Milicias árabes abrieron en la occidental región sudanesa de Darfur una violenta crisis humanitaria que causó miles de muertes, obligó a un millón de personas a abandonar sus hogares y a 150.000 a refugiarse en el vecino Chad.
Pero el secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, se han negado a tipificar el comportamiento de las milicias Janjaweed como un genocidio.
Veinte mil personas, dentro y fuera de Estados Unidos, avalaron con su firma un pedido de acción humanitaria urgente contra lo que denominan el genocidio en Darfur, informó el director ejecutivo de la organización no gubernamental Africa Action, Salih Booker.
Queremos una intervención inmediata conducida por Estados Unidos para detener la matanza, dijo Booker.
La petición será presentada a Powell esta semana, luego de que regrese de Sudán, donde se reunió el martes con el presidente, general Omar Hassan al Bashir.
Jartum es claramente responsable del genocidio en Darfur, pero continúa negando su responsabilidad y obstruyendo el acceso a la región de la ayuda humanitaria, dijo Booker.
Más que atravesando medio mundo para dialogar con este régimen asesino, Powell lograría mucho mejor resultado simplemente pronunciando la palabra 'genocidio', agregó el activista.
Powell declaró a la prensa en Jartum: Esto que vemos es un desastre, una catástrofe y podemos encontrar el calificativo correcto más tarde. Ahora tenemos que tratar el problema.
La directora ejecutiva del no gubernamental Comité Estadounidense para los Refugiados, Lavinia Limón, dijo que el presidente (George W.) Bush debe llamar este crimen por su nombre correcto: genocidio, y actuar inmediatamente para detenerlo.
El gobierno de Sudán, acusado de apoyar a las milicias Janjaweed, negó estar involucrado en las matanzas.
Pero Annan mostró cautela. Basado sobre los informes que recibí, no puedo hablar en este momento de genocidio. Hay violaciones masivas del derecho internacional humanitario, pero no estoy listo para hablar de genocidio o limpieza étnica.
En cuanto a la responsabilidad del gobierno sudanés, agregó: No tengo evidencia específica, pero por todos los informes podrían hacer algo acerca de Janjaweed.
A fines de esta semana, se prevé que Annan se reúna con funcionarios de Sudán para presionar al gobierno con el fin de que se admita el libre acceso de trabajadores humanitarios en Darfur.
Africa Action consideró que las visitas de Powell y Annan a Jartum han sido peligrosamente ingenuas.
Luego de una gira de 13 días a comienzos de junio, la experta de la ONU Asma Jahangir se declaró anonadada por la cantidad de asesinados por las milicias janjaweed.
No hay duda de que el gobierno islámico y árabe en Jartum patrocinó, armó o reclutó a las milicias, informó Jahangir, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias.
Los Janjaweed —que, al igual que sus víctimas, son musulmanes— con frecuencia usan uniformes del ejército regular y vehículos oficiales, añadió.
Al parecer, Estados Unidos no quiere presionar a Jartum con el fin de preservar el acuerdo de paz firmado el mes pasado entre el régimen de Bashir y el Ejército para la Liberación del Pueblo de Sudán, que representa a la población negra del sur del país que practica el cristianismo y religiones tradicionales africanas.
El acuerdo podría poner fin a 21 años de guerra civil.
Pero a menos que resolvamos la situación de Darfur y lo hagamos correctamente, el convenio entre Sudán y los insurgentes del sur estará en riesgo, admitió Powell el martes.
El presidente de la organización no gubernamental TransAfrica Forum, Bil Fletcher, dijo a IPS que la comunidad internacional siempre ha sido lenta en responder a los conflictos internos en cualquier país.
Pero nada de eso sirve de excusa par la lentitud ante la crisis en Darfur, consideró. Esto es claramente un desastre humanitario, con miles de muertes y desplazamientos masivos, una guerra civil que se ha transformado en limpieza étnica.
La comunidad africana, en especial la Unión Africana de 56 miembros, debe hacer una firme demostración de oposición a la actitud de Sudán, sostuvo el activista.
Este proceso podría tener éxito sólo si una fuerza militar internacional se despliega de inmediato, agregó. Esta fuerza debe ser facultada por la UA o por la ONU, que tendrá que darle apoyo financiero y logístico.
Por su parte, Booker llamó a Estados Unidos a movilizar algunos de los 2.000 soldados que tiene apostados en el cercano Djibouti al frente de una fuerza multinacional que dé garantías de seguridad, facilite el acceso de la asistencia humanitaria y ponga en vigor el cese del fuego antes de que se forme un contingente de la ONU.
