DIA DEL REFUGIADO: La ansiada vuelta a casa

– El número personas atendidas por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) disminuyó 18 por ciento en 2003, para llegar a 17,1 millones, la cifra más baja de la última década.

Las causas de esa marcada declinación son varias según el alto comisionado Ruud Lubbers, quien destacó crecientes esfuerzos internacionales por hallar soluciones para millones de pesonas desarraigadas, y entre esos esfuerzos los del propio Acnur y sus asociados, ante situaciones de refugiados que a veces se prolongan durante décadas.

La buena noticia, en vísperas de la celebración este domingo del Día Mundial del Refugiado, proviene de estadísticas provisionales sobre la situación a fines de 2003, divulgadas este jueves por la oficina del Acnur.

En 2002, el número de personas que recibían asistencia de esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) era 20,8 millones.

La declinación resulta aun más evidente y se eleva a 22 por ciento si se toman en cuenta los datos de comienzos de 2001, cuando Luubers, ex primer ministro de Holanda, asumió sus funciones en la oficina que tiene sede en esta ciudad suiza. En aquella época, el número de personas auxiliadas por el Acnur ascendía a 21,8 millones.

La agencia atiende a personas obligadas a abandonar sus países porque corren peligro su existencia o su libertad. En más de 50 años, ayudó a reencauzar sus vidas a más de 50 millones de refugiados.

Luubers remarcó de manera especial, en su mensaje para el Día Mundial del Refugiado, que a pesar de las concepciones dominantes en algunos países, principalmente industrializados, la gran mayoría de esos 50 millones de personas regresaron a sus países de origen, a menudo devastados.

El Acnur ha emitido declaraciones críticas cada vez que en los últimos años los países de la Unión Europea u otros del mismo continente, como Suiza, han endurecido sus políticas de asilo.

La oficina del Acnur en Austria lanzó esta semana una campaña con carteles en la vía pública que tiene por objetivo modificar ”la forma en que son presentados al público” los solicitantes de asilo, dijo Gottfried Koefner, representante de la institución.

En contraste con la opinión popular, los solicitantes de asilo no son responsables de la mayoría de los delitos relacionados con la droga que se cometen en Austria, sostuvo la oficina.

En realidad, 74 por ciento de esos delitos son cometidos por ciudadanos austríacos y no por los potenciales refugiados africanos, frecuentemente señalados como responsables, insistió.

Los refugiados desean con desesperación retornar a sus hogares, como probaron de manera dramática las crisis de la provincia serbia de Kosovo y las Camboya, Mozambique y Timor Oriental, alegó Luubers.

En opinión del Acnur, la mejor solución para los refugiados es la repatriación voluntaria, una vez que las condiciones en el país de origen han vuelto a la normalidad. Así retornaron a sus hogares 1,1 millones de personas el año pasado.

De ellas, el mayor grupo estuvo formado por unos 646.000 afganos, que llevaron a tres millones el número de refugiados y desplazados que volvieron a Afganistán después de 2002, una vez que se normalizó relativamente la situación posterior a la invasión encabezada por Estados Unidos a fines de 2001.

El año pasado, otros grandes contingentes de refugiados tomaron el camino de retorno a Angola, Bosnia Herzegovina, Burundi, Costa de Marfil, Croacia, Eritrea, Liberia, Ruanda, Sierra Leona y Somalia, a pesar de que en varios de esos países las condiciones están lejos de ser ideales, observó el Acnur.

El total de 17,1 millones de personas atendidas en 2003 por el Acnur se desglosa en 9,7 millones de refugiados, 1,1 millones de ex refugiados que han retornado a sus países, 4,2 millones de desplazados internos, 233.000 ex desplazados internos, 995.000 solicitantes de asilo y 912.000 de otras categorías, que incluyen a personas sin patria.

De esas personas, a fines de 2003 había 5,4 millones en Europa, mientras que en un área que abarca Asia central, Asia sudoccidental, Africa del norte y Medio Oriente (Caswaname, por las siglas en inglés de esas regiones) había cuatro millones, otros cuatro millones estaban en Africa subsahariana, 2,3 millones en América y 1,4 millones en Asia-Pacífico.

Los principales cinco países de asilo en 2003 fueron Pakistán con 1,1 millones; Irán con 985.000; Alemania con 960.000; Tanzania con 650.000 y Estados Unidos con 452.500. En esos cinco países hubo el año pasado disminuciones del número de refugiados, que oscilaron de dos a 25 por ciento.

La nacionalidad con mayor número de refugiados es la afgana, con 2,1 millones; seguida por la sudanesa con 606.000 y la burundiana con 531.600.

Las solicitudes de asilo o de reconocimiento como refugiado en 2003 sumaron 807.000 y fueron presentadas en 141 países.

El mayor número de solicitantes fueron rusos (38.900), seguidos por chinos (37.100), serbios y montenegrinos (36.700), congoleños (de República Democrática del Congo, 35.800), turcos (33.800), iraquíes (32.100), colombianos (29.400), afganos (22.400) y nigerianos (21.300).

Unos 150.000 solicitantes de asilo obtuvieron el año pasado el reconocimiento como refugiados, y otros 40.000 recibieron autorizaciones de residencia por razones humanitarias.

Cuando los refugiados no pueden regresar a sus hogares, el Acnur y sus asociados les buscan una de dos soluciones: la integración en los países de su primer asilo o, si eso no es posible, el reasentamiento en un tercer país.

Eso requiere gran generosidad de los países de asilo, que a menudo son pobres, y del relativamente escaso número de países, en su mayoría industrializados, que aceptan el reasentamiento de refugiados, comentó Luubers.

/*Esta versión corrige la fecha del Día Mundial del Refugiado en el tercer párrafo de la transmitida a las 22.22 GMT/

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