Las economías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) registran un crecimiento récord gracias al histórico aumento de los precios del petróleo en el último año, pero si no se diversifican ni reducen su gasto militar, esa expansión podría resultar insostenible.
El crecimiento promedio previsto para 2003 en los seis países miembros del bloque (Arabia Saudita, Bahrain, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) era de 4,5 por ciento, muy superior al de Europa o el de Estados Unidos, cercano a 2,8 por ciento, según cifras de instituciones árabes e internacionales.
Los porcentajes reales, a publicarse en los próximos meses, podrían ser superiores a los previstos.
De los seis países miembros, Qatar registró el mayor crecimiento de su producto interno bruto (PIB), 8,4 por ciento, debido a masivos proyectos de explotación de gas natural. Sin Qatar, el promedio para todo el CCG habría sido 3,8 por ciento.
Gran parte del crecimiento se debe al aumento de los precios del petróleo. Con el barril de crudo cotizado en promedio a 28 dólares en el mercado mundial, los países del Golfo raramente han tenido ingresos tan altos.
Según cifras del Centro de Estudios Mundiales de Energía, los seis países del CCG iban a obtener 134.000 millones de dólares gracias a la venta de petróleo el año pasado, un incremento de 30 por ciento sobre el año anterior.
El país con mayores ingresos del grupo regional ha sido tradicionalmente Arabia Saudita, seguido de lejos por Emiratos y Kuwait.
Pero los altos precios del petróleo difícilmente puedan sostenerse. Incluso funcionarios saudíes creen que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) debería bajar el precio al menos a 25 dólares el barril. Probablemente, los exportadores que no integran la OPEP sigan el ejemplo.
Otro factor que podría afectar adversamente la economía de la región es el excesivo gasto en defensa.
En 2002, el último año en que se publicaron estadísticas oficiales, los países del CCG gastaron 37.000 millones de dólares en compra de armas y otros gastos militares.
En los últimos dos años, los seis países gastaron en promedio 30 por ciento de su presupuesto anual en defensa, el mayor porcentaje del mundo.
Debido a nuestros propios esfuerzos por aumentar la seguridad en Medio Oriente y al fervor de la región por los equipos militares, Medio Oriente en general y el CCG en particular es un gigantesco mercado para las armas, declaró un oficial militar estadounidense que no dio su nombre, de acuerdo con las normas del Pentágono (Departamento de Defensa de Estados Unidos).
Algunos países del CCG, principalmente Arabia Saudita, tienen dificultades para hacer frente al alto crecimiento de su población.
Mientras la mayoría de los países de Medio Oriente tienen un crecimiento anual de la población cercano a 2,2 por ciento, Arabia Saudita, una nación islámica conservadora que no utiliza tradicionalmente métodos de control de la natalidad, registra un crecimiento de 3,4 por ciento.
Quizá el mayor desafío para los países del CCG sea la diversificación de sus economías, dependientes casi exclusivamente del petróleo.
Emiratos ya emprendió el camino de la diversificación, y podría transformarse en un modelo para el resto.
Aunque el crecimiento económico de Emiratos en 2003 se situaría en 4,5 por ciento, el sector no petrolero —principalmente la construcción y el turismo— habría aumentado 11 por ciento.
Mohammed Ali al-Abbar, presidente del Departamento de Desarrollo Económico de Dubai, sostuvo que Dubai, el más próspero de los emiratos, planea invertir 50.000 millones de dólares en desarrollo inmobiliario antes de 2010.
Dubai construyó el único hotel siete estrellas del mundo y está construyendo una isla que albergará mansiones multimillonarias para los más ricos del mundo. También organiza frecuentes conferencias internacionales, todo para atraer lo que sus gobernantes llaman turismo de primera clase.
Por primera vez, el año pasado Emiratos ganó más gracias al turismo -cerca de 20 por ciento de sus ingresos totales- que a sus exportaciones de petróleo.
Mientras, Qatar y Bahrain emprendieron grandes proyectos de explotación de gas natural, lo que les permitió aumentar el gasto público y así promover su crecimiento económico.
La diversificación económica es la mayor dificultad para muchos de estos países. Es una cuestión de prioridades; ellos deben definir si quieren recorrer ese camino o no, declaró Peter Mitias, profesor adjunto de economía de la Universidad Americana, en el emirato de Sharjah.
Para muchos de estos países, la reforma de su economía no es sólo una cuestión económica, sino también social y política, porque implica cambiar su forma de hacer negocios con el resto del mundo, agregó Mitias.
Para reformar su infraestructura económica, los países del CCG deben modificar numerosas leyes financieras y de inversiones, pero pocos de esos gobiernos están dispuestos a hacerlo.
Emiratos recientemente abrió sus puertas a la inversión extranjera, pero muchos miembros del bloque todavía la prohíben o limitan.
Los seis países comenzaron a negociar una serie de acuerdos regionales tendentes a la unidad monetaria y aduanera, con miras a ingresar en la Organización Mundial del Comercio, lo que les permitiría importar la tecnología que necesitan para modernizar su infraestructura económica. (