ESPAÑA: Sorpresiva y aplastante victoria socialista

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) logró este domingo una contundente victoria en las elecciones generales de este país, contrariando las encuestas previas que otorgaban mayoría al gobernante y derechista Partido Popular (PP).

Los brutales atentados perpetrados el jueves en Madrid, reivindicados por grupos terroristas islámicos, trajeron a la memoria de los ciudadanos españoles el apoyo incondicional que el gobierno de José María Aznar prestó a la invasión estadounidense de Iraq.

"Entre hacerse eco de las críticas del PP a la alianza en Cataluña del PSOE con Esquerra Republicana, los ciudadanos optaron mayoritariamente por condenar la alianza de Aznar con (el presidente estadounidense George W.) Bush", dijo el analista Antonio Casado.

En el mismo sentido se pronunció el periodista José Oneto, ex director de la revista Cambio16, quien señaló que el gran perdedor no es el candidato del PP, Mariano Rajoy, sino Aznar, "por manipular la información sobre los atentados".

Ilustran al respecto las primeras palabras del que será jefe de gobierno, el líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y los carteles con manos blancas (signo de paz) y crespones negros de luto levantados frente a la sede del PSOE.

En una breve alocución, el candidato triunfador aseguró que el lunes comenzará a trabajar por "la unidad de las fuerzas políticas contra el terrorismo" y que el suyo será el gobierno de "un cambio tranquilo".

Al comenzar su discurso ante periodistas y militantes en la sede de su partido, Zapatero pidió un minuto de silencio por las víctimas, respetado por todos. Y finalizó tendiendo una mano a su rival, Rajoy, al que calificó de "un digno rival" e invitó a "cooperar en los asuntos de Estado".

En las elecciones para la Comunidad de Madrid, celebradas el 26 de octubre de 2003, ganó el PP.

Analistas de distinto signo interpretaron ese triunfo como señal de que la sociedad había pasado página a la invasión de Iraq, al envío de tropas españolas y a la muerte de algunos conciudadanos en ese país, donde se mantiene la resistencia armada a las fuerzas de ocupación.

En Iraq, cinco militares españoles y un intérprete resultaron heridos el 11 de febrero, al explotar un artefacto. El 22 de enero, fue herido de gravedad en la cabeza el comandante de la Guardia Civil Gonzalo Pérez García, quien falleció en Madrid 13 días después.

El 29 de noviembre de 2003, siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron asesinados en una emboscada. Anteriormente, el 9 de octubre, el también miembro del CNI José Antonio Bernal, fue muerto por desconocidos que le dispararon a quemarropa en Bagdad.

El capitán de navío Manuel Martín Oar, la primera baja española en Iraq, murió el 20 de agosto por las heridas que sufrió en el atentado con coche bomba contra la sede general de la ONU en Bagdad.

Pero fueron la brutalidad de los atentados del jueves, con 200 muertos y más de 1.500 heridos, y las evidencias cada vez más crecientes de que fueron perpetrados por terroristas islámicos los factores determinantes para el cambio de actitud en un sector de los españoles.

En especial, parecen haber movilizado a quienes manifestaban indiferencia o poca disposición a participar en las elecciones.

Unas elecciones en las que se registró la mayor cantidad de votantes, 10,5 millones, de toda la historia de la democracia instaurada tras la muerte del dictador Francisco Franco, en noviembre de 1975.

La concurrencia a las urnas fue 9,5 por ciento mayor que en los anteriores comicios generales de 2000, que dieron el triunfo al PP por mayoría absoluta.

El Congreso de los Diputados, órgano con 350 escaños y que deberá designar al nuevo jefe del gobierno, queda integrado con 163 del PSOE, 148 del PP, 11 de Convergencia y Unión (CiU, nacionalismo catalán moderado) y ocho de Esquerra Republicana (la también nacionalista catalana Izquierda Republicana).

Del resto de los escaños, siete irán al Partido Nacionalista Vasco (PNV-EA), cinco a Izquierda Unida (coalición basada en el Partido Comunista), tres a Coalición Canaria, y tres al Bloque Nacionalista Gallego, entre otros partidos menores.

Aunque los votos del PSOE no le dan la mayoría absoluta en el Congreso, Rodríguez Zapatero contará con suficientes fuerzas para ser investido presidente del Consejo de Ministros.

Las negociaciones que comenzarán el lunes entre los partidos determinarán si será designado en la primera votación con mayoría absoluta —para lo que requerirá votos de otras formaciones— o si lo será en la segunda sólo con los suyos, que le darán una mayoría simple.

Rodríguez Zapatero y Rajoy intercambiaron mensajes de concordia tras conocer los resultados, lo que augura una buena relación entre los dos partidos mayoritarios.

Una situación que contrastaría con la del gobierno de Aznar, quien se caracterizó por su dureza, falta de diálogo con la oposición y oídos sordos a las masivas manifestaciones contra la invasión a Iraq.

Esa dureza se hizo sentir en las vísperas electorales y en especial en los tres días previos, después de los atentados perpetrados en Madrid.

Apenas cometidos en la mañana del jueves, el gobierno central, el gobierno vasco (en manos de nacionalistas moderados) y todos los partidos políticos los atribuyeron al grupo terrorista ETA. Todos menos el ilegalizado brazo político del grupo, Batasuna, que negó la autoría etarra.

Aunque en el mismo jueves se descubrieron indicios que conducían a la red extremista islámica Al Qaeda, el gobierno siguió insistiendo en señalar a ETA.

Al Qaeda, la organización del saudita prófugo Osama bin Laden, es la misma que se atribuyó los ataques con aviones civiles a Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001, en los que murieron más de 3.000 personas.

También es Al Qaeda la que ha amenazado con perpetrar ataques contra los países que, como España, se aliaron a la "guerra contra el terrorismo" que Bush conduce desde entonces, uno de cuyos capítulos fue Iraq.

Los explosivos utilizados en los atentados no coincidían con los que suele utilizar ETA. Una brigada de Al Qaeda revindicó el ataque en una carta enviada por mail a varios medios de comunicación y publicada por el diario londinense en lengua árabe Al-Quds Al Arabi.

La policía técnica determinó que los detonadores hallados en una furgoneta junto con una cinta grabada con versos del Corán cerca de la ruta de uno de los trenes no eran de los habitualmente empleados por el grupo separatista vasco, que desmintió por varias vías su responsabilidad.

Una mochila hallada con explosivos que no detonaron y un teléfono celular, permitió ratificar el modus operandi de Al Qaeda: bombas colocadas en bolsos con temporizadores.

De un modo similar se produjeron meses atrás varios ataques simultáneos contra objetivos españoles en la ciudad marroquí de Casablanca.

Además de que ETA no había cometido nunca un ataque de la envergadura que tuvo el del jueves, fueron varios los que comenzaron a advertir que el grupo suele avisar minutos antes de perpetrar un atentado y que no tiene por costumbre desmentir un crimen propio.

A medida que fueron pasando las horas, la población comenzó a movilizarse contra los terroristas y en solidaridad con las víctimas, pero también reclamando al gobierno transparencia e información sobre las investigaciones en curso.

En las masivas movilizaciones del viernes se mezclaron las pancartas con frases contra el terrorismo y otras repudiando a Aznar, tanto por su alianza con Bush como por la manipulación de la información sobre el atentado.

El sábado, víspera del acto electoral destinada a la ?reflexión? ciudadana, fue una jornada cargada de tensiones.

Los datos cada vez más contundentes sobre una autoría árabe o islámica de los ataques despertaron la indignación de muchos ciudadanos, para los cuales la política exterior de Aznar convirtió a España en blanco del terrorismo internacional.

En varias ciudades se efectuaron manifestaciones espontáneas y marchas hasta las puertas de las sedes del PP.

En Pamplona, un policía descerrajó cuatro disparos contra un comerciante que se negó a colocar en el escaparate de su panadería un cartel en contra de ETA, con motivo de los atentados de Madrid.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe