SALUD: Una nueva enfermedad cada año

Los sistemas de salud pública no parecen estar preparados ni dispuestos a detectar a tiempo las nuevas enfermedades que surgen a razón de una por año, advierten científicos.

"Ya existen pocas dudas de que hemos subestimado gravemente a las enfermedades infecciosas y el poder del ambiente biofísico", dijo el profesor de Geografía Médica Peter Curson, de la Universidad Macquarie de Sydney, Australia.

"Hemos tendido a percibir los virus y bacterias como blancos fijos contra los cuales apuntar balas mágicas de antibióticos y antivirales. Fracasamos trágicamente en apreciar su capacidad de evolucionar, mutar, combinarse y 'saltar' de una especie a otra", agregó Curson.

Las enfermedades infecciosas emergentes, según la clasificación epidemiológica, pueden ser nuevas para la especie humana (como en su momento el sida o el síndrome respiratorio agudo severo) o para una región particular (la fiebre del Nilo Occidental y la viruela del mono).

Pero también puede tratarse de enfermedades cuyos gérmenes causantes desarrollaron defensas contra tratamientos antes eficaces, como es el caso de la malaria y la tuberculosis.

Desde diciembre, 22 personas murieron en Vietnam y en Tailandia al contraer una variedad de la gripe del pollo, que pasó por primera vez de las aves a los seres humanos en Hong Kong en 1997.

Cinco trabajadores de una empresa avícola cerca de la occidental ciudad canadiense de Vancouver habrían contraído gripe del pollo luego de que el mal fue detectado en aves de esas instalaciones la semana pasada. Las autoridades ordenaron el sacrificio de 16.000 pollos.

Este mes, la enfermedad fue detectada en granjas de tres estados estadounidenses. No se registraron casos humanos. De todos modos, algunos países prohibieron la importación de pollo de Canadá y Estados Unidos.

Funcionarios de los dos países aseguran que están frente a una cepa menos nociva del virus de la gripe del pollo que la presente hoy en Asia sudoriental.

Científicos sospechan que "saltos de especies" similares —de aves a cerdos, y luego a humanos— fueron el origen del la epidemia de gripe que mató a alrededor de 50 millones de personas en 1918 y 1919.

"Una epidemia de gripe realmente grave está atrasada. La última fue hace más de 30 años, y la combinación de la actual gripe del pollo con la gripe humana probablemente sea una cuestión de tiempo", dijo Curson.

Unas 20 enfermedades nuevas florecieron desde los años 70, y los científicos creen que este ritmo se mantendrá, si es que no se acelera.

Expertos señalan prácticas como el uso excesivo de antibióticos en el alimento suministrado en los corrales —lo que aumenta la posibilidad de que las bacterias desarrollen resistencia a los medicamentos— y el uso de piensos de origen animal, el cual originó la variedad humana de la enfermedad de la vaca loca.

La deforestación y la invasión de áreas silvestres también originó el desagradable hallazgo de nuevos virus como el de Ebola, mientras los viajes aéreos permitió la diseminación de gérmenes patógenos de un lado a otro del globo en cuestión de horas.

El cambio climático también ha alimentado a bacterias y parásitos peligrosos, que crecen con mayor comodidad en ambientes cálidos.

"Se prevé que muchas enfermedades, como las transmitidas por mosquitos, amplíen su dominio geográfico como consecuencia del recalentamiento planetario", dijo el experto en bioestadística Niels Becker, de la Universidad Nacional de Australia.

Uno de estos males, la fiebre del Nilo Occidental, llegó a Nueva York en 1999 y desde entonces se presentó en 48 estados estadounidenses y en Canadá. Entre 2002 y 2003, los casos humanos en Estados Unidos pasaron de 4.156 a 9.136 anuales.

Las enfermedades infecciosas causan casi 40 por ciento de todas las muertes, y esa proporción está en crecimiento. Un panel internacional de expertos advirtió que un aumento de la temperatura promedio del planeta de apenas tres grados ocasionaría entre 50 y 80 nuevos casos de malaria.

La exitosa campaña del año pasado contra el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) en el sudeste asiático fue aplaudida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y demostró la eficacia de la cooperación internacional en la materia.

Pero la próxima vez la humanidad podría no ser tan afortunada, advirtieron expertos.

Cuestiones económicas y políticas retrasan la admisión por parte de los gobiernos de la presencia de nuevas enfermedades, como ocurrió en China, cuyas autoridades intentaron encubrir la epidemia de SRAS el año pasado.

"También hay una debilidad sistemática a causa de la gran disparidad de capacidad económica y profesional entre los países pobres y los ricos", sostuvo el director del Centro Nacional de Epidemiología de Canberra, Tony McMichael.

"El problema es que muchas enfermedades infecciosas tienen su origen en asentamientos pobres, rurales y con estilos de vida tradicionales", agregó McMichael.

Otros científicos manifestaron preocupación de que los alimentos y medicamentos transgénicos faciliten el surgimiento de enfermedades que "saltan" especies.

Muchos organismos transgénicos son construidos en base a genes de parásitos y virus insertados en células vegetales, animales o humanas.

"El equipo de la ingeniería genética es el mismo que para la creación de armas biológicas: virus y bacterias que causan enfermedades", dijo la bioquímica Mae-Wan Ho, fundadora del Instituto de Ciencia en Sociedad de Gran Bretaña.

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