Los esfuerzos este mes en Ginebra para reanimar las frustradas negociaciones comerciales de la OMC fracasaron otra vez, y no hay esperanza de vida para el próximo año, según activistas.
Las naciones del Sur en desarrollo responsabilizan del fracaso, sobre todo, a la Unión Europea (UE), por negarse a eliminar sus subsidios agrícolas y por insistir en tratar los llamados temas de Singapur, que abarcan inversiones, normas de competencia, compras gubernamentales y facilitación del comercio.
Estos cuatro temas fueron propuestos por las naciones del Norte industrializado en la conferencia ministerial realizada en 1996 en ese país de Asia.
La UE se comporta como Santa Claus a la inversa, afirmó el activista Peter Hardstaff, del Movimiento Mundial para el Desarrollo (WDM), una organización no gubernamental con sede en Londres.
Hardstaff lamentó que las conversaciones en Ginebra para reactivar las negociaciones de la OMC (Organización Mundial del Comercio) estén en punto muerto, pero sostuvo que esto es mejor a que haya un avance en base a las ofertas de la UE.
El 15 de este mes terminó una ronda de consultas entre los 146 países del foro, convocada por el presidente del Consejo General, Carlos Pérez del Castillo, para superar el estancamiento en que cayeron las negociaciones en la conferencia ministerial realizada en septiembre en el sudoriental balneario mexicano de Cancún
Al igual de lo ocurrido en Cancún, ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo, sostuvo el activista.
La conferencia ministerial en el balneario mexicano terminó sin acuerdos luego de que varios países del Sur en desarrollo se negaran a avanzar en otros temas hasta que no se atendiera a sus demandas, en especial la referida a los subsidios agrícolas del Norte.
El portavoz del WDM, Dave Timms, dijo que hay pocas perspectivas de que avancen las negociaciones el año que viene.
Hay posibilidades de que la próxima conferencia ministerial, que estaba prevista para 2005 en Hong Kong, se adelante para octubre del año próximo, pero no de que las posturas cambien en los próximos nueve meses, afirmó.
Una reunión en octubre de 2004 sería justo antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y justo antes de que el comisario de Comercio europeo Pascal Lamy abandone el cargo, afirmó Timms.
Todos están interesados en completar la actual ronda de negociaciones para comienzos de 2005, pero las posibilidades de que eso ocurra son cada vez menores, añadió.
Cuarenta y cuatro países del Sur en desarrollo, incluyendo a China e India, divulgaron un comunicado el 15 de este mes en Ginebra para exigir que tres de los cuatro temas de Singapur se dejen de lado y sólo se continúe negociando sobre facilitación del comercio.
Pero la UE presiona para que se traten los cuatro temas. La verdad es que no veo muchos avances, señaló Timms.
La UE y otros países ricos como Estados Unidos deben dejar de lado sus propuestas sobre los temas de Singapur, señaló la directora de la campaña sobre comercio de la organización no gubernamental ActionAid, Campolina Soares.
La activista también rechazó el llamado texto Derbez, la segunda revisión del borrador elaborado en Cancún y presentado por el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez.
En cambio, elogió un informe presentado por un grupo de legisladores británicos que critican la insistencia de la UE en tratar los temas de Singapur.
Por su parte, la Comisión Europea, el órgano ejecutivo del bloque, publicó un documento en vísperas de la reunión del 15 en Ginebra subrayando su interés en que las negociaciones comiencen tratando los cuatro temas polémicos.
El documento señala que los temas de Singapur son centrales para sus ambiciones comerciales.
La UE no ve razones para abandonar sus objetivos fundamentales y desde largo tanto tiempo buscados de establecer normas para estos cuatro temas clave de la economía mundial. Tampoco debemos tener temor de que la OMC sea un foro para crear reglas, dice el texto.
Tenemos que explorar alternativas para negociar los temas de Singapur, quizás sacándolos del centro de las negociaciones de la OMC y traduciéndolos en acuerdos 'plurilaterales', si es necesario, indica.
Pero el enfoque plurilateral presenta un nuevo peligro, pues supone prescindir de los consensos en el foro y lograr acuerdos sólo con los países que estén de acuerdo, alertó Hardstaff.
La respuesta de la Comisión Europea al enfático rechazo en Cancún a su política hacia el mundo en desarrollo fue presentar una nueva táctica para conseguir lo que quiere, añadió.
El llamado enfoque plurilateral está haciendo que los miembros de la OMC opten por negociar o no, y esto era lo que rechazaban muchos países en desarrollo, que temían que serían intimidados para dejar de lado sus intereses, señaló.