Las sanciones comerciales impuestas por la Unión Europea (UE) a Estados Unidos por las deducciones de impuestos en beneficio de grandes exportadores agregan tensión al ya complicado vínculo transatlántico.
La UE resolvió este lunes aranceles que sumarán cientos de millones de dólares, en perjuicio de las compañías estadounidenses que gozan del régimen conocido como Corporaciones de Ventas en el Extranjero, que incluye exenciones impositivas consideradas ilegales por el bloque.
La Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE, esgrimió un fallo de la Organización Mundial de la Salud (OMC) que estableció hace dos años la ilegalidad del régimen estadounidense y la legitimidad de eventuales represalias.
La UE mantendrá los aranceles a menos que Washington anule las exenciones impositivas en beneficio de grandes exportadoras como Boeing, Microsoft y Caterpillar, informaron este lunes fuentes del bloque.
Ese beneficio fiscal se otorga a esas compañías en reconocimiento de los dividendos que ingresan a Estados Unidos por las exportaciones realizadas por las filiales de esas firmas en todo el mundo.
Las aduanas de la UE facturan desde este lunes un arancel adicional de cinco por ciento a una amplia gama de productos estadounidenses, desde la miel natural y las patinetas hasta el acero y los reactores nucleares.
El impuesto se elevará un punto porcentual cada mes hasta alcanzar 17 por ciento en marzo próximo, indicaron las autoridades comunitarias.
El objetivo de la UE sigue siendo la retirada del ilegal subsidio estadounidense. La UE optó por una respuesta moderada, gradual y escalonada, concentrada en la mente de los legisladores estadounidenses, indicó la Comisión Europea en una declaración emitida este lunes.
Esta es la primera vez que la UE sanciona a empresas estadounidenses en el marco de una disputa comercial.
La Comisión Europea asegura haber mostrado paciencia, pues Estados Unidos tuvo tiempo suficiente de advertencia.
Luego de esperar más de dos años, Estados Unidos no concilió sus leyes con las normas de la OMC. Por lo tanto, no teníamos más opción que imponer medidas de represalia, sostuvo este lunes en una declaración el comisionado de Comercio de la UE, Pascal Lamy.
Pero muchos observadores muestran preocupación ante la posibilidad de que las sanciones debiliten las relaciones entre la UE y Estados Unidos.
El lunes fue un día triste para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa, pues nadie quiere ver sanciones que se suman a un clima negativo, dijo el empresario John Disharoon, vicepresidente del Comité de Comercio de la Cámara de Comercio Estadounidense en la UE.
Existe una preocupante multiplicación de disputas comerciales entre la UE y Estados Unidos, dijo al diario británico Financial Times la experta en comercio Monique Julien, de Unice, federación que representa a unos 16 millones de compañías europeas.
Europa siempre mostró intentos de conciliación, pues las sanciones fueron reiteradamente postergadas, explicó Julien. Pero al final de cuentas, también está en juego la credibilidad del sistema de conciliación de controversias de la OMC, agregó.
El miembro del Parlamento Europeo Nick Clegg, del opositor Partido Liberal Demócrata británico, advirtió que todo se está barajando fuera de la OMC, y si esta tendencia continúa la credibilidad de la institución comenzará a sufrir.
Aunque aplaudió las sanciones de la UE, Clegg sostuvo que, en cierto punto, será necesario para el bloque y para Estados Unidos allanar sus disputas a través de la negociación directa.
Si continuamos en la misma dirección, necesitaremos algún tipo de decisión política para despejar el terreno completamente, dijo el europarlamentario británico en una declaración emitida este lunes.
El conflicto por las exenciones impositivas a los grandes exportadores es sólo una en una gran cantidad de disputas comerciales entre la UE y Estados Unidos, los principales socios comerciales del planeta.
Estados Unidos fue obligado a retirar sus sanciones contra el bloque europeo y contra otros productores de acero el año pasado, luego de que la OMC las declarara ilegales.
Mientras, Washington inició una demanda contra la UE ante la OMC por su reticencia a importar alimentos transgénicos.
Al mismo tiempo, la UE y Estados Unidos son los principales interesados en que las negociaciones comerciale multilaterales en el marco de la OMC vuelvan a sus carriles.