Ruhel Ahmed probablemente no lo sepa, pero este martes se lanzó en la capital británica una de las más fuertes iniciativas en defensa de él y otros cientos de detenidos ilegalmente en la base militar de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo, Cuba, en el marco de la ”guerra contra el terrorismo”.
Familiares de esos prisioneros se reunieron en Gran Bretaña, Francia y otros países europeos con sus abogados, representantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos de defensa de los derechos humanos para lanzar la Comisión por los Derechos Humanos en Guantánamo.
La comisión fue idea de la actriz y activista Vanessa Redgrave y su hermano Corin Redgrave, y fue lanzada principalmente en representación de 20 ciudadanos europeos y cinco residentes de países europeos detenidos en Guantánamo sin cargos ni juicio.
Pero la campaña por los prisioneros europeos será sólo una primera prueba para garantizar luego los derechos de todos, aclaró Greg Powell, abogado de la familia de Ruhel Ahmed.
”La iniciativa europea no representa en definitiva a los detenidos europeos solamente. El objetivo es poner los derechos de todos los detenidos de Guantánamo dentro de un ámbito legal adecuado”, dijo Powell a IPS.
Se estima que actualmente hay unos 660 prisioneros en la base militar estadounidense. Muchos de los reclusos fueron capturados durante el conflicto internacional de Afganistán, país desde el que comenzaron los traslados a la base naval en enero de 2002. Otros fueron detenidos en distintos países y entregados a las autoridades de Estados Unidos.
”Continúan realizándose esporádicamente traslados a la base, así como excarcelaciones, pero nunca se han hecho públicos ni el número exacto de detenidos, ni su identidad y su nacionalidad”, señaló la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres.
”Recluidos en régimen de aislamiento, a los detenidos… no se les permite ver a sus abogados ni a sus familias, ni tener acceso a ningún tribunal de justicia”, agregó Amnistía.
En noviembre de 2002, un tribunal de apelaciones de Londres describió como ”un agujero negro legal” la situación de los prisioneros de Guantánamo, en respuesta a una petición en representación de los detenidos.
Catorce meses después, los prisioneros permanecen en ese limbo jurídico, señaló Philippe Sands, abogado y profesor de derecho, en el lanzamiento de la nueva comisión en el Parlamento.
La mayoría desaparecieron tan misteriosamente como Ruhel Ahmed. ”Todo lo que sabemos es que fue a Pakistán a asistir a una boda junto con otros tres”, dijo a IPS el padre del joven, que tenía 19 años cuando fue detenido hace dos años.
”Todavía no sabemos cómo llegó a custodia estadounidense. Alguien nos dijo que la Alianza del Norte (la oposición del antiguo régimen extremista islámico Talibán, derrocado por Estados Unidos) lo entregó a los estadounidenses, pero no sabemos”, agregó.
La familia de Ruhel tampoco sabe sobre las condiciones físicas y mentales del joven actualmente. ”No hemos recibido una carta de él desde hace cuatro meses”, dijo su padre.
Lo mismo ocurre con otros detenidos. Azmat Begg, padre de Mozzam Begg, declaró a la prensa que no ha recibido carta de su hijo preso en Guantánamo en los últimos seis meses.
La última vez que Mozzam escribió a su padre, le contó que estaba detenido en régimen de aislamiento y que sólo lo dejaban salir 15 minutos en la mañana y 15 en la tarde, declaró Azmat en la sesión parlamentaria.
”Nuestros hijos lloran día y noche, su esposa llora, su madre llora, y yo corro de un lado a otro. Y de la bahía de Guantánamo, sólo tenemos silencio”, declaró.
Según Powell, ”no es coincidencia que las familias hayan perdido contacto con los detenidos ahora que se habla de llevar a juicio a algunos de los detenidos”.
Hay rumores de que dos de los nueve ciudadanos británicos detenidos en Guantánamo serán sometidos a un tribunal, pero también se ha sugerido que serían devueltos a Gran Bretaña.
”Nos han informado que Estados Unidos quiere repatriarlos pero el gobierno británico, en especial el ministro del Interior David Blunkett, no los quiere de vuelta”, declaró Louise Christian en represetnación de Feroz Abbasi, uno de los dos detenidos británicos que serían juzgados.
El objetivo inmediato de la Comisión por los Derechos Humanos en Guantánamo es presionar a Estados Unidos para que trate a los prisioneros según las normas legales estadounidenses e internacionales. A largo plazo, la meta es poner fin a toda forma de detención sin juicio.
La comisión planea realizar una visita a Washington a principios de marzo, donde serán recibidos por ACLU.
ACLU forma parte de una coalición que presentó un escrito de ”amigos del tribunal” a la Corte Suprema de Estados Unidos para reclamar que los detenidos puedan denunciar ante la justicia la ilegalidad de su detención. La audiencia se realizará, precisamente, en marzo.