PETROLEO: Ni la voz saudita detiene los precios

El precio del petróleo alcanzó esta semana máximos históricos. Ni la oferta de Arabia Saudita de aumentar la producción de crudo pudo detener la espiral alcista en los mercados, y las economías del Sur encajan el embate del alza en el costo del combustible.

El crudo de referencia estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), cerró la semana a 41,38 dólares el barril (de 42 galones o 159 litros) en el mercado de Nueva York, después de alcanzar picos de 41,56 dólares.

Se trata de los precios más altos en los 21 años que la bolsa neoyorquina lleva registro de transacciones en mercados a futuro. El precio anterior más alto, de 41,15 dólares por barril, se registró el 10 de octubre de 1990, cuando Kuwait estaba invadido por Iraq.

Sólo que, restando la depreciación del dólar como consecuencia de la inflación, 40 dólares de 1990 equivalen a unos 60 en la actualidad, según un estudio de la trasnacional británica British Petroleum.

En Londres, el crudo Brent, precio de referencia europea, cerró en alza, a 38,80 dólares, casi dos dólares más que al cierre de la semana precedente.

La cesta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se vendió durante la semana a un promedio de 36,41 dólares el barril, 1,20 dólares más que la semana anterior, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.

La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.

En 2000, la organización adoptó como objetivo vender su canasta de crudos a entre 22 y 28 dólares el barril, pero desde diciembre del año pasado el precio está por encima de 28 dólares.

Según el ministerio venezolano, el comportamiento de los precios responde en primer lugar a la preocupación porque el suministro de los países productores no sea suficiente para atender el crecimiento de la demanda petrolera mundial, que subiría este año entre 1,8 y dos millones de barriles por día.

El mundo demanda casi 80 millones de barriles cada día, y Estados Unidos concentra la cuarta parte de esa cantidad.

La demanda ha crecido principalmente por un mayor consumo de gasolina en Estados Unidos, con más vehículos todo-terreno que se espera abarroten las carreteras durante las vacaciones del próximo verano boreal.

Estados Unidos devora cada día más de nueve millones de barriles de gasolina, 45 por ciento del consumo de ese combustible en el mundo, y cada vez que las existencias descienden —como la última semana, que pasaron de 204 a 202,5 millones de barriles— los precios del crudo tienden a subir.

Las refinadores procuran hacerse de provisiones de crudo para compensar parcialmente los rezagos del parque refinador, que tiene cuellos de botella, y trasladan esos costos a los distribuidores, que venden gasolina a precios cada vez más altos.

Pero la novedad es la emergencia sostenida de mercados como India y sobre todo China, convertida en el segundo y creciente consumidor mundial de petróleo, con una demanda de más de seis millones de barriles diarios.

Cada día, en las calles de Pekín, ruedan 1.000 autos nuevos.

El segundo factor es la situación geopolítica en el Medio Oriente. Los operadores en los mercados de Londres y Nueva York muestran aprensión ya no sólo por la producción y despacho de crudo en Iraq, sino porque los atentados de extremistas islámicos afecten la capacidad de suministro de Arabia Saudita.

Arabia Saudita extrae por encima de 8,5 millones de barriles por día y está en capacidad de sumar rápidamente hasta dos millones de unidades a su oferta.

Sin embargo, esta semana la espiral alcista resistió incluso una declaración saudita, que en el pasado calmaba los mercados y obraba el milagro de bajar los precios.

El ministro petrolero saudita, Alí al-Naimi, propuso que la OPEP aumentase en millón y medio su producción, la que ha recortado en los últimos dos años para apuntalar los precios y se cifra oficialmente en 23,5 millones de barriles por día, excluido Iraq.

”El reino piensa que un aumento en el límite de producción de la OPEP es esencial para mantener el equilibrio de la oferta y la demanda. El aumento deberá ser por lo menos de 1,5 millones de barriles diarios”, dijo al-Naimi en un comunicado el lunes.

Los precios retrocedieron hasta promediar la jornada del martes tras el anuncio saudita, pero luego recobraron su impulso ante un mercado que los consideró insuficientes: la OPEP no ha recogido la sobreproducción que ella misma admite, de 1,5 millones de barriles diarios, respecto del límite que se autoimpuso.

La OPEP se reunirá el 3 de junio en Beirut y podría modificar su oferta a partir de julio, aunque una reunión informal extraordinaria puede adelantar resultados desde la próxima semana, porque a partir del 21 de mayo se darán cita en un foro en Amsterdam los ministros de países productores y consumidores.

Amsterdam será una oportunidad para que además de los países industrializados, las naciones consumidoras del Sur en desarrollo expongan sus reclamos ante la OPEP, como ya han hecho Filipinas y los gobiernos de América Central.

Este viernes se sumó al pedido de que la OPEP aumente producción para aumentar los precios la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, cuyo país debió subir la gasolina 25 por ciento este año y la expende a entre 2,25 y 2,34 dólares el galón (3,8 litros), es decir, como la estadounidense más cara, que se expende en California.

También en Chile, que importa 90 por ciento del petróleo que consume, la Empresa Nacional de Petróleos decidió un alza de cinco por ciento en la gasolina, que se expende a 90 centavos de dólar el litro, aunque ese valor equivale a 50 centavos de 1990.

La propuesta saudita de lanzar más crudo al mercado tropieza con resistencias dentro de la OPEP, siendo la más visible la de Venezuela, cuyo ministro de Energía, Rafael Ramírez, sostuvo que ”es inconveniente”.

”El mercado está suficientemente abastecido y más bien existe una sobreoferta de 1,5 millones de barriles diarios”, calculó Ramírez.

Duro y directo, el presidente venezolano Hugo Chávez dijo: ”Antes que nosotros, debería hacer algo el gobierno de Estados Unidos, por la demostrada incapacidad de su fuerza invasora para controlar no la producción petrolera, sino ni siquiera el orden público en Iraq”.

”No pueden garantizar la producción ni los suministros de Iraq, y eso se ha extendido al Golfo Pérsico”, agregó Chávez.

Además, el mandatario venezolano propuso que más bien la OPEP revise su banda de precio, de 22-28 dólares, ”y la lleve a una nueva, que podría ser de 25 a 30 dólares. Sería más justa, porque vamos a comparar un dólar de ahora con el de hace años”.

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