POBLACION-CHINA: Preocupa «calidad genética»

La liberalización de las leyes sobre matrimonio reanimó en China viejos temores sobre la ”calidad genética” de la población, pues muchos expertos pronostican un aumento de nacimientos de bebés con defectos.

Un millón de niños, o uno de cada 17, nacen cada año con discapacidades en el país más poblado del mundo, donde la eugenesia —aplicación de las leyes biológicas sobre herencia al propósito de perfeccionar la especie humana— es una política oficial del estado.

Pero esa cantidad podría aumentar en el futuro, según expertos en salud, pues la mayoría de las parejas recién casadas optan por no someterse a exámenes médicos dirigidos a constatar su aptitud para ser padres.

Esas pruebas, obligatorias hasta octubre pasado, demostraron ser muy impopulares entre el público. La práctica recibió condenas de organizaciones de derechos humanos, según las cuales era el origen de esterilizaciones y abortos forzados.

Al parecer, la abolición del examen obligatorio es el preámbulo para la introducción de una cláusula sobre protección de los derechos humanos en la constitución china.

Pero el profesor Liang Jimin, vicedirector del instituto de reproducción de la Asociación China de Población, sostuvo que la prueba médica era esencial para reducir el nacimiento de niños con defectos congénitos.

Uno de cada cuatro de nacimientos de niños con defectos atribuibles a factores hereditarios pueden impedirse mediante exámenes médicos de rutina, sostuvo Liang.

En un seminario sobre salud reproductiva, el experto afirmó que 300.00 niños nacieron con defectos prevenibles y que a otros 700.000 se les diagnosticó problemas de salud en una etapa tardía de la gestación.

”El cuidado prenatal es esencial para criar niños inteligentes y saludables”, dijo Liang a la agencia estatal de noticias Xinhua.

En China, según el especialista, viven unos cuatro millones de menores de 14 años con retardo intelectual por factores hereditarios, ambientales, nutricionales y de otros tipos.

La prevención de los ”nacimientos inferiores” ha sido una de las piedras angulares de la política eugenésica del Estado chino.

China promulgó en 1995 la Ley Nacional Eugenésica, cuyo nombre fue cambiado luego a Ley sobre Salud Materno-Infantil en respuesta al escándalo que la norma originó en el extranjero.

La ley impuso exámenes premaritales en busca de enfermedades hereditarias, venéreas o contagiosas en alguno de los integrantes de la pareja, con la finalidad de impedir los ”nacimientos inferiores”.

El holandés Frank Dikotter, experto holandés en historia de la eugenesia china, sostuvo que el gobierno fomenta la percepción de que el Estado tiene el deber de intervenir en la vida íntima de los ciudadanos para restringir el crecimiento demográfico y mejorar la calidad de la nación.

”El conocimiento médico exhibido en las campañas eugenésicas no sirve para tomar decisiones individuales informadas en materia reproductiva, sino como mensaje de contención sexual y de deber reproductivo en nombre de la salud colectiva”, escribió Dikotter en su ensayo ”Imperfect Conceptions” (”Concepciones imperfectas”).

La idea de fortalecer y adecuar la raza china se remonta a la etapa previa al régimen comunista iniciado en 1947.

A comienzos del siglo XX, las instituciones académicas chinos adoptaron como propios los modelos de la ciencia y la medicina occidentales, y comenzaron a alentar la renovación de una nación a la que consideraban inferior a las restantes.

Se publicaron entonces varios libros sobre eugenesia, que proponían diversos métodos para ”mejorar” la raza china. El reformador Kang Youwei abogó por la esterilización de los discapacitados y de los retardados mentales.

El médico Pan Guangdan, considerado el padre de la eugenesia china, creó un Comité Chino de Higiene Racial con la intención de promover la ”ciencia del avance racial”.

Esta preocupación histórica con la herencia y la genética llevó a los funcionarios del sector de la salud a dejar de lado la importancia de los factores ambientales y nutricionales.

Por ejemplo, la ausencia de minerales en la región de las infértiles áreas montañosas chinas son responsables de enfermedades como la denominada Kashin Beck, propia de este país.

La occidental provincia de Shanxi tiene una de las incidencias más altas de defectos congénicos del mundo, atribuido a la contaminación del agua y del aire así como a la falta de vitamina B.

De hecho, el propio Liang admitió que la suerte de 65 por ciento de los bebés nacidos con discapacidades es consecuencia de la mala alimentación y el escaso cuidado, y en otro 15 por ciento de los casos, de la contaminación.

La Academia China de Medicina Preventiva y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revelaron que 39 por ciento de los niños y niñas de áreas rurales sufren retrasos en el crecimiento físico como consecuencia de la desnutrición.

Según el Banco Mundial, más de un cuarto de los niños de áreas rurales sufren anemia, raquitismo u otras enfermedades vinculadas con la falta de vitaminas y proteínas.

Al menos 13 bebés murieron y muchos más sufrieron deformaciones en la oriental provincia de Anhui, como consecuencia del consumo de leche en polvo adulterada. El escándalo que sirvió el mes pasado como recordatorio de la importancia de la seguridad alimentaria y sanitaria.

La leche contenía apenas una pequeña parte de la cantidad recomendada de proteínas, hierro y otros nutrientes.

Dos centenares de niños desarrollaron un mal al que los médicos denominaron ”enfermedad de cabeza grande”: la cabeza crecía desmesuradamente, mientras el resto del cuerpo se atrofiaba.

Luego del escándalo, las autoridades afianzaron sus controles y, en consecuencia, rechazaron la fórmula de leche en polvo de 45 fabricantes.

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