Haití continuó concentrando la atención de la Comunidad del Caribe (Caricom), a pesar de que su lugar estuvo vacío en la cumbre de dos días celebrada en San Cristóbal y Nevis.
Los líderes de la región insistieron en la reunión concluida este viernes en que no habrá una solución duradera par la crisis en la ex colonia francesa sin la participación del bloque, del cual Haití es uno de sus 15 miembros.
El presidente saliente de la Caricom, el primer ministro jamaiquino Percival J. Patterson, dijo a sus pares que cualquier intento de reconstruir la democracia en Haití será infructuoso si la organización no se involucra.
Seremos pequeños en tamaño, no tenemos, por cierto, poder militar, pero nuestra influencia en el hemisferio no puede ser subestimada, sostuvo Patterson.
No creo que haya una solución duradera y permanente a los problemas de Haití a menos que la Caricom esté involucrada y que se le permita hacer una contribución significativa, agregó.
El experto Vaughan Lewis, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Indias Occidentales, manifestó, en coincidencia con Patterson, que la Caricom debe comprometerse con Estados Unidos, pero para asegurarse de que el problema se multilateralice.
La clave del asunto es asegurarnos de que la cuestión haitiana se internacionalice y multilateralice rápidamente, y que se le confiera a la Organización de las Naciones Unidas algún grado de autoridad para afrontar la situación en el largo plazo, dijo Lewis a IPS.
El ex presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide se encuentra en Jamaica, luego de dos semanas en República Centroafricana tras su salida de Haití, el 29 de febrero.
El ex gobernante asegura haber sido depuesto y secuestrado por tropas estadounidenses que le obligaron a firmar una carta de renuncia, mientras milicias insurgentes avanzaban sobre Puerto Príncipe luego de semanas de violencia en el interior del país.
Pero Washington ha replicado con insistencia en que el líder del partido Lavalas decidió marcharse luego de saber que su seguridad no estaba garantizada.
La Caricom solicitó a la comunidad internacional una investigación independiente sobre las circunstancias que rodearon la caída de Aristide
El primer ministro interino haitiano Gerard Latortue anunció semanas atrás la suspensión de vínculos diplomáticos con Jamaica y la reconsideración de su relación con la Caricom, de la cual es uno de sus 15 miembros.
Los países del Caribe deben reconocer que tienen un papel autónomo que jugar. Debemos negociar, aun cuando no nos sintamos cómodos con la contraparte, afirmó Lewis.
Bahamas ya anunció que será necesario tender un vínculo de trabajo con el nuevo gobierno haitiano, dada la gran cantidad de inmigrantes ilegales de ese origen en el país, dijo el primer ministro Perry Christie.
Observadores políticos indicaron que Estados Unidos ha presionado a los países caribeños para que reconozcan al nuevo gobierno haitiano. Pero el canciller jamaiquino K. D. Knight negó que Washington haya exigido la expulsión de Aristide.
Knight dijo a la prensa de Jamaica el viernes que dialogó en las últimas horas con el secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell y que el problema haitiano no figuró en la agenda.
Las relaciones entre la Caricom y Estados Unidos han estado sometidas a tensión en los últimos meses, en especial por el rechazo del bloque a la invasión de Iraq lanzada el 20 de marzo de 2003.
El primer ministro Latortue no fue invitado a la cumbre en San Cristóbal y Nevis luego de que se negó a retractarse de sus cuestionamientos a la Caricom y a Jamaica luego de que Aristide regresó a la región.
San Cristóbal y Nevis indicó antes de la cumbre que no se invitó a Latortue porque el funcionario no aclaró de manera aceptable sus declaraciones sobre el congelamiento de las relaciones diplomáticas con Jamaica y posiblemente con la Caricom.
Los líderes reiteraron su adhesión a los principios democráticos y endurecieron su posición hacia el gobierno interino de Haití luego de que Latortue compartió un escenario con líderes insurgentes, algunos de ellos acusados de violaciones de derechos humanos.
Los gobiernos del Caribe creen que el lugar de Haití en el bloque permanecerá vacante hasta que se celebren elecciones libres y justas, lo que, según Latortue, sucederá dentro de dos años.