Investigadores de la Unión Europea (UE) están en Jerusalén para avanzar esta semana en las indagaciones sobre un supuesto caso de malversación de fondos por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La UE sigue los rastros de lo que sería una serie de transferencias de dinero donado por el bloque al gobierno palestino, a la cuenta bancaria personal de Suha Arafat, la esposa del presidente de la ANP, Yasser Arafat.
Suha, que alterna sus días en la capital francesa y en Ginebra, habría recibido depósitos superiores a 11,5 millones de dólares entre julio de 2002 y julio de 2003.
La investigación sobre las cuentas de Suha Arafat está todavía en una etapa preliminar y hasta ahora no se han hallado pruebas de un delito, dijeron portavoces judiciales franceses a IPS.
La indagación está a cargo de una agencia estatal francesa que se dedica a investigar operaciones de lavado de dinero.
El caso fue alertado por el Banco de Francia, al que llamó la atención importantes sumas de dinero que se transferían mes a mes desde Suiza a las cuentas de Suha en dos bancos parisinos.
Luego, el Organismo del Ministerio de Finanzas de Francia para el Control de Información y Acción contra los Circuitos Financieros Clandestinos ordenó a la fiscalía que investigara el caso.
La representante de la ANP en la capital francesa, Leila Chahid, calificó de "escandalosas e inaceptables" las acusaciones de corrupción contra la familia Arafat.
La ANP ha sido acusada de corrupción en más de una oportunidad en los últimos dos años por agencias israelíes y algunos grupos políticos de derecha de Estados Unidos y Europa.
Varios miembros del Parlamento Europeo propusieron el año pasado medidas más severas para controlar el uso que da el gobierno palestino a la ayuda financiera de la UE. La moción fue apoyada por 147 parlamentarios, 10 menos que los 157 requeridos para que prosperara.
La UE otorga a la ANP unos 400 millones de dólares al año, un tercio del presupuesto total palestino.
El bloque europeo decidió investigar el caso a fines del año pasado, en el marco de una fuerte campaña de Estados Unidos e Israel para excluir a Arafat en las negociaciones sobre la ocupación de Gaza y Cisjordania por fuerzas israelíes.
Autoridades de Israel entregaron a los investigadores varios documentos que al parecer vinculan a Arafat con otros actos de corrupción. Según los israelíes, estos documentos demuestran que el presidente palestino financió atentados terroristas.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, rechazó esas versiones. El comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten, dijo que los grupos que presionaban por la investigación estaban sólo "azotando al caballo muerto".
Patten dijo al Parlamento Europeo que cualquier malversación de fondos hubiera sido detectada por los "especialmente severos mecanismos de control" de la UE.
El gobierno de Israel acusa a Arafat de administrar mal los fondos públicos y por tanto ser el responsable de la crisis económica en los territorios palestinos.
Cerca de tres cuartas partes de los palestinos viven con menos de dos dólares diarios. La cantidad de personas debajo de la línea de pobreza aumentó tres veces desde que estalló la segunda intifada (insurrección popular), en septiembre de 2000.
El desempleo afecta a dos tercios de la población económicamente activa de Gaza y a 50 por ciento de la de Cisjordania. Los palestinos son, más que nunca, dependientes de la asistencia alimentaria internacional.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) divulgó un estudio señalando que Israel es el gran responsable del deterioro de la economía palestina.
Las políticas israelíes en los territorios palestinos ocupados "han privado de oportunidades laborales y de ingresos a grandes segmentos de la población", indica el trabajo.
El producto interno bruto de la ANP cayó a menos de la mitad desde septiembre de 2000, y las pérdidas de la economía palestina desde entonces llegan a los 10.000 millones de dólares, señala.
Desde que comenzó la segunda intifada, las incursiones israelíes en los territorios ocupados provocaron daños por 728 millones de dólares, calculó el PNUD.
Pero entre los palestinos, muchos también sostienen que la corrupción en la ANP contribuyó a la pobreza. Varios líderes palestinos han demandado una investigación dentro del gobierno.
Las acusaciones contra Arafat coinciden con una polémica que rodea al primer ministro israelí Ariel Sharon.
La justicia israelí acusó al empresario David Appel de haber pagado cientos de miles de dólares al hijo del primer ministro, Gilad, para obtener favores del gobierno israelí.
Sharon también es acusado de haber violado las reglas sobre financiamiento de campañas políticas.