Más de siete millones de los casi 12 millones de refugiados del mundo terminan depositados, al menos 10 años, en áreas peligrosas de frontera o en barrios miserables, advirtieron expertos de Estados Unidos.
Depositar los refugiados durante largos periodos es tanto legalmente indefendible como moralmente inaceptable, según los autores del Informe Mundial anual del no gubernamental Comité de Estados Unidos para los Refugiados (USCR).
Los autores del estudio percibieron, asimismo, un gran aumento en 2003 en la cantidad de desplazados internos, como se denomina a las personas obligadas a abandonar sus hogares pero que aún viven en sus países.
Depositar a los refugiados es mantenerlos en prolongada condición de restricción de movimientos, inactividad forzada y dependencia, sus vidas en espera indefinida, explicó el editor del informe, Merrill Smith.
Esos mecanismos constituyen una violación de sus derechos básicos bajo la Convención sobre Refugiados de 1951, agregó. En campamentos o no, los refugiados son 'depositados' cuando se los priva de la libertad para seguir una vida normal, consideró el experto.
El lanzamiento del informe marca el inicio de una campaña mundial dirigida a presionar a los gobiernos y a la comunidad internacional para que los refugiados gocen de todos los derechos que les asigna la Convención, anunció.
El informe de este año marca una caída en la cantidad de refugiados y solicitantes de asilo de 13 millones a fines de 2002 a 11,9 millones a comienzos de 2004.
Buena parte del descenso corresponde al retorno de unos 613.000 refugiados afganos desde Irán y Pakistán y el de 130.000 a Angola, tras 27 años de guerra civil.
En contrapartida, los desplazados internos aumentaron de 22 millones a comienzos de 2003 a 23,6 millones a fin de año.
Los mayores incrementos ocurrieron en Africa subsahariana, en especial en Sudán, donde hasta un millón de negros fueron obligados a abandonar sus hogares en la occidental provincia de Darfur como consecuencia de los ataques de fuerzas del gobierno y de milicias árabes.
Unos 120.000 cruzaron la frontera hacia Chad, pero el resto permanecen en Sudán.
Como no cruzan las fronteras internacionales, los desplazados internos son más difíciles de rastrear que los refugiados. Por lo tanto, según el informe, la cantidad real de los existentes en cada país puede ser aun mayor que los cálculos de USCR.
Por otra parte, los desplazados no gozan, generalmente, de los mismos derechos, protecciones y cuidados atribuidos por la Convención de 1951 a los refugiados.
Sudán concentra 20 por ciento de los desplazados internos del mundo, es decir 4,8 millones de desplazados, seguido por República Democrática de Congo, con 3,2 millones, Colombia, con casi tres millones, y Uganda, con 1,4 millones.
Africa, que debe lidiar contra el sida y el menor ingreso por habitante del mundo, tiene 13,1 millones de desplazados internos, la mitad de los del mundo.
Seis países de la región —Sudán, Republica Democrática del Congo, Uganda, Angola, Costa de Marfil y Liberia— tienen cada uno más de medio millón de personas en esa condición a fines de 2003.
De acuerdo con la suma de los refugiados y los desplazados internos, 13,9 millones de africanos fueron desarraigados en los últimos cinco años, advierte el informe.
La principal fuente de desarraigo en Africa ha sido Sudán (5,4 millones), República Democrática de Congo (3,6 millones), Uganda (1,4 millones), Angola (1,3 millones), Liberia (884.000) y Burundi (755.000).
Tras el retorno de cientos de miles de afganos a sus hogares tras la caída del movimiento islámico Talibán en 2001, el principal contingente de refugiados del mundo en 2003 era el de los palestinos: son tres millones, divididos entre Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano y otros países de Medio Oriente, región que, como consecuencia, alberga a 37 por ciento del total mundial de refugiados.