COOPERACION-AFRICA: Portugal intenta marcar la cancha

Pasadas tres décadas desde que los capitanes izquierdistas del ejército derrocaron la dictadura de extrema derecha instaurada en 1926 en Portugal y dispusieron el desmantelamiento del arcaico imperio lusitano, Africa continúa siendo tema prioritario en la agenda de política exterior y de cooperación de este país.

Así lo demuestra la decisión del gobierno portugués de ”marcar la cancha” al más alto nivel esta semana, con la visitas simultáneas del presidente Jorge Sampaio a Cabo Verde y del primer ministro, José Manuel Durão Barroso, a Mozambique, naciones que junto a Angola, Guinea-Bissau y Santo Tomé y Príncipe forman parte de los Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP).

Ambas visitas, se inscriben en el creciente recelo de que Portugal sea desplazado, como socio privilegiado del bloque PALOP, por otros países que en los últimos años han incrementado su presencia en esos mercados africanos.

Durão Barroso viajó el domingo a Mozambique acompañado por una delegación de ocho ministros, 60 empresarios y el célebre ex jugador de fútbol Eusebio da Silva Ferreira, nacido hace 61 años en la entonces provincia de ultramar lusa de Mozambique y que en la década del 60 fuera mundialmente conocido como ”la pantera negra” de la selección portuguesa.

El primer ministro llevó a Maputo 42 millones de euros (52.5 millones de dólares) para invertir en educación, salud, agricultura, desarrollo rural y buena gobernación, en el periodo comprendido entre este año y 2006.

Por su parte, Sampaio, que es acompañado por la vicecanciller Manuela Franco y por 20 empresarios, inició el lunes la visita oficial de cinco días a Cabo Verde, el archipiélago atlántico africano occidental de 750.000 habitantes, donde los portugueses se instalaron en 1470 y lo abandonaron en 1975.

En Mozambique —que con 22 millones de habitantes es el más poblado de los países de lengua portuguesa en el mundo después de Brasil—, Portugal disputó durante 25 años codo a codo con Italia el primer lugar como inversor extranjero.

Sin embargo, desde 2002 Portugal ocupa el quinto lugar en esa área, precedido por Australia, Sudáfrica, Islas Mauricio y Suecia. Dato preocupante para Lisboa.

En tanto en Cabo Verde, la creciente presencia italiana, japonesa y escandinava tampoco pasa desapercibida en la antigua metrópoli colonial.

Con el fin de los regímenes de partido único de orientación marxista-leninista en las cinco ex posesiones lusitanas, determinado por el desmembramiento del bloque socialista encabezado por la hoy desaparecida Unión Soviética a inicios de la década del 90, comenzó un discreto retorno de los ex colonos portugueses.

Pero el entusiasmo se generalizó en verdad a comienzos de esta década, con el fin de la guerra civil en Angola en 2002, el inicio del proceso de paz en Guinea-Bissau, la probada estabilidad de casi una década en Mozambique y la democracia ya con pruebas de consistencia dadas en Cabo Verde y Santo Tome y Príncipe.

Hoy, miles de portugueses desean regresar al continente que emocionalmente nunca dejaron porque, según dijo a IPS el ex hacendado en Angola, Manuel Calçada, ”en el fondo existe en todos nosotros un desafío por retomar vivencias nostálgicas que nunca se apagaron del alma y, pese a todo, muchos de los que perdimos todo estamos dispuestos a empezar de cero”.

Un editorial del Diario de Noticias, de Lisboa, aborda este sentir, al afirmar que ”en los países donde se habla portugués, además del gesto de entusiasmo, existe también el impulso para convertir a la olvidada Africa en una tierra de nueva esperanza”, en una alusión cargada de simbolismo al Cabo da Boa Esperança (Sudáfrica) que el almirante portugués Bartolomeu Días alcanzó a fines del Siglo XV, sellando la presencia lusa en el continente.

Todos los analistas portugueses en cuestiones africanas coinciden en que los respectivos viajes de Sampaio y Durão Barroso deben dar respuesta a las muchas expectativas y que, por el contrario, todo no se traduzca en un ejercicio de buenas intenciones en los PALOP, que son los beneficiarios de 97 por ciento de la ayuda portuguesa al desarrollo.

En términos reales —pero no se sabe aún si concretos o teóricos—, la visita de tres días del primer ministro lusitano se tradujo en que éste y el presidente anfitrión Joaquim Chissano pronunciaran varias veces una frase idéntica: ”Mozambique desea ver a Portugal como socio privilegiado y Portugal quiere ver a Mozambique como socio privilegiado”.

Hoy, en este país africano residen 16.000 portugueses, frente a solo 5.000 mozambiqueños que viven en Portugal

En lo concreto, de la visita se desprende la intención de Lisboa de admitir el paso del control de la represa de Cahora Bassa a Mozambique, que controla 18 por ciento, frente al resto, detentado por Portugal.

La propiedad portuguesa de la central hidroeléctrica, que abastece también a los vecinos Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, podrá ser compensada por Mozambique facilitando nuevas inversiones, especialmente en los sectores de recursos minerales y energía.

Empero, este tema, que según ambos gobernantes debe ser ”un punto de unión y no de división”, será discutido en pormenores en futuras cumbres bilaterales a nivel ministerial.

Pero, para el analista luso Pedro Correia, ”las sonrisas para las fotografías y los elogios de circunstancia no ocultan una dificultad obvia: la hidroeléctrica Cahora Bassa es una de las dos mayores empresas de Mozambique, pero 82 por ciento de su capital está en manos de Portugal y pese a que Maputo reivindica su posesión, Lisboa no cederá mientras se mantenga la deuda mozambiqueña con la represa, de 1.800 millones de euros”, es decir 2.225 millones de dólares.

En cuanto a las esperadas inversiones privadas, estas pueden no ser una realidad a corto plazo, según el portugués Pedro Gageiro, director de una cadena de hoteles en Mozambique, ”porque los empresarios de mi país no arriesgan lo suficiente”.

Los hermanos Vitor y João Viseu, empresarios portugueses aunque de origen sudafricano y cuyos padres se instalaron en Mozambique hace 43 años, lamentan que desde los tiempos en que Durão Barroso era vicecanciller, en 1990, ”sigue repitiendo la misma idea”, considerando a los sudafricanos como competidores y no como posibles socios.

Vítor Viseu combate la idea de los inversores lusitanos, que esperan resultados de un día para otro, porque ”Mozambique es un país de oportunidades, pero hay que estar preparados para inversiones que den lucros no inmediatos sino a medio y largo plazo”.

Al lado opuesto del continente, Sampaio firmó el Plan Anual de Cooperación de 18 millones de euros (22,5 millones de dólares), durante un encuentro con su colega de Cabo Verde, Pedro Pires, y con el primer ministro José María das Neves.

Según Pires, Cabo Verde tiene todas las condiciones para recibir más empresas extranjeras.

”El bajo índice de inflación y los mecanismos que facilitan la repatriación de los lucros, son cuestiones importantes para la creación de un ambiente que reduce los riesgos, y es atractivo y compensador”, precisó este mandatario africano.

Añadió que ”la paz social, la estabilidad institucional y la seguridad jurídica hacen de Cabo Verde un lugar seguro para inversiones a largo plazo”.

A suve, el presidente portugués respondió asegurando que su país ”no escatimará esfuerzos” en el apoyo a las acciones de Cabo Verde, ”un ejemplo de democracia y estabilidad en África”, para crear una relación más próxima con la Unión Europea (UE) y ante la Organización de las Naciones Unidas ”para retirar a esta nación de la lista de los países económicamente más frágiles”.

El común denominador más visible de las visitas de Sampaio a Cabo Verde y de Durão Barroso a Mozambique fue el compromiso de Portugal para ser ”el país-partido africano” en el seno de la UE, no sólo de los de lengua portuguesa sino de todo el continente.

Al iniciar su regreso a Lisboa, Durão Barroso garantizó que la ayuda de los países más desarrollados a Africa, ”es sin duda un deber, pero también una forma de proteger los propios intereses” de las naciones más ricas del planeta.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe