Un nuevo sitio en la red mundial de computadoras Internet, producido por un estadounidense, ayuda a músicos poco conocidos de todo el planeta a difundir sus obras y vender sus canciones.
A los admiradores de Sevara Nazarkhan les era muy difícil antes conseguir sus discos, incluso después de que esa cantante pop uzbeka acompañara en una gira internacional al británico Peter Gabriel.
Pero todo cambió, pues se puede conseguir cualquier disco de la llamada Britney Spears de Uzbekistán en el sitio CalabashMusic.com.
El autoproclamado primer sitio en la red para el libre comercio de música contiene canciones de 500 artistas de 50 países, algunos de los cuales nunca han editado ningún disco.
En el sitio se pueden descargar canciones por 99 centavos de dólar cada una. La mitad del dinero va para los autores, que además tienen derecho a vender las mismas canciones en otros sitios.
Nazarkhan dijo que unas 200 personas descargaron sus canciones del sitio, y muchas también le enviaron mensajes de correo electrónico para felicitarla.
Es probable que, conforme la fama de Calabash y la mía vayan creciendo, los visitantes aumenten, afirmó la cantante.
El creador de la página, el estadounidense Brad Powell, señaló que el número de artistas unidos al proyecto va creciendo. Este mes vamos a añadir entre 600 y 800 nuevos artistas, lo que significa 8.000 canciones más, dijo en una entrevista.
Cualquier músico puede presentar sus canciones para que sean incluidas en el repertorio de Calabash, pero hay un filtro a cargo de expertos en el estilo musical correspondiente.
Los mismos expertos están también a la caza de nuevos talentos en radios o espectáculos, a los que les ofrecen incluir sus canciones en la página.
Casi todas las semanas surgen nuevos sitios para descarga de canciones.
Días atrás, la multinacional de bebidas Coca Cola presentó el sitio CokeMusic.com, pero el dueño del mercado sigue siendo iTunes, de la firma informática Apple, que ofrece canciones de todas las grandes editoras de discos.
Ese sitio de Apple vendió en los últimos nueve meses 25 millones de canciones, por 99 centavos cada una.
Entre los sitios de descarga gratis, acusados de piratería por las transnacionales discográficas, se destaca Kazaa.com, que permite a los internautas compartir canciones entre ellos gratis.
La mayoría de los sitios ofrecen música de muchos países, pero Calabash es el único que se dedica especialmente a difundir la música de todo el mundo, señaló Powell.
Algunos temen que el sitio no pueda subsistir por mucho tiempo, debido a que otorga 50 por ciento de las ganancias a los artistas, muchos de los cuales son casi desconocidos.
Calabash tiene una hermosa filosofía, que es compartir las ganancias con los socios y los artistas. Lo único que me preocupa es que sean demasiado generosos y terminen en la ruina, afirmó Cliff Furnald, editor y fundador de la revista en Internet sobre música Roots World.
Furnald estudia asociarse con Calabash.
Powell invirtió 150.000 dólares desde que creó su página en 2000, pero dice no estar preocupado por el dinero y espera que el sitio le dé buenas ganancias en 2005.
Muchos músicos aprovechan los sitios de descarga de canciones en Internet para promover sus obras.
Tengo un sitio donde puedes descargar una de nuestras canciones gratis o comprar nuestro disco, dijo el músico Sylvain Leroux, del grupo Fula Flute Ensemble, que interpreta música típica del occidente de Africa.
La descarga de canciones por Internet es buena para los músicos porque abre el mercado a más personas. Todo lo que necesitas es un sitio web y buena música, dijo Leroux a IPS.
Por su parte, el camerunés Francis Mbappe dijo que estos sitios dan a los músicos más independencia de los sellos discográficos.
De esta manera el dinero de la industria musical no está sólo reservado para las grandes compañías. Los pequeños artistas como nosotros podemos vender nuestra propia música y tener el control, afirmó.
Calabash está negociando un acuerdo con el sitio World Event Village, dedicado a filmar y difundir por Internet conciertos de grupos musicales de todos los estilos y de todo el mundo. De esta manera, el sitio de Powell contará también con imágenes.
Las compañías discográficas señalan que la descarga de música por Internet gratis es ilegal, porque excluye de las ganancias a los sellos que produjeron los discos.
Algunos señalan que la descarga de música por Internet, al ser barata y fácil, acabará con la venta de discos.
Pero Furnald sostiene que el conflicto no durará mucho.
La industria discográfica tuvo sus 100 años durante el siglo XX, y la música en las cortes tuvo sus 200 años en los siglos XVII y XVIII. Lo que desaparecerá es la industria musical tal cual la conocemos ahora, afirmó.