El número dos de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, dijo a IPS que los 73 rehenes en manos de su organización sólo podrán recuperar la libertad en un intercambio por unos 400 guerrilleros encarcelados.
”Las FARC mantienen su voluntad política de concertar un canje de prisioneros de guerra. Con este objetivo se nombraron tres voceros encargados de suscribir el acuerdo con los emisarios del gobierno”, dijo Reyes, miembro del secretariado de las FARC y negociador ante la comunidad internacional, en entrevista con IPS.
Además de los rehenes —en su mayoría militares, policías y dirigentes políticos— unas 900 personas están secuestradas por las FARC, según diversas fuentes como la organización no gubernamental País Libre.
Reyes recordó que las FARC han exigido garantías, como una zona desmilitarizada, para efectuar las conversaciones referidas a la liberación de los rehenes, una iniciativa con la que insisten desde hace tres años.
”Estas propuestas fueron explicadas a la comisión de la Iglesia Católica integrada por los monseñores Luis Augusto Castro y Francisco Javier Múnero, y el reverendo Darío Echeverri que, a nombre de la Conferencia Episcopal colombiana y de la Comisión de Conciliación, recibimos en las montañas recientemente”, afirmó.
”Las FARC dejaron claro en cada una de sus publicaciones que una eventual entrevista sobre intercambio de prisioneros se llevará a cabo en Colombia y con esa finalidad solicita zonas desmilitarizadas para iniciar las conversaciones sobre este fin de interés nacional e internacional”, agregó.
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, anunció el martes que aceptaba una propuesta de la Iglesia Católica colombiana para negociar la liberación de siete turistas retenidos por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país.
Reyes se refirió asimismo a la posibilidad de una mediación de la ONU (Organización de Naciones Unidas) o del gobierno de Brasil.
”El secretariado de las FARC mediante carta al secretario general de la ONU expresó su propósito de exponer ante ese organismo sus propuestas hacia la solución dialogada del conflicto interno de Colombia”, dijo.
”Nuestra propuesta recibió inmediata respuesta del señor Kofi Annan, con la sugerencia de realizar la entrevista ONU-FARC en Brasil”, añadió.
Pero admitió que no están definidos ni la fecha ni el lugar del encuentro con representantes del foro mundial.
”Annan oyó a los representantes del gobierno y al mismo presidente (Uribe). Ahora debe oír a la otra parte. Naciones Unidas tiene absoluta claridad de que en Colombia hay un conflicto interno” y ”puede ayudar con algunas recomendaciones, con experiencia, para que los propios colombianos puedan resolverlo”, afirmó Reyes.
De los 73 rehenes en manos de las FARC, la más prominente internacionalmente es la ex senadora y candidata presidencial Ingrid Betancourt, de 42 años, secuestrada por la guerrilla en febrero de 2002.
Reyes desestimó cualquier tipo de negociación independiente por Betancourt o por tres ciudadanos estadounidenses acusados de ser agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos).
Reyes también negó que las FARC hubieran negociado la liberación de Betancourt con el gobierno de Francia o con la familia de la dirigente, quien tiene además ciudadanía francesa.
Pero fuentes diplomáticas con conocimiento directo de las negociaciones aseguraron a IPS que dos funcionarios de la cancillería francesa iban a reunirse en julio con Reyes para recibir pruebas de la supervivencia de Betancourt, que su familia no tenía desde mayo del año pasado.
Según las fuentes, en ningún momento se pactó la posible liberación de Betancourt como parte de la operación, como dijeron medios de prensa de Colombia, Francia y Brasil.
El interés de Francia era despejar dudas sobre el estado de salud de Betancourt, y el de las FARC destrabar sus contactos con la comunidad internacional.
En la reunión iba a tomar parte un alto funcionario de la cancillería francesa. Al mismo tiempo, el diplomático francés Fabrice Delloye, ex marido de Betancourt y padre de sus dos hijos, iba a recibir como prueba de supervivencia de la líder política un vídeo grabado a principios de junio.
Aunque el vídeo fue finalmente difundido en agosto por un canal de televisión colombiano, el gobierno de Uribe desbarató la reunión planificada.
El embajador francés en Quito, Serge Pinot, dijo a IPS que desconocía el intento de negociación de su gobierno con Reyes.
Pero reconoció que París seguiría haciendo todo lo posible y los ”contactos necesarios a cualquier nivel” para lograr la liberación de Betancourt o la de cualquier ciudadano francés secuestrado en cualquier país del mundo.
Una fuente diplomática en Bogotá, que no quiso identificarse, estima que detrás del aborto de la operación estarían ”los servicios especiales de Estados Unidos, coordinados con inteligencia militar colombiana y con el presidente Uribe”.
El objetivo, según la misma fuente, era desmontar la gestión diplomática de las FARC.
En diálogo con IPS, Reyes señaló que su organización considera imposible el diálogo sobre un eventual cese del fuego si antes no se desarma a los grupos paramilitares como las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia, que negocian actualmente su desmovilización con el gobierno de Uribe.
Por otra parte, Reyes negó que las FARC hayan comprado armas a las Fuerzas Armadas ecuatorianas, un acusación lanzada dos semanas atrás por Uribe.
Según el mandatario, en el atentado cometido contra el presidente de la Asociación de Ganaderos de Colombia, Jorge Visbal, que atribuyó a las FARC, se empleó un proyectil comprado al ejército de Ecuador.
”Eso es parte de una campaña de Uribe” que ”busca inútilmente forzar a los militares ecuatorianos a involucrarse activamente en el conflicto interno de Colombia, a que participen de la guerra del señor Uribe con la guerrilla colombiana”, arguyó Reyes.
Ecuador espera ”una rectificación contundente del gobierno de Colombia” de las declaraciones de Uribe respecto de la venta de armas, dijo el jueves el presidente Lucio Gutiérrez.
”Se ha afectado el honor de las Fuerzas Armadas y del país”, añadió Gutiérrez, pero descartó problemas diplomáticos por el incidente.
”Pretendemos estrechar relaciones de amistad y respeto con todos los países vecinos. Reclamamos que otras naciones no participen en la guerra, lo que sería grave y afectaría las relaciones de amistad”, concluyó Reyes.
*Con aporte de Constanza Vieira (Colombia)