Los precios del petróleo volvieron a subir de manera sostenida este semana luego del impacto inicial a la baja de la captura el sábado pasado del ex presidente iraquí Saddam Hussein por las fuerzas invasoras de Estados Unidos. Pero, aún así, los países productores miran inquietos el calendario de 2004.
Aunque bajaron muy levemente su precio este viernes, los principales mercados internacionales de crudos habían alcanzado hasta el jueves valores que no se registraban desde el 18 de marzo, cuando las tropas estadounidenses y de sus aliados británicos se aprestaban a invadir Iraq, acción concretada dos días después.
El crudo dulce ligero estadounidense West Texas Intermediate (WTI) se vendió al cierre de la semana en Nueva York a 30,50 dólares el barril de 159 litros, una merma de 21 centavos respecto del jueves, cuando en algunas transacciones incluso se acercó a los 34 dólares.
Por su parte, el crudo Brent de Mar del Norte, referencia europea, se cotizó esta jornada en Londres a 30,45 dólares el barril, 35 centavos menos que el jueves.
Los promedios semanales fueron de 33,21 dólares para el WTI y de 30,75 dólares para el barril del tipo Brent, las cifras más altas desde el primer trimestre del año, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
A su vez, la canasta de siete crudos marcadores que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se vendió en la semana a un promedio de 30,17 dólares. Desde noviembre, el precio del grupo está por encima de los 28 dólares, que es el techo que se impuso para su producto en una banda que tiene como piso los 22 dólares.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y produce un tercio de la demanda mundial de 78 millones de barriles diarios.
La captura de Saddam Hussein permitirá un incremento de la producción de petróleo, porque iniciará un descenso de los actos de sabotaje contra oleoductos y otras instalaciones, había dicho el lunes Abdel Qotbi, uno de los responsables del petróleo iraquí.
Pero esta semana se registraron nuevos atentados contra el oleoducto que puede llevar crudo iraquí hacia el norte (a la terminal turca de Ceyhan), y que permanece cerrado, así como diversos ataques en Bagdad y otras ciudades, que dan cuenta de una intensa resistencia a la ocupación.
La detención del ex líder iraquí produjo más incertidumbre en el mercado, y el alto precio actual se debe a la situación geopolítica, opinó el ministro petrolero de Argelia, Chakib Jelil.
El comportamiento de los precios responde en parte a la preocupación que hay en el mercado por la situación del Medio Oriente, indicó el reporte semanal del Ministerio de Energía venezolano. Sobre esa prima de guerra son reiterados los análisis de firmas de consultoría en Nueva York y Londres.
Otro factor que ha impulsado los precios es el intenso frío que soporta el noreste de Estados Unidos, que calza con una merma en las existencias estadounidenses de crudo y combustible de calefacción, y eleva las demandas de aprovisionamiento.
El Departamento de Energía de Estados Unidos indicó que la semana pasada sus existencias de crudo bajaron 5,1 millones de barriles para situarse en 272,8 millones de unidades, muy cerca del umbral de suficiencia que Washington ha fijado para su economía, que es de 270 millones de barriles.
El secretario estadounidense de Energía, Spencer Abraham, aprovechó un coloquio en Washington sobre la industria del gas para plantear a ministros de la OPEP que se abstengan de aplicar nuevos recortes a la producción el año próximo.
La OPEP es tentada a proceder de esa manera para apuntalar los precios, porque teme que la creciente producción de Iraq y nuevas entregas de Rusia, ajeno al grupo, inunden el mercado y se desplome el actual esquema de precios.
Según el ente iraquí de petróleo (Somo), ese país está en condiciones de exportar 1,6 millones de barriles diarios y espera llegar a dos millones de unidades antes de febrero, es decir, a un nivel semejante al de antes de la guerra. Pero luego, con base en sus enormes reservas, Iraq podría entregar mucho más crudo al mercado.
El ministro saudita de petróleo, Ali al-Naimi, dijo que, mirando hacia el próximo año, la OPEP debe coordinar con otros productores para asegurarse de que no lancemos al mercado una sobreoferta.
Estados Unidos y otros consumidores industrializados plantean que el alto precio de la energía desestimula el crecimiento de la economía y merma la demanda de crudo.
El analista Frederic Laserre, de la firma francesa Société Genérale, opina que, como el año próximo habrá elecciones en Estados Unidos, se incrementará la presión desde Washington para se mantengan bajos los precios del petróleo.
En la OPEP hay cierta aprensión para cuando cese la demanda estacional porque llegue la primavera boreal del 2004 y haya más crudo en oferta, pero también se inquietan por la pérdida de poder adquisitivo del dólar.
Cuando la Organización realice su próxima conferencia ministerial el 10 de febrero debería examinar la posibilidad de fijar en euros y no en dólares el valor estimado para su cesta de crudos, dijo el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.
Otra propuesta venezolana es correr hacia arriba la banda de precios, y el presidente de este país, Hugo Chávez, ha sugerido ubicarla entre 25 y 32 dólares por barril, en vez de la actual de 22-28 dólares.
La pérdida de valor del dólar es una preocupación, pero nada se ha decidido, advirtió por su parte Jelil.