El establecimiento lácteo de Aubrey Taylor, en Jamaica, fue próspero en otros tiempos. Pero hoy lucha por mantenerse en actividad.
Acabo de depositar lo obtenido por ventas y no alcanza para cubrir mis operaciones, dijo el granjero a IPS.
Pero, al revés que muchos de sus amigos que sufren la caída de la producción, de los precios y de la calidad de las pasturas, Taylor se ha comprometido a permanecer en su hacienda.
La historia se repite por toda Jamaica. Los productores lácteos aseguran no poder competir con las importaciones subsidiadas desde la Unión Europea (UE).
La protección permite a los europeos producir leche a la mitad del costo que los de la isla caribeña, según Taylor, ex presidente de la Federación Jamaiquina de Productores Lácteos.
A 1.420 dólares por tonelada de leche fresca producida en Jamaica, los industriales encuentran más barato comprar leche en polvo importada, según la Federación.
Algunos productores, como Donny Bunting, se retiraron del negocio. En 1993, Bunting era uno de los principales productores de leche de Jamaica, con más de 400 vacas. Hoy, las pasturas de su hacienda están crecidas y el equipamiento se oxida al sol.
Hoy, se dedica a la producción ictícola. No pude competir con la leche en polvo, explicó.
El régimen agrícola de la UE, a la que corresponde 67 por ciento de las importaciones de leche en polvo jamaiquinas en 2000, es el más fuertemente apoyado del mundo, según la Federación.
La UE gastaba en 2000 más de 4,9 millones de dólares al año en subsidios a la leche en polvo exportada a Jamaica, según la británica Agencia Católica para el Desarrollo Extranjero. Esa suma equivale a multiplicar por 166 todo el presupuesto de agricultura de la isla.
En total, el bloque entrega a sus productores lácteos 16.000 millones de dólares anuales.
Mientras, en los últimos 10 años la participación de la producción local en el mercado lácteo jamaiquino cayó de 24 a 4,2 por ciento. Sólo entre 2000 y 2002, la producción de leche líquida cayó 35 por ciento.
El precio del litro de leche pagado a los productores cayó en enero de 2002 de 0,3 a 0,24 dólares. Los productores deben pagar el transporte. Y la importación del equivalente en polvo de un litro de leche cuesta 0,25 dólares.
Los productores lácteos necesitan un campo de juego nivelado y la ventaja de su variedad bovina local, la Jamaica Hope.
Cuando Jamaica liberalizó su comercio, fue obligado por agencias de crédito internacionales a retirar el apoyo estatal a sus industrias.
Los subsidios consistían entonces en la venta barata de vehículos, azúcar y otros productos comprados por el gobierno en el marco de acuerdos multilaterales.
Los productores más pobres, la mayoría de los cuales poseen menos de 10 vacas lecheras, fueron los más golpeados. En los últimos cinco años, la producción de este sector cayó de 2,5 millones de litros a 300.000.
En total, la cantidad de productores lácteos cayó en los últimos 20 años de 4.000 a poco más de 10.
Orel Rayson, que comenzó a trabajar con una vaca y aumentó su plantel a 17, solía ordeñar a mano, dos veces por día. Mientras lo hacía, oraba para que Dios me permitiera vender cien litros de leche, dijo en una entrevista difundida en un documental.
Hoy, Rayson apenas puede pagar los salarios, ni el combustible. Está matando sus vacas porque no puede alimentarlas, y nadie las acepta, ni siquiera gratis.
En 1995, una comisión designada por el gobierno le dio la razón a los productores y recomendó la imposición de un arancel de 137,5 por ciento a la leche en polvo de la UE y Estados Unidos.
El gobierno se negó a implementar las recomendaciones porque temía las represalias de Washington y Bruselas, según Taylor.
Muchos creen que las manos del gobierno están atadas por las recetas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como de la dependencia de las cuotas de importación de banano y azúcar dispuestas por la UE.
El científico Thomas Lecky desarrolló hace medio siglo esta variedad combinando vacunos Jersey británica, Holstein y Sahiwal. Así, la Jamaica Hope produce 12 litros de leche anuales promedio —el triple que el ganado común de la isla— y con poco alimento.
Con las difíciles condiciones de pastura, la Jamaica Hope puede dar una buena cantidad de leche, dijo el jefe del programa de cría, Byron Lawrence.