El aumento del consumo interno y una mejora en la calidad del grano que se exporta son las medidas urgentes que adoptarán los cafetaleros para paliar una crisis que agobia a 25 millones de productores en el mundo, según resolvieron en la capital costarricense.
En la XVII reunión de la Semana Internacional del Café (Sintercafé), realizada del domingo al miércoles en San José, 470 participantes de América Latina, Europa, India y Japón evaluaron que la política tendente a disminuir la producción para mejorar los precios internacionales fueron ineficaces, y consideraron imprescindible un cambio de estrategia.
Los productores tendrán que volver su mirada hacia el mercado interno y aprovechar espacios como los espectáculos, los desfiles de moda y los estadios de fútbol para promocionar directamente la bebida entre los jóvenes, dijo a IPS el director de la Organización Internacional del Café (OIC), Nelson Osorio.
La crisis ha llevado al sector a niveles insostenibles, porque después de recibir de 10.000 a 12.000 millones de dólares anuales, el año pasado sólo captó 5.000 millones, explicó Osorio, oriundo de Colombia.
Además de fortalecer el consumo interno en los países productores, es necesario intensificar la promoción en China y Rusia, dos grandes mercados potenciales emergentes, afirmó.
Según datos proporcionados por los organizadores de Sintercafé, cada año se consumen 110 millones de sacos (de 60 kilogramos) de café en el mundo, de los cuales sólo 30 millones correponden a los países productores.
El consumo per cápita anual en las naciones productoras es en promedio 0,66 kilogramos, aunque en Costa Rica es 3,6 kilogramos, y en Brasil, el mayor productor del mundo con 47,2 millones de sacos en 2002, es 3,9 kilogramos, informó la misma fuente.
Osorio recalcó que en la Cumbre Mundial del Café, realizada en septiembre en la septentrional ciudad colombiana de Cartagena de Indias, quedó claro que los países productores están preparados para incrementar el consumo de la bebida y que también es necesario explorar nuevos mercados.
El director de la OIC aceptó que la desmesurada producción de Vietnam, que suma por año de 10 a 13 millones de sacos, es uno de los factores que alteran el mercado mundial.
En Vietnam se produce café de muy baja calidad, y en condiciones que ya fueron totalmente superadas en los países con tradición, lo que los deja en desventaja, dijo Osorio.
La disminución de los precios internacionales del café, que comenzó hace cinco años por aumento de la oferta, ha afectado a 25 millones de productores distribuidos en América Latina, el Caribe, el este y oeste de Africa y el sudeste asiático.
Los precios del quintal (46 kilogramos) de café para entregar el mes próximo en la Bolsa de Nueva York cerraron el miércoles a 59,60 dólares.
Los bajos precios determinaron, por ejemplo, la pérdida de unos 600.000 puestos de trabajo el año pasado en América Central, donde miles de productores abandonaron el sector porque la relación de costos y beneficios había dejado de ser lucrativa.
Con el afán de contribuir a mitigar la crisis del grano, el Banco Mundial se unió este año a la campaña por precio justo del café, que busca apoyo a los cafés orgánicos (cultivados sin fertlizantes ni pesticidas sintéticos) y producidos en condiciones sustentables desde el punto de vista ambiental.
El brasileño Sergio Beczkowski, también asistente a la reunión de San José, dijo a IPS que las políticas para incrementar el consumo en países productores no deben centrarse en los cafés finos como suele pensarse, sino en variedades al alcance de la población.
Se insiste en hablar de cafés especiales, tipo gourmet, por ejemplo, pero debemos ser claros en que el 95 por ciento de la población en nuestros países productores no tiene acceso a ellos. Si no somos capaces de aceptar esta realidad, el incremento del consumo interno se quedará en una utopía, opinó.
El gobierno de Brasil lanzó hace un año un programa de alimentación a escolares que incluye café con leche para el desayuno de niños de primaria.
Así se crea un gusto por el café en los niños y esto es muy importante. Si sumamos el consumo de esta bebida en México, América Central y Venezuela, obtendremos un total de 1,2 millones de sacos, y el consumo en Brasil es 13,5 millones. Las diferencias son más que notables, destacó Beczkowski.
El programa desarrollado en Brasil podría convertirse en un modelo para países productores, a fin de favorecer en forma directa el consumo interno, alegó.
Beczkowski no cree, sin embargo, que las condiciones desfavorables para los productores de café en el mercado internacional varíen en el corto plazo.
El brasileño destacó que los beneficios para la salud asociados con el consumo moderado de café, probados mediante estudios científicos, deben tenerse en cuenta para plantear estrategias de mercadotecnia.
Según el médico brasileño Darcy Roberto Lima, quien se ha dedicado durante 17 años al estudio del café, esa bebida puede prevenir la depresión y la adicción al alcohol y al tabaco.
La ingestión de tres a cuatro tazas por día causa grandes beneficios, afirmó Lima en su libro, Cuidado, el popular café y la mujer pueden hacer bien a la salud.
La gran mayoría de los científicos del mundo creen que el café es solo cafeína, pero también posee minerales, aminoácidos, azúcares y lípidos, apuntó.
Lima advirtió, sin embargo, que los beneficios del consumo de café dependen de que se cuide mucho el procesamiento del grano, para lograr un producto de calidad que no esté mezclado con elementos contaminantes, que sí pueden afectar la salud.