Unos 150.000 opositores al presidente Hugo Chávez marcharon este sábado por la principal autopista de la capital de Venezuela, en reclamo de la convocatoria de un referendo que pueda revocar el mandato del gobernante.
Las consignas más voceadas fueron “Uuh-aah, Chávez sí se va” —que parodia el eslogan oficialista “Chávez no se va”—, y “Mi firma sí vale”, en referencia a las 3,4 millones de firmas que la oposición afirma haber presentado para solicitar la consulta popular. Aunque la cifra es 20 por ciento superior a la necesaria para convocar el referendo, supuestos fraudes en las firmas demoran el veredicto del Consejo Nacional Electoral sobre la iniciativa presentada por la coalición opositora Coordinadora Democrática.
La manifestación de este sábado, en la que confluyeron caminatas desde seis puntos de la ciudad, áreas residenciales de clase media, transcurrió sin incidentes, luego que los organizadores desistieron de avanzar hacia el centro histórico de la ciudad, lo que hubiera provocado choques con concentraciones de partidarios del presidente. Por su parte, decenas de miles de seguidores de Chávez acudieron a un mercado de víveres organizado por el Ejército en una céntrica avenida caraqueña, a la que siguió un festival de música para cerrar la Semana de la Juventud en este país. Las demostraciones callejeras repitieron las mediciones de fuerzas entre oficialistas y opositores, con miles de policías y militares desplegados en distintas calles y alertas en sus cuarteles en previsión de eventuales disturbios, que finalmente no ocurrieron. El 12 de febrero, Día de la Juventud en Venezuela (aniversario de una batalla de la Guerra de Independencia que fue ganada por jóvenes patriotas) se registraron choques entre oficialistas y opositores en tres ciudades, que dejaron media docena de heridos. La marcha opositora de este sábado culminó con la entrega a miles de ciudadanos de copias facsimilares de las planillas en las que estamparon sus rúbricas, en noviembre y diciembre de 2003, para solicitar al Consejo Nacional Electoral que convoque a un referendo sobre si Chávez debe seguir o no en la presidencia. La Coordinadora Democrática reivindica haber recogido 3,4 millones de firmas en apoyo de su iniciativa, un millón más que el mínimo necesario según la Constitución (20 por ciento del padrón electoral) para pedir el referendo. Por otra parte, el oficialismo sostiene que centenares de miles de firmas son inválidas, con muchos casos de planillas (de 10 firmas cada una) llenadas por la misma persona, y muchos otros en que se falsificaron huellas dactilares estampando en las casillas incluso el codo. Chávez, durante una rueda de prensa este viernes, mostró copias de planillas irregulares. “Hasta 30 por ciento fueron llenadas en forma que constituyen un fraude masivo”, y dijo que si el poder electoral las valida y convoca al referendo apelará entonces al Tribunal Supremo de Justicia. Pero los opositores defienden sus firmas con uñas y dientes.
“Aquí está. Mi firma no es virtual y puse la huella de mi pulgar, no la rodilla ni el codo”, dijo a IPS Elena Martínez, una vendedora de calzado que blandía su fotocopia.
“Que cuenten las firmas como quieran, marcharemos las veces que sea necesario y vamos a ganar”, dijo Andrés Rojas, un jubilado de la industria petrolera.
Enrique Palacios, portavoz del grupo opositor Súmate, que entregó copias de las planillas, dijo que entregaron durante la jornada 304.000 de esos papeles, y el comandante de bomberos Rodolfo Briceño, que depende de la alcaldía metropolitana en manos de la oposición, estimó que fueron 400.000 las personas que marcharon.
“Estamos marchando hasta donde podemos, no caeremos en provocaciones, porque la cantidad de firmas con que contamos está blindada”, destacó el dirigente opositor Enrique Mendoza, gobernador del populoso estado de Miranda, al este de Caracas. La demostración oficialista fue menos fervorosa, con largas filas de personas ante los expendios de carne, pollo y vegetales. “Estas son las cosas que hace el presidente Chávez en beneficio de nosotros, ya estamos cansados de los políticos que lo quieren sacar”, dijo a IPS una de las compradoras, Olgalinda Suárez. Elías Jaua, dirigente del oficialista Movimiento Quinta República, dijo que la jornada cumplida por opositores y oficialistas “demuestra que los ciudadanos y las instituciones del Estado tienen el control y no tienen apoyo las aventuras golpistas”. Los ministros de Interior, Lucas Rincón, y de Defensa, el general Jorge García, reportaron que en todo el país la situación era de absoluta normalidad y tranquilidad. El vicepresidente José Vicente Rangel también subrayó que “hubo mucho orden y tranquilidad en todo el país”, y desestimó la marcha opositora pues “se trata de la presencia invisible de la oposición”. Ello aludió a una “guerra de imágenes”, entre las televisoras privadas, que apoyan a la oposición y mostraron planos cerrados de la marcha en las que se veía una cuantiosa concentración, y la televisora del Estado, que con tomas aéreas enseñó los vacíos en la autopista para destacar que muchas áreas no fueron cubiertas por los manifestantes. El Consejo Electoral, abocado a la revisión de las firmas que solicitan los referendos, en presencia de decenas de observadores de la Organización de Estados Americanos y del estadounidense Centro Carter para la Paz, anunció que a más tardar el 29 de febrero dirá si proceden esas consultas. Además del referendo contra Chávez, centenares de miles de electores firmaron en noviembre para solicitar consultas similares para 61 de los 165 diputados a la Asamblea Nacional, tanto oficialistas como opositores. El referendo presidencial es para la oposición una carrera contra-reloj, porque si ocurre antes del 19 de agosto y Chávez lo pierde, se organizará una nueva elección presidencial, pero si se realiza después de esa fecha y también es adverso al mandatario, entonces el vicepresidente completará el período hasta enero de 2007. Para ganar el referendo, la oposición no sólo deberá obtener más votos que quienes deseen la permanencia del mandatario, sino que deberán superar en número los 3.757.753 sufragios con los que Chávez fue elegido en julio de 2000.
