La Organización Mundial del Comercio (OMC) debe revisar sus normas sobre liberalización comercial para que el Programa de Desarrollo lanzado en Doha hace dos años tenga éxito, exhortaron grupos de la sociedad civil.
El relanzamiento formal de las estancadas negociaciones mundiales sobre comercio fue postergado al menos dos meses el lunes, después que la OMC admitió que aún quedan por resolver profundas diferencias entre países industrializados y en desarrollo.
Varias organizaciones no gubernamentales (ONG) culpan a la propia OMC por el colapso de las conversaciones en la Quinta Conferencia Ministerial, celebrada en septiembre en Cancún, México, y reclaman una reforma de la organización.
"Es hora de que gobiernos de todo el mundo se den cuenta de que la actual OMC no puede crear economías sustentables y justas ", exhortó Ronnie Hall, de la organización socioambientalista Amigos de la Tierra Internacional.
"El actual sistema de normas de la OMC favorece a los países ricos, a las compañías ricas y a las personas, ricas, a expensas de los países pobres, las comunidades pobres y el ambiente", afirmó Hall, en declaraciones a IPS.
Amigos de la Tierra exhorta a los miembros de la OMC a rechazar los nuevos temas que los países industrializados pretenden incluir en las negociaciones y a reemplazar las políticas agrícolas orientadas a la exportación por una política de soberanía alimentaria y agricultura sustentable.
El núcleo del Programa de Desarrollo lanzado en la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC (Doha, Qatar, noviembre de 2001) es el fomento del desarrollo, el comercio libre y equitativo y el libre acceso a los mercados a escala mundial.
Después del fiasco de Cancún, las delegaciones redujeron las conversaciones a un puñado de cuestiones estratégicas, como son la agricultura, aranceles aduaneros para la industria, el algodón y los llamados temas de Singapur, que incluyen inversiones, competencia, facilitación del comercio y transparencia en las compras gubernamentales.
El principal obstáculo es la renuencia de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón a reducir sus subsidios agrícolas, que suman casi 1.000 millones de dólares diarios.
Los países en desarrollo sostienen que esas medidas distorsionan el comercio y les impiden competir con los productos agrícolas de los países ricos.
Después del fracaso de Cancún, los ministros de Comercio de la OMC encomendaron a sus enviados que buscaran un arreglo antes del 15 de diciembre para relanzar la ronda de Doha, que debería terminar antes del fin de 2004.
Amigos de la Tierra lamentó el fracaso de las conversaciones el lunes, pero señaló que "es mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo".
Mientras, la agencia humanitaria británica Oxfam Internacional lamentó la "oportunidad perdida" y advirtió que el fracaso de las conversaciones condenará a millones de personas a seguir en la pobreza.
"El fracaso de las conversaciones no es una sorpresa, pero es una gran decepción para millones de pobres que podrían beneficiarse de la reforma comercial", dijo Michael Bailey, asesor político de Oxfam.
"Desde el colapso de Cancún, los países en desarrollo han mostrado su disposición a regresar a la mesa de negociaciones. La causa de esta parálisis es la obstinación de los países ricos", agregó.
Sin embargo, funcionarios de la OMC se muestran optimistas. "Nuestra misión hoy… era llegar al punto en que las negociaciones reanudaran su impulso. Todavía no hemos llegado a este punto, pero no debemos desalentarnos", exhortó el lunes Supachai Panichpakdi, director general de la organización.