Los atentados perpetrados en Madrid, con dos centenares de muertos y un millar de heridos, influirán de forma crucial en las elecciones generales españolas del domingo, de acuerdo con fuentes de todo el espectro político.
Casi todo el mundo en España sigue creyendo que fue ETA la que colocó las bombas en tres estaciones de trenes este jueves por la mañana. Pero en las últimas horas, la red extremista islámica Al Qaeda se atribuyó supuestamente el atentado.
Las encuestas, realizadas antes de los atentados, indicaban que el gobernante Partido Popular (PP) ganaría las elecciones; pero también que lo haría por un margen mínimo, dejando en la duda la posibilidad de que obtuviera mayoría absoluta o no en el Congreso de los Diputados.
Esa duda tiene importancia pues el Congreso es el órgano que elige al presidente del Gobierno. Si el PP no obtuviera al menos 176 de los 350 diputados que integrarán esa cámara, se vería obligado a pactar con partidos nacionalistas minoritarios para lograr que su candidato, Mariano Rajoy, sea designado jefe del ejecutivo.
La firmeza del gobierno del PP en la represión de la banda terrorista ETA y los éxitos logrados en los últimos años lo favorecen electoralmente, ya que las encuestas también señalan que el terrorismo es la principal preocupación de la mayoría de los españoles.
En cambio a la mayor fuerza de oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la perjudican hechos recientes.
En Cataluña el PSOE formó gobierno a finales de diciembre coaligado con Esquerra Republicana (ERC, Izquierda Republicana, en catalán) un partido independentista e izquierdista.
Como fruto de esa coalición se designó primer ministro del gobierno catalán a Joseph Lluís Carod Rovira quien, en los primeros días de enero y sin informar a Madrid ni a sus socios en el poder local, se entrevistó clandestinamente en Francia con los jefes de ETA.
Carod se vio obligado a renunciar al cargo, aunque sigue al frente de ERC que se mantiene en la coalición gubernamental. Todo ello se dio con contradicciones y enfrentamientos en el interior del PSOE, cuya dirección central continúa apoyando al Partido Socialista de Cataluña, aliado a ERC.
El mantenimiento de la coalición con la independentista ERC puede perjudicar al partido socialista ahora.
Los representantes de todas las demás fuerzas políticas, incluidos el jefe del gobierno, José María Aznar, y sus ministros, así como el PSOE, Izquierda Unida, las centrales sindicales y organizaciones no gubernamentales, coinciden en atribuir la masacre de este jueves a la ETA.
Sin embargo, aunque el gobierno sigue pensando que ETA está detrás, no descarta que un grupo terrorista islámico pueda ser el responsable.
El ministro del Interior, Angel Acebes, informó en el curso de una rueda de prensa de que, en la localidad de Alcalá de Henares, de donde partió uno de los trenes en los que se colocaron explosivos, se halló una camioneta que había sido robada días antes con detonadores de explosivos y un cuaderno con versículos del Corán.
Acebes dijo haber ordenado que se investigase la posibilidad de que grupos islámicos fuesen los autores de los atentados.
Después de las declaraciones del ministro, el diario londinense editado en árabe Al-Quds Al-Arabí informaba de que, en una carta atribuida a Al Qaeda, la red terrorista reivindicaba la autoría de los atentados de Madrid.
El portavoz de Batasuna, el ilegalizado partido político de ETA, Arnaldo Otegui, fue el único en afirmar categóricamente que los atentados no fueron obra de ese grupo, sino que los cometió la resistencia árabe como réplica al apoyo del gobierno español a la invasión estadounidense de Iraq.
Su hasta hace poco compañero Patxi Zabaleta, dirigente de Aralar -una escisión de la rama política de ETA- manifestó a IPS no tener la seguridad de que ese grupo sea el autor de los atentados.
Pero, añadió, si lo fuera sería un cambio cualitativo en su andar y marcaría el fin de toda su historia. No obstante insistió en que, ante lo tremendo de la masacre perpetrada en Madrid, se resiste a creerlo.
Al preguntarle sobre la probable influencia electoral de los atentados, Zabaleta dijo que, en el caso de que se confirmase la responsabilidad de ETA, el beneficiado en las urnas sería el PP. Y que si fuera un grupo árabe seguramente favorecería al PSOE.
El analista Eulogio López coincidió con Zabaleta.
La Junta de Portavoces del Parlamento Vasco denunció que los atentados de Madrid son un criminal ataque que certifica la miseria moral de ETA y la de todos los que apoyan esta siniestra actividad, y subrayó que el terrorismo tiene como objetivo la totalidad de la ciudadanía.
Este comunicado fue aprobado por unanimidad, con la ausencia de los representantes de Batasuna, que no asistieron a la reunión.
El socialista y defensor del Pueblo Enrique Múgica dijo a IPS que no tiene dudas de la responsabilidad de ETA, y recordó que ese grupo ya intentó hacerlo antes en la misma estación de Atocha, a cuya entrada perpetró uno de los atentados este jueves.
Pero, añadió Múgica, la bestia ya ha entrado en el tramo final de su existencia.
A favor de la tesis hasta ahora mayoritariamente aceptada se agregó el director de Europol, la policía europea, Jurgen Storbeck, si bien señaló que los atentados no responden al modo hasta ahora adoptado por ETA.
Agregó que el informe de Europol aprobado el 22 de diciembre por el Consejo de Ministros de la Unión Europea advirtió de los cambios en el modo operativo de ETA. En ese informe se alertó de que el posible escenario central de actividad terrorista podría ser Madrid.
Y aclaró que la acción planificada podría implicar el situar varios explosivos y coches bomba en diferentes puntos estratégicos de la capital (el metro, carreteras de acceso rápido, calles importantes, centros comerciales, etcétera) para que exploten en forma sucesiva en el plazo de varias horas.
A ese respecto, el ministro portavoz del gobierno español, Eduardo Zaplana, recordó que el procedimiento utilizado en estos atentados es similar al empleado por ETA en la pasada Nochebuena, cuando la policía evitó la explosión de más de cincuenta kilogramos de explosivos en la también madrileña estación de tren de Chamartín.