MUSICA-MEDIO ORIENTE: El laúd cae en el olvido

El laúd árabe, el instrumento de cuerdas típico de Medio Oriente que conquistó Occidente en la Edad Media, es cada vez menos valorado por los jóvenes en su región de origen, ahora más interesados en ritmos modernos difundidos por las emisoras de radio y televisión.

El laúd (cuyo nombre deriva de la palabra árabe ”oud”, que significa ”madera” o ”vara flexible”), es el principal instrumento en toda ”takhet” (orquesta típica árabe). Hasta hace unas décadas, era común que en toda familia de Medio Oriente hubiera alguien que lo supiera tocar.

Pero los sonidos de este elegante instrumento se oyen cada vez menos en la moderna sociedad árabe, donde los jóvenes músicos se inclinan más por los ritmos pop y los vídeos del canal musical estadounidense MTV.

La música ha sido entre los árabes, como en toda sociedad, parte integral de la vida diaria, desde las simples recitaciones tribales en la era preislámica hasta el nacimiento del ”rabbah”, una suerte de violín de dos cuerdas.

Pero fue el laúd el instrumento que conquistó a los árabes, y ahora es todo un símbolo de su cultura. Aún se lo puede ver en algunas orquestas que acompañan a cantantes populares.

”Solíamos reunirnos alrededor del fuego luego de un largo día de viaje a través del desierto. Luego de cenar, se traían los laúdes y nos dejábamos atrapar por sus notas hasta la noche”, recuerda Abdulá Al Abed, un anciano de Dubai, Emiratos Arabes Unidos.

”Todavía voy a cualquier concierto de laúd árabe que haya en el emirato o en cualquier otra parte, pero cada vez hay menos. Las nuevas generaciones prefieren otros tipos de música. La tradicional, tristemente, tiene pocos seguidores”, añadió.

El laúd árabe tiene una caja de resonancia con forma de pera, seis pares de cuerdas y un clavijero más inclinado que el de la guitarra. Originalmente, el mástil tenía trastes, pero luego éstos fueron suprimidos. Aún las cuerdas se tañen con un plectro de hueso llamado ”rish”.

”Se descubrieron dibujos de instrumentos similares al laúd en piedras talladas en Egipto y en Mesopotamia. Los persas y los indios lo tocaban hace siglos. Pero fueron los árabes los que lo perfeccionaron, le dieron su nombre, y lo llevaron a Occidente”, explicó Mansour Al Awad, un aficionado al instrumento.

La fabricación de laúdes es todo un arte. La madera que se utiliza debe tener características especiales. No debe ser porosa, pero sí muy flexible. Sólo el palo de rosa y la caoba cumplen con estos requisitos.

En sus orígenes, el laúd tenía cuerdas de tripa, pero ahora son hechas de nailon.

”Lamentablemente, hoy pocas veces escuchamos conciertos de laúd. Un amigo quería aprender a tocarlo, pero, paradójicamente, hoy hay muy pocos lugares en que se pueda aprender a tocar este instrumento tradicional árabe”, dijo Mansour.

”Hay muchas escuelas que enseñan guitarra, piano y otros instrumentos occidentales, pero en es verdaderamente muy difícil encontrar un profesor de laúd árabe”, añadió.

Historiadores señalan que el laúd llegó a Europa en la Edad Media y desplazó a otros instrumentos cordófonos punteados.

Pero también adquirió características de éstos, cuando en el siglo XII evolucionó el concepto de armonía y se introdujeron los acordes. En este proceso, el laúd pasó a tener un sonido más parecido al de la vihuela española, y fue así adoptado como un instrumento europeo más.

”En los siglos XVI y XVII, el laúd era muy popular en Europa como instrumento solista y como parte de orquestas. A mediados del siglo XVIII, el mayor rival del laúd, la guitarra española, más simple en su construcción y más fácil de tocar y transportar, ganó finalmente la batalla por la popularidad”, explicó un portavoz del museo Aldea del Patrimonio de Dubai.

Otros instrumentos que descienden del laúd árabe son la mandolina, el bandolim, la bandurria y la guitarra portuguesa.

El músico de Emiratos Hammed Mohammed, luego de un concierto días atrás en la Fundación Cultural Abu Dhabi, explicó a la prensa las dificultades que tuvo para aprender a tocar el laúd árabe.

No encontró ninguna escuela en el país en donde pudiera estudiar el instrumento a nivel profesional, así que decidió hacerlo por sí solo.

Luego se trasladó a El Cairo, con la esperanza de que allí podría perfeccionarse, pero se desanimó al enfrentarse a grandes carencias en el sistema educativo egipcio y cuando no pudo seguir pagando sus clases.

”Pero ahora me puedo dedicar por completo a mis estudios porque encontré a un mentor en Abu Dhabi que me los paga y me estimula a seguir adelante”, dijo Hameed.

”Decidí probar cosas nuevas y comencé a tocar melodías clásicas occidentales en este instrumento árabe, usando técnicas originales. Estas melodías se hicieron muy populares. Pero todo esto lo pude hacer gracias a que recibir ayuda”, añadió.

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