La compañía petrolera Shell recibió en un solo día una intensa lluvia mundial de acusaciones por supuestos daños al ambiente y a la salud en todo el mundo.
La organización ambientalista Amigos de la Tierra Internacional puso de relieve este miércoles problemas ambientales originados, al parecer, por las operaciones de Shell en la localidad oriental rusa de Sajalin, en el delta del río Niger en Nigeria y hasta en Texas, Estados Unidos.
Amigos de la Tierra recopiló informes de sus afiliados en esas áreas en el informe Detrás del brillo: el otro informe Shell 2003, cuyo título alude al reporte anual del Grupo de Compañías Royal Dutch/Shell, publicado el 10 de este mes.
La organización ambientalista internacional presentó su informe este miércoles en el recinto de la Cámara de los Comunes (rama baja parlamentaria británica).
Shell afronta numerosas demandas legales en Texas, en Manila y en la ciudad brasileña de Sao Paulo, entre otras ciudades.
Activistas apoyados por Amigos de la Tierra Internacional promueven en Gran Bretaña reformas legales que permitan entablar acciones judiciales en Londres contra compañías británicas que actúen irresponsablemente en el exterior.
Los activistas se entrevistarán esta semana con legisladores y planifican protestas para presionar a la asamblea de accionistas de Shell, que comenzará este lunes en Londres.
Se requiere responsabilidad empresarial para el desarrollo sustentable, dijo el director de la organización, Tony Juniper. Ya hemos visto las limitaciones del enfoque voluntarista de la responsabilidad empresarial. No funciona, y necesitamos un cambio, añadió.
Shell no cumplió con sus promesas de hace un año, según activistas. La situación ha empeorado desde la última asamblea general anual de la compañía, advirtió Desmond D'Sa, de la sudafricana Alianza Comunitaria Ambiental del Sur de Durban
Las palabras de Shell no se tradujeron en mejoras, dijo D'Sa. Shell usa equipos obsoletos y antiguos en Durban, pero éstos son nuevos y seguros en Dinamarca, consideró el ambientalista sudafricano.
Si Shell puede ser limpio en Dinamarca, entonces puede ser limpio en Durban. Hay tantos derrames de petróleo en mi ciudad que la compañía dejó de contarlos. También sufrimos constante asfixia y explosiones por las emisiones desde las instalaciones de Shell, acusó.
D'Sa acusó a Shell de los elevados índices de asma, leucemia y cáncer que se sufren en su comunidad.
El activista texano Hilton Kelley, de Port Arthur, dijo que Shell no cumplió sus promesas de mejorar la situación ambiental en torno de la refinería de Motiva.
Por el contrario, los gerentes de Motiva intentan minimizar nuestros esfuerzos por la reducción del devastador impacto de sus operaciones en mi comunidad, explicó.
Quienes viven alrededor de la refinería no trabajan allí, pero en las cercanías hay una elevada incidencia de asma y leucemia coma consecuencia de las sustancias cancerígenas que emite la fábrica, entre ellos butadiene, benzeno, óxido nitroso y sulfuro de hidrógeno, afirmó Kelley.
Una portavoz de Shell declaró que la dirección de la compañía estuvo comprometida con muchas de las organizaciones participantes en el informe de Amigos de la Tierra, y que representantes de esas instituciones participaron en reuniones de la firma petrolera a alto nivel.
Continuaremos con ese compromiso, afirmó. Shell reconoce la dimensión de los desafíos que afronta, y cree haber hecho considerables avances, aseguró la portavoz.
Cada una de las firmas del grupo empresarial representadas en la asamblea general del año pasado y muchas otras se implementaron planes de acción específicos para fortalecer la comunicación y la comprensión de los asuntos, y para comenzar a atender algunas de las preocupaciones de las comunidades, dijo.
Shell anunció planes para eliminar las llamaradas en sus instalaciones para 2008, pues esa parte del proceso de refinación libera gases peligrosos en la atmósfera.
Pero algunos activistas creen que ese plan se cumplirá sólo en 2015, a pesar de que en todas las refinerías de Shell podrían eliminarse las llamaradas, como ya sucede en las de Dinamarca.
Las nuevas acusaciones de Shell se registran en momentos en que la firma está bajo el microscopio de expertos y accionistas por sobrestimar sus reservas petroleras.
La firma revisó a la baja sus reservas cuatro veces desde enero, por lo que cunden las dudas sobre la cantidad de crudo a la que tiene acceso en realidad.
Pero Juniper admitió que el caso de Shell no es único. Podríamos celebrar una conferencia de prensa similar a ésta con la mayoría de las grandes empresas petroleras, dijo.
La intención de Amigos de la Tierra, empero, es comparar lo que Shell dice con sus acciones reales, afirmó el activista.
Shell, por ejemplo, asegura haber gastado 70 millones de dólares en proyectos beneficiosos para la comunidad en el delta del Níger. Pero el activista nigeriano Oronto Douglas acotó: Eso es mucho dinero, y no lo hemos visto a nivel comunitario. Mucho dinero va a líderes corruptos, no a las comunidades.
