La propuesta de institucionalizar los encuentros de gobernantes de América Latina, España y Portugal y la necesidad de reformar la ONU, para que tenga más incidencia en la solución de conflictos, ocuparon la atención de los diplomáticos iberoamericanos reunidos este miércoles cerca de Lisboa.
En este mundo cada vez más globalizado, Iberoamérica debe hacer escuchar su voz con más fuerza, sintetizó en su exposición el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) en una cita donde se notó la ausencia de cancilleres de países de singular peso, como el propio Brasil, Argentina y Colombia.
La reunión realizada en Estoril, en la desembocadura del río Tajo y a sólo 20 kilómetros de Lisboa, tuvo como centro la preparación de la XIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, a realizarse el 14 y el 15 de noviembre en la central ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
Los delegados coincidieron allí en que el bloque deberá conseguir un mayor protagonismo e intervención en el concierto internacional.
Además, este miércoles se confirmó la presencia en la cumbre de Bolivia del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan.
Portugal y el resto de los países iberoamericanos apoyan la reforma de la ONU, de modo que ésta se transforme en un sistema vital de seguridad global, llegando a un acuerdo de cómo convertir en multilaterales las soluciones para las crisis internacionales, dijo el canciller anfitrión, Antonio Martins da Cruz.
Pero al encuentro de Estoril acudieron sólo los cancilleres de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Honduras, México y Perú enviaron a sus viceministros de relaciones exteriores, Chile y Paraguay a sus directores generales de cancillería, mientras que Argentina, Brasil, Colombia y República Dominicana se hicieron representar por sus embajadores acreditados en Portugal.
Un informe especial preparado por Cardoso, quien preside el Grupo de Reflexión encargado por la XII Cumbre Iberoamericana, celebrada en noviembre de 2002 en República Dominicana, de tomar iniciativas concretas para dar forma jurídica internacional a este foro.
Es importante crear los mecanismos necesarios que unan a nuestros pueblos, con el propósito de darles una mayor cohesión interna y una mayor presencia internacional, defendió Cardoso en su trabajo.
Entre estos resortes oficiales que serán presentados en Santa Cruz de la Sierra, el ex mandatario brasileño propuso apuntalar el principio de institucionalización de la Comunidad Iberoamericana, con personería jurídica internacional y la instalación de una secretaría permanente.
También se manifestó proclive a relanzar la vieja aspiración de los países latinoamericanos, de crear agencias independientes de evaluación de riesgo financiero y económico, para así evitar quedar sólo en manos de firmas estadounidenses y británicas.
Martins da Cruz resaltó los dos ejes del informe de Cardoso, al señalar que se busca dar mayor densidad política a las cumbres y a las reuniones sectoriales y ministeriales y, con los pies en los dos continentes, reforzar, racionalizar y localizar los sistemas de cooperación.
Por su parte, el canciller boliviano Carlos Saavedra, coordinador de la próxima cumbre de jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos, sostuvo que la reunión de Santa Cruz de la Sierra puede ser el punto de inflexión para redimensionar este bloque.
Existe la absoluta necesidad de dar un nuevo impulso a las reuniones iberoamericanas, tanto a nivel de jefes de Estado como ministeriales, reforzando la cohesión del sistema que hemos creado.
La presencia de Annan es muy importante para el futuro, para relanzar esta idea de las cumbres, que hasta ahora, eran reuniones sin objetivos claros, por lo que de este refuerzo concertado dependerá el éxito de la próxima cumbre de Santa Cruz, apuntó.
El jefe de la diplomacia portuguesa también se mostró partidario de revisar la dinámica del sistema iberoamericano, su mecánica interna, reconocerle otro estatuto y dotarle de nuevas responsabilidades.
Por eso, la agenda de Santa Cruz de la Sierra, según ambos diplomáticos, deberá contar con dos partes sustanciales.
La primera de ellas, será dedicada al debate del Informe Cardoso, que pese a todavía ser confidencial, Saavedra reveló que el documento propone discutir profundamente sobre los elementos que unen a los países iberoamericanos, más allá de los elementos culturales y afectivos.
En otro de sus pasajes, el documento del ex mandatario brasileño, ya aprobado preliminarmente por los cancilleres, propone la institucionalización de la Comunidad Iberoamericana, con la consecuente creación de una secretaría permanente.
El segundo punto de la agenda de Bolivia se concentrará en el debate relacionado con temas políticos, pero que tengan que ver con las necesidades de nuestros pueblos, en función de la coyuntura, que sólo será definido 10 días antes de la cumbre, añadió Saavedra.
En particular, Portugal descarta posibles conflictos de interés de Brasil y Portugal, pese a ser miembros de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP, también formada por Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental), lo que marca una gran diferencia con España, cuyos países hermanos se concentran en la Comunidad Iberoamericana, dijo Martins da Cruz a IPS.
Portugal tiene varios tipos de fronteras. Al no existir más las interiores de la Unión Europea, nuestros nuevos vecinos físicos son Rusia, Ucrania y Moldavia. Pero también tenemos horizontes históricos, afectivos, linguísticos y culturales en Brasil, Africa y Asia, explicó.
Esta situación particular es como un peso de responsabilidad que emana de la propia historia de Portugal, un país que puede estar en la UE y en la CPLP, al tiempo de pertenecer al espacio iberoamericano, compartiendo los valores de una civilización común, comentó.
