Estados Unidos y Gran Bretaña buscan la bendición de la ONU para transferir el poder político en Iraq, pero sin explicitar cuáles serán, en definitiva, los aspectos de la soberanía que pasarán a la población del país árabe.
Un proyecto de resolución de cinco páginas presentado por Estados Unidos y Gran Bretaña al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) llama a la formación de un gobierno soberano interino en Iraq.
Pero también propone la creación de una nueva fuerza multinacional comandada por Estados Unidos con el cometido de dar seguridad al personal de la ONU que organizará las próximas elecciones en el país ocupado.
Por otra parte, la iniciativa elude un asunto clave: qué aspectos de la soberanía real se traspasarán a un país que continuará bajo ocupación de militares estadounidenses, británicos y de otras procedencias durante un periodo indeterminado, o posiblemente hasta 2005.
No existe algo como una 'soberanía light'. Ser soberano es como estar embarazada: estás o no, sostuvo este lunes el director ejecutivo de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth.
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Si el nuevo gobierno iraquí no tiene la autoridad y responsabilidad finales sobre la seguridad del pueblo, entonces no es verdaderamente soberano, sostuvo.
Roth consideró que el proyecto de resolución está sesgado por dos razones: Estados Unidos continuaría detentando la última palabra en cuestiones de seguridad, al tiempo que el gobierno interino no podrá aprobar leyes que deroguen las impuestas durante 14 meses de ocupación.
Parece que el Consejo de Seguridad cederá a la presión estadounidense y británica para, en esencia, absolver a los dos países por su ataque preventivo contra Iraq, una innegable violación del derecho internacional, dijo a IPS Joan Russow, del no gubernamental Global Compliance Research Project.
Se trata de una farsa, agregó. Si se aprueba la resolución, se dejará sentado un peligroso precedente: el Consejo de Seguridad habrá obviado la distorsión de los hechos como justificativo para una intervención, militar, sostuvo Russow.
Jim Paul, del no gubernametal Global Policy Forum, coincidió con la experta en que la aprobación del proyecto de Washington y Londres dará cierta legitimidad a la odiosa ocupación de Iraq.
El Consejo de Seguridad debería pasar la factura por la ocupación de Iraq, no avalarla, dijo Paul a IPS.
Mientras la comunidad internacional condenó de manera abrumadora la ocupación de Iraq y la consideró ilegal, la ONU está acordando, de un modo u otro, la legalidad de esa ocupación, advirtió.
Paul destacó dos defectos en el proyecto de resolución, en primer lugar el hecho de que da la bienvenida al establecimiento de una asociación entre la propuesta fuerza multinacional y el gobierno soberano interino de Iraq.
El concepto de asociación, dijo, indica claramente una división de la soberanía entre la fuerza multinacional y el pueblo iraquí, lo cual resulta inaceptable si la intención es que la soberanía sea restaurada y asignada a la ciudadanía.
En segundo lugar, dijo, la resolución busca apoyo de la comunidad internacional para condenar todos los actos de terrorismo en Iraq. Esto identifica todo acto de la resistencia iraquí a la ocupación militar como terrorismo, sostuvo Paul.
Tan inaceptable como esto, afirmó, es el hecho de que la propuesta no ofrece un plazo límite para que la fuerza multinacional termine su misión en Iraq.
Si el Consejo de Seguridad propone el fin de la misión, Estados Unidos y Gran Bretaña podrían utilizar su poder de veto contra esa propuesta, advirtió.
Russow, por su parte, consideró obvio que Washington apelará a sus usuales tácticas de intimidación, coerción e incentivos financieros para persuadir a los 10 miembros rotativos del Consejo de Seguridad de que voten el proyecto de resolución.
Además de Estados Unidos y Gran Bretaña, tienen poder de veto sobre las resoluciones del Consejo China, Francia y Rusia. Pero fuentes diplomáticas consideran improbable que apelen a esa facultad en ese caso.
Russow también consideró que la Asamblea General, órgano con representación de todos los países miembros de la ONU, debería intervenir en el caso.