civil”, dijo a IPS Annette Heuser, de la alemana Fundación Bertelsmann.

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