Estados Unidos se topó con otro callejón sin salida diplomático, en sus intentos por que la ONU cree una fuerza militar de paz para Iraq y por la obtención de fondos para la reconstrucción del país árabe.
El proyecto de resolución presentado por Estados Unidos, Gran Bretaña, España y Camerún ”no representa un mayor cambio en el pensamiento de la coalición” que lanzó la invasión de Iraq el 20 de marzo, dijo a la prensa este martes el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan.
Annan, que había rechazado una propuesta estadounidense presentada a comienzos de mes, cuenta con el firme apoyo de tres integrantes clave del Consejo de Seguridad: Francia y Rusia — ambos miembros permanentes con derecho a veto—, y Alemania.
La primera iniciativa estadounidense ”no va en la dirección que recomendé”, había dicho el secretario general de la ONU la semana pasada. Está previsto que sus nuevos comentarios originen críticas aun mayores de Estados Unidos.
Annan, Alemania, Francia y Rusia pretenden que una resolución del Consejo de Seguridad sea más específica en cuanto al cronograma hacia la transferencia de la soberanía de Iraq de las fuerzas de ocupación estadounidenses a la ciudadanía del país árabe.
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Pero la propuesta de Washington ”delega” la soberanía al Consejo Interino de Gobierno, integrado por 25 iraquíes designados por las autoridades de la ocupación. Su origen deja en entredicho su legitimidad ante el pueblo de Iraq y ante la comunidad internacional.
”Bueno, es una linda frase”, dijo Annan sobre el punto de la iniciativa que asigna la soberanía al Consejo Interino. ”Pero la resolución también dice que la potencia ocupante es la Autoridad Provisional de Coalición” que dirige el estadounidense Paul Bremer, agregó.
”Así, a mi juicio, la potencia ocupante es el gobierno y permanecerá en el gobierno, se apruebe o no esta resolución, hasta que su poder sea devuelto a los iraquíes. Y creo que (el proyecto de) la resolución reconoce eso”, agregó.
Annan reiteró su opinión en cuanto a que ”mientras haya una ocupación” militar, ”crecerá la resistencia” iraquí.
La iniciativa de Estados Unidos refleja el llamado formulado en septiembre por el presidente George W. Bush ante la Asamblea General de la ONU a colaborar con la reconstrucción y el desarrollo de Iraq.
La iniciativa incluye un pedido a los restantes países de soldados para una fuerza militar multinacional mandatada por la ONU para Iraq, y cuyo despliegue aliviará la presión sobre los 130.000 uniformados estadounidenses que mueren a razón de uno por día en el país árabe.
Annan y buena parte de los países miembros del Consejo de Seguridad pretenden una resolución más específica sobre la creación de un nuevo gobierno provisional integrado por iraquíes y a cargo de redactar una nueva constitución, celebrar elecciones y administrar el país.
Para que el Consejo de Seguridad apruebe la resolución, Estados Unidos necesita nueve votos afirmativos en general y ninguno por la negativa entre los cinco miembros con derecho a voto (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).
A pesar de las reservas expresadas por ambos, ni Francia ni Rusia manifestaron por ahora intenciones de vetar la resolución en caso de que resulte aprobada.
La iniciativa también solicita a los países del foro mundial fondos para la reconstrucción y el desarrollo de Iraq. Una conferencia internacional de donantes está programada para los días 23 y 24 en Madrid.
Estados Unidos gasta 3.900 millones de dólares por mes en la ocupación. Bush solicitó al Congreso legislativo en Washington 87.000 millones de dólares adicionales para la reconstrucción de Iraq y de Afganistán.
Aun cuando procura asistencia financiera internacional, el gobierno de Bush se niega a perder poder político y económico sobre Iraq.
Pero la Unión Europea ya llamó a la creación de un fondo multilateral de donantes ”transparente”, en remplazo del Fondo para el Desarrollo Iraquí dirigido por Estados Unidos.
”Si Washington mantiene el control sobre la reconstrucción de Iraq, alimentará sospechas de que el propósito de la invasión era fortalecer el control económico y político sobre la región”, dijo a IPS el profesor de Derecho de la estadounidense Universidad Estatal de Ohio John Quigley.
La directora de Estudios de Medio Oriente del académico Consejo sobre Relaciones Exteriores, Rachel Bronson, dijo que en el gobierno de Bush nadie está convencido de que pueda, a estas alturas, obtener algún respaldo, sea en tropas o en dinero, aun si siguieran los consejos de la Unión Europea y de la ONU.
”Ya es evidente que países como Francia no darán soldados ni dinero, lo que le resta a Estados Unidos incentivos para escucharlos”, dijo Bronson a IPS.