Los países del Sur con frecuencia son perjudicados por decisiones de los organismos internacionales que integran, pero la solución no es abandonarlos, sino propiciar cambios en su interior, coincidieron expositores en el Foro Social Mundial (FSM).
Como era de esperar, las pancartas y los cánticos en rechazo de organismos como el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio no faltaron en este cuarto FSM, que se desarrolla desde el viernes y hasta el miércoles en la occidental ciudad india de Mumbai.
Pero en las exposiciones, la mayoría de los participantes coincidieron en que es posible impulsar cambios profundos en estas organizaciones, con la colaboración de los gobiernos nacionales y la presión de la sociedad civil.
"Se deben adoptar cambios dentro de los organismos internacionales para que sean más transparentes en sus decisiones. Tienen que ser responsables con sus compromisos", señaló el director general de la Organización Internacional del Trabajo, el chileno Juan Somavía.
No obstante, subrayó la importancia de que la sociedad civil deje lado sus diferencias para poder propiciar un cambio en los gobiernos y en las instituciones internacionales. "Que podamos cambiar todo esto depende de cómo nos organicemos", afirmó.
Somavía dijo a IPS que el FSM es el lugar ideal para esa coordinación de los grupos civiles, pues "es la verdadera expresión de un gran movimiento social preocupado por esta forma de globalización, que no se acuerda de la gente".
Unas 100.000 personas llegaron hasta el abandonado centro industrial de Nesco, donde se desarrolla el foro, que se convirtió en un gran espectáculo de colores y sonidos. Desde temprano a la mañana hasta altas horas, grupos de todas partes del mundo, en su gran mayoría de Asia, recorren las calles del centro con instrumentos musicales y vestimentas tradicionales.
"En Porto Alegre, aprendimos que todos los que venimos al FSM tenemos una agenda diferente. Pero debemos buscar lo que nos une", afirmó Somavía.
"Yo soy chileno, y puedo decir que uno de los grandes obstáculos para que se fuera del poder (el dictador) Augusto Pinochet (1973-1990) eran las divisiones entre los sectores democráticos. Por eso, cuanto antes superemos las diferencias, más rápido alcanzaremos lo que buscamos", añadió.
Por su parte, Mary Robinson, ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, subrayó la importancia de que la sociedad civil aproveche las herramientas con las que ya cuenta para controlar a los organismos internacionales.
El sistema de gobernanza mundial fracasó en los últimos años, y esto debe ser aprovechado por las organizaciones civiles, que deben hacer responsables a sus gobiernos, dijo Robinson ante unas 500 personas que asistieron al panel "Globalización, gobierno local y estado nación".
La conferencia se vio interrumpida cuando delegados de una comunidad local del noroccidental estado indio de Rajastán, que luchan por el derecho de educación para sus hijos, ingresaron a la sala danzando y tocando instrumentos musicales. Luego de unos minutos se retiraron, aplaudidos por todos los presentes.
Robinson, que fue presidenta de Irlanda entre 1990 y 1997, señaló que la sociedad civil debe, por ejemplo, presionar para que se realicen los informes anuales acerca del progreso de cada país hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2000.
El primer Objetivo de Desarrollo del Milenio consiste en reducir a la mitad el porcentaje de personas que viven con menos de un dólar al día y el de personas que padecen hambre entre 1990 y 2015.
Otras metas para 2015 son la enseñanza primaria universal, la igualdad de géneros en todos los niveles de enseñanza, la reducción en dos terceras partes de la mortalidad infantil.
Los miembros de la ONU también se propusieron mejorar la salud materna, combatir el sida, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sustentabilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Estos objetivos son "una herramienta que debemos utilizar", exhortó Robinson.
El fracaso de la última Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, realizada en septiembre en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún, enseñó que se deben reformar los organismos internacionales para que el Sur en verdad tenga peso en ellos, subrayó la ex Alta Comisionada para los Derechos Humanos.
Mientras, el presidente de la Fundación Cultura para la Paz y ex director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Federico Mayor Zaragoza, hizo una dura crítica a Estados Unidos y a su influencia sobre la Organización de las Naciones Unidas.
"Hay que decirlo claramente. Hay que decirle al presidente (de Estados Unidos, George W.) Bush que no estamos de acuerdo con la forma con que controla el mundo. Hay que decirle que se tiene que gobernar con la mente, no con la fuerza", dijo Mayor Zaragoza a IPS.
"Necesitamos una nueva cultura de gobernanza mundial. No la cultura de la fuerza, sino la cultura del entendimiento, del diálogo y de la paz", añadió.
Por su parte, la ex ministra de Cooperación para el Desarrollo de Holanda, Eveline Herfkens, sostuvo que para mejorar la gobernanza mundial se necesita más control de la sociedad civil sobre los organismos internacionales.
"No son independientes, son nuestros. Son de nuestros gobiernos. Y los funcionarios enviados por nuestros gobiernos para trabajar en los organismos multilaterales son responsables ante nosotros. Tenemos que hacer que los gobiernos nos rindan cuentas de lo que hacen", sostuvo Herfkens, ahora miembro de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización.