La proximidad del invierno en el hemisferio norte ayuda a mantener alto el precio del petróleo, que ya había sido empujado por la resistencia militar en Iraq contra la invasión encabezada por Estados Unidos y la política de recortes de la OPEP.
El crudo ligero estadounidense West Texas Intermediate (WTI) escaló este viernes 37 centavos de dólar por barril de 159 litros en el mercado de Nueva York, al cerrar a 30,63 dólares, 21 por ciento más que en la misma fecha del año pasado.
También el precio del petróleo tipo Brent, la referencia europea, aumentó 40 centavos de dólar por barril, respecto del día anterior, para cotizarse a 28,81 dólares la unidad.
En cambio, el promedio semanal fue un poco más bajo en un mercado volátil, al ubicarse a 29,48 dólares el barril del WTI y a 28,13 dólares el Brent, según reportó el Ministerio de Energía de Venezuela.
Por su parte, la canasta de siete crudos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) promedió esta semana los 27,20 dólares por barril.
La primera explicación para la permanencia de los precios en este nivel es la perspectiva de un duro invierno boreal, ya que reportes meteorológicos indicaron para la zona noreste de Estados Unidos temperaturas 40 por ciento más bajas que la media de principios de noviembre.
Esa área demanda 75 por ciento del combustible para calefacción (fuel oil) que se consume en Estados Unidos, que además es el principal mercado mundial de hidrocarburos al devorar uno de cada cuatro barriles que se producen en el planeta.
Las existencias estadounidenses de fuel oil cayeron en la última semana de octubre 1,4 millones de barriles, para ubicarse en 56,8 millones de unidades, informó el Departamento de Energía de ese país. La demanda ha crecido 22 por ciento en los estados del nordeste.
En tanto, en Japón, otro gran mercado para el petróleo, la temperatura media de ocho ciudades en octubre fue dos grados más baja que la registrada en el mismo periodo de 2002.
La segunda causa del comportamiento de los precios petroleros es que la persistente resistencia armada en Iraq contra las fuerzas de ocupación alimenta temores sobre la oferta en los próximos meses de petróleo de ese país, que cuenta con la segunda mayor reserva mundial después de Arabia Saudita.
Un ejemplo de esa resistencia es la muerte este viernes de seis soldados estadounidenses al estrellarse un helicóptero de combate, presumiblemente por ataque enemigo, cerca de la ciudad de Tikrit, tradicional bastión del derrocado presidente Saddam Hussein.
Un séptimo soldado invasor pereció en Mosul, en un ataque con cohete antitanque que además dejó también siete heridos.
Bagdad genera una prima de guerra sobre los precios, según el analista Samuel Tilley, de la firma londinense de mercados a futuro Sucden. Existe aprensión porque ese clima provocará más ataques sobre oleoductos.
Iraq producía 2,5 millones de barriles diarios de crudo y exportaba 1,8 millones de esas unidades —parte a Estados Unidos a través de terceros— y su recuperación en la posguerra ha sido lenta y gravita como una incógnita sobre el mercado.
El tercer factor sobre los precios ha sido que el 1 de noviembre la OPEP bajara 3,5 por ciento su oferta para pasar de 25,4 millones de barriles a 24,5 millones de barriles por día, y no se descartan nuevos recortes si el actual resulta insuficiente para apuntalar los precios del crudo.
El presidente de la Organización, el ministro qatarí Abdulah al- Attiyah, advirtió que la OPEP no descarta esa medida de cara a su próxima conferencia, en 4 de diciembre en su sede de Viena.
También el secretario general de la OPEP, el venezolano Alvaro Silva, dijo que ese grupo planea continuar con su cuidadosa política para mantener la banda de cotización entre 22 y 28 dólares por barril, fijada tiempo atrás como ideal para el mercado internacional.
Calderón visitó Moscú en busca de apoyo para la política de la OPEP de contención de la oferta, en razón de que Rusia produce 8,5 millones de barriles diarios, casi tanto como Arbia Saudita.
Al pedido del ministro ruso de Energía, Igor Yusufov, para que la OPEP aumente su extracción y favorezca así el crecimiento económico, con más energía barata, Calderón replicó que el mercado está bien abastecido.
A nadie le interesa volver a los precios de 1998, cuando el crudo OPEP se vendió a 12 dólares en promedio, apuntó.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, cubre un tercio de la demanda mundial de crudo y defiende que su barril tenga un precio en la banda de 22 a 28 dólares.
Venezuela, que en los últimos años favorece políticas agresivas de apuntalamiento de su principal recurso, pide estudiar una nueva banda de precios, que los ubique entre 25 y 32 dólares.