Concentrar la atención de la comunidad internacional en hacer realidad las Metas de Desarrollo del Milenio establecidas por la ONU para 2015 podría ser contraproducente, según el Banco Mundial.
Tomar medidas intensas para cumplir con algunos de los objetivos asumidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) podría no ser sustentable, dijo a IPS Kirk Hamilton, economista a cargo de estudios sobre ambiente en el Banco Mundial.
"Imagine un país que lance una política de agricultura intensiva para erradicar la pobreza y el hambre para 2015. ¿Tal política sería sustentable? La experiencia sugiere que la respuesta es no", explicó.
Hamilton y el vicepresidente del Banco Mundial a cargo de desarrollo sustentable, Ian Johnson, presentaron en París un estudio según el cual deberían establecerse metas para un horizonte 35 años más lejano que el previsto por la ONU.
Entre las Metas acordadas por numerosos jefes de Estado y de gobierno figuran garantizar para 2015 la educación universal de niños y niñas, y reducir a la mitad, respecto de 1990, la población de pobres, de hambrientos y sin acceso a agua potable ni medios para costearla.
Otros objetivos establecidos en 2000 por los 189 países entonces integrantes de la ONU son promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades y garantizar la sustentabilidad ambiental.
Hamilton sostuvo que el crecimiento económico es esencial para reducir la pobreza, y por lo tanto lo sería para alcanzar las metas de desarrollo del milenio en 2015.
"Pero el crecimiento a cualquier costo no es sustentable. Se necesita un crecimiento responsable para sustentar la mejora del bienestar humano en cuanto a consumo, salud, educación y equidad social", manifestó el experto del Banco Mundial.
Los bosques son un ejemplo, según Hamilton. "Si se concentra la atención solo en la protección del ambiente, se perderán, por cierto, oportunidades para reducir la pobreza", advirtió.
La tala de madera, así como la cosecha y venta de productos como frutas silvestres, leña y plantas medicinales, redundan en una enorme actividad económica, según Hamilton.
"Hay una dificultad inherente en proteger bosques" cuyos recursos son objeto de una "alta demanda para una gran gama de usos por grupos que compiten dentro de la sociedad", explicó.
"En consecuencia, un enfoque dual, que cubra la protección y el uso productivo, es esencial para el desarrollo sustentable", añadió el experto.
La meta de mejorar la salud es otro ejemplo, indicó Hamilton.
"Diez millones de niños mueren cada año en los países en desarrollo. La mitad de estas muertes se deben a enfermedades como diarrea, que podrían prevenirse con una política de aguas adecuada", sostuvo.
Hamilton es coautor de un informe del Banco Mundial publicado el miércoles según el cual la implementación de políticas de desarrollo sustentable de largo plazo es más importante que el cumplimiento de las Metas del Milenio.
El estudio, titulado "Crecimiento responsable para el nuevo milenio", fue presentado por Johnson en París.
Para Johnson, convertir en realidad las Metas del Milenio puede contradecir el objetivo de alcanzar un desarrollo sustentable. "Por eso es que el nuevo estudio del Banco Mundial se concentra en políticas de desarrollo de largo plazo, y fija el año 2050 como horizonte de análisis".
La publicación propone varias líneas de acción en áreas a las que considera cruciales para el desarrollo sustentable, como agricultura, energía, manejo de agua, ambiente y comercio.
El informe "se inspira en el esfuerzo de alcanzar las Metas del Milenio para 2015, pero va más allá, hacia 2050, para percibir un futuro que es mucho más próspero y equitativo que el presente", sostuvo Johnson.
Es posible una reducción sustancial de la pobreza aunque se prevé un aumento de la población mundial de los actuales 6.000 millones de habitantes a 9.000 millones en 2050, según el informe del Banco Mundial.
El producto interno bruto de los países de mediano y bajo ingreso podría aumentar más de tres por ciento anual, repitiendo el rendimiento alcanzado en los años 60 y 70, añade el estudio.
Sobre la base de estas cifras, "el ingreso mundial podría superar los 135 billones de dólares par 2050", y "40 por ciento de ese crecimiento podría darse en países de pequeño y mediano ingreso, duplicando su participación actual de 20 por ciento", según Hamilton y su equipo.
De acuerdo con esos cálculos, el promedio de ingreso por habitante alcanzaría los 6.300 dólares anuales. "Con tal ingreso, las necesidades básicas de techo, alimentación y vestimenta serían más que cubiertas, y la gente estaría más sana y más educada", indica el estudio.
El informe anticipa un fuerte crecimiento de la población en las ciudades de países de bajo y mediano ingreso. "El mundo tendrá en 2050 más de 65 por ciento de su población en áreas urbanas" y la infraestructura debe crecer a un ritmo acorde, señalaron los autores.
Ese crecimiento representa un enorme desafío ambiental, pero también una gran oportunidad, según el informe. "Con la mayoría de esas inversiones aún sin determinar, éstas podrían contribuir a un desarrollo urbano ambientalmente sustentable", prevé.
Pero la distribución del ingreso debe cambiar radicalmente, según Johnson. "Es insostenible que 20 por ciento de la población mundial concentre 80 por ciento del ingreso", advirtió. ***** +Grupo del Banco Mundial (http://www.bancomundial.org/) +Página de la ONU sobre las Metas del Milenio (http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/) (FIN/IPS/traen-mj/jg/ss/dv if co 77/04)