En una reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU, un diplomático europeo se mostró molesto hacia el secretario general del foro mundial, Kofi Annan, por su rechazo al proyecto de resolución sobre Iraq presentado por Estados Unidos.
”¿Acaso el secretario general ejercita el sexto veto?”, dijo el representante europeo ante sus pares de un organismo en que esta facultad es detentada apenas por China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
Pero Annan fue categórico. La iniciativa estadounidense ”no va en la dirección que yo recomendé”, dijo.
Washington también mostró asombro. Funcionarios del gobierno de George W. Bush dijeron al diario estadounidense The New York Times que los comentarios del secretario general de la ONU fueron ”inusuales”, ”de poca ayuda” y ”sorprendentes”.
El proyecto de resolución, copatrocinado por Gran Bretaña y España, refleja el llamado formulado en septiembre por el presidente Bush ante la Asamblea General de la ONU a colaborar con la reconstrucción y el desarrollo de Iraq.
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La iniciativa incluye un pedido a los restantes países de soldados para una fuerza militar multinacional mandatada por la ONU para Iraq, y cuyo despliegue aliviará la presión sobre los 130.000 uniformados estadounidenses que mueren a razón de uno por día en el país árabe.
Annan y la mayoría de los países integrantes del Consejo de Seguridad pretenden una resolución más específica sobre la creación de un nuevo gobierno provisional integrado por iraquíes y a cargo de redactar una nueva constitución, celebrar elecciones y administrar el país.
La posición del secretario general es apoyada por Alemania, Francia y Rusia, entre otros países que procuran un papel más importante para la ONU en Iraq.
”Para decirlo brevemente, la mayoría de los integrantes del Consejo procuran que la ocupación estadounidense termine y no quieren que la ONU sea vista como parte de esa ocupación”, dijo a IPS un diplomático asiático.
Para que el Consejo de Seguridad apruebe la resolución, Estados Unidos necesita nueve votos afirmativos en general y ninguno por la negativa entre los cinco miembros con derecho a voto. Pero podría guardarla en un cajón, pues no está seguro de que pueda alcanzar esos requisitos.
De todos modos, Annan dijo a la prensa el viernes que la discusión continúa. ”No creo que (Washington) haya decidido retirar” la propuesta, y ”dentro de pocos días sabremos qué sucederá”
La fuerte oposición de Annan a la iniciativa estadounidense sorprendió a muchos que creían ver un vínculo demasiado cómodo entre el funcionario internacional y el gobierno de Bush.
”Ya era hora de que Annan apoyara la Carta de la ONU”, dijo a IPS el profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Illinois Francis A. Boyle. Hasta ahora, el secretario general había sido ”mandadero de Estados Unidos”, pese a que la Carta le asigna independiencia absoluta, explicó Boyle.
El experto recomendó que, de constituirse una fuera militar multinacional de mantenimiento de la paz para Iraq, sea patrocinada por la Asamblea General, en la que participan los 191 miembros de la ONU, y no del Consejo de Seguridad, integrado sólo por 15 países.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos promueve proyectos de resolución resistidos por secretarios generales de la ONU, dijo a IPS el profesor de Política y jefe del programa de estudios de Paz y Justicia de la Universidad de San Francisco, Stephen Zunes.
”Es por eso que el rechazo de Annan a la iniciativa difícilmente pueda ser considerado un veto”, según Zunes.
Pero en esta ocasión, Annan reflejaba no sólo sus reservas personales sino las de varios países integrantes del Consejo, y tal vez alentando tácitamente a los miembros con derecho a veto a ejercerlo, según el experto.
La intención de Estados Unidos es negar a la ONU un papel sustancial en la reconstrucción de Iraq, indicó a IPS el director ejecutivo del Institute for Public Accuracy, Norman Solomon. ”Como la agresiva guerra que la precedió, esta ocupación no tiene base en la democracia, sino en el saqueo y en el poder”, consideró.
”Estados Unidos no sólo quiere mantenerse al mando en Iraq, sino también en el Consejo de Seguridad”, concluyó.