ESTADOS UNIDOS: Trabajadores de la zona cero piden compensación

Cientos de inmigrantes contratados para limpiar los restos tóxicos de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York reclaman una compensación por los graves problemas de salud que sufren desde entonces.

Dificultades respiratorias, erupciones en la piel, náuseas constantes, depresión y ansiedad son algunos de los síntomas que padecen miles que descendieron a la llamada ”zona cero” para sacar los escombros de las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, derrumbadas luego de que atacantes suicidas estrellaran dos aviones de pasajeros contra ellas.

Ninguno de los 25 ex trabajadores de la zona cero que asistieron este mes a un taller organizado por el Fondo para la Educación y Defensa Legal de los Puertorriqueños dijo haber sido advertido sobre la peligrosidad de los materiales que debían manejar, como amianto, silicona y mercurio.

Ahora, dos grupos defensores de los derechos de los inmigrantes los ayudan a exigir una compensación del Estado.

”Estos fueron los trabajadores invisibles que estuvieron detrás de la escena, esforzándose para hacer que las oficinas y los edificios estuvieran limpios y así todos pudieran regresar a trabajar”, dijo Beverly Tillery, del Comité de Nueva York para la Seguridad Laboral y de Salud (NYCOSH, por sus siglas en inglés).

”La mayoría, si no todos, carecían de seguros médicos, por eso la compensación es la única vía para que puedan someterse a un tratamiento médico por la enfermedad que contrajeron en la zona cero”, añadió.

Muchos de ellos son examinados por los médicos del Centro Monte Sinaí para Medicina Laboral y Ambiental en Manhattan, que recibió algunos fondos del gobierno para ese fin.

Cerca de 80 por ciento de los trabajadores sufrieron algún síntoma respiratorio atribuible a la limpieza de la zona cero, entre ellos úlceras en la garganta, opresión en el pecho y tos frecuente, según datos del Centro Monte Sinaí. La mitad todavía los padecía un año después de los atentados.

Tres cuartas partes de los 150 trabajadores examinados en el Centro todavía sufren algún problema respiratorio, informó Rafael de la Hoz, el médico encargado del caso.

Otros padecen problemas musculares, de piel, y psicológicos, como estrés y depresión.

”Todavía vemos los efectos dos años después de lo que ocurrió, lo que demuestra que se trata de problemas de largo plazo. Otras enfermedades pueden tomar más tiempo en manifestarse. El cáncer, por ejemplo, puede no mostrar ningún síntoma durante 10 años”, dijo De la Hoz a IPS.

NYCOSH y el no gubernamental Proyecto de Trabajadores Latinoamericanos cooperan para ubicar y ayudar a los inmigrantes que participaron de la limpieza de la zona cero.

Muchos de ellos todavía tienen empleos temporales de limpieza en oficinas cercanas en el distrito financiero de Manhattan.

Una clínica móvil que fue instalada en la zona cero entre enero y febrero de 2002 atendió a 416 trabajadores, la mayoría de ellos de Colombia y Ecuador, y muchos sin permiso de residencia.

El director ejecutivo del Proyecto, Oscar Paredes, dijo a IPS que algunos inmigrantes no tienen hogar y perdieron todo debido a que su enfermedad les impidió seguir trabajando.

”Sabemos que este tipo de enfermedades, y en especial la causada por exposición al amianto, pueden afectarlos por el resto de su vida. Yo soy optimista de la lucha que tenemos por delante, pero puede tomar años”, dijo Paredes.

El activista afirmó que los inmigrantes tienen derecho a una compensación a pesar de que muchos de ellos no tenían permiso de residencia.

El Proyecto identificó a más de 600 inmigrantes que trabajaron en la limpieza de la zona cero, y Paredes sostiene que, sumado a los números que citan otras organizaciones, habría unos 3.000 en necesidad de asistencia médica urgente.

De la Hoz sostuvo que las autoridades no advirtieron sobre los peligros que implicaban los trabajos porque tenían ”gran urgencia para volver a reanudar los negocios”.

”Fue una operación contrarreloj, y por eso se minimizaron los riesgos que implicaba” para los inmigrantes, que trabajaron por 60 dólares diarios, señaló.

”Las compañías ganaban con la operación y querían que el trabajo terminara lo más pronto posible, sin importarles la protección de la salud de los trabajadores”, añadió.

La Fiscalía Federal está investigando a las compañías que participaron en las operaciones de limpieza, según trascendió.

Mientras, el gubernamental Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental destinó más de nueve millones de dólares para seguir estudiando los efectos en la salud de los trabajadores de la zona cero.

Muchos sostienen que el mayor problema es la vulnerabilidad que tienen los inmigrantes, en especial los que están en forma ilegal.

El representante Luis Gutiérrez, del opositor Partido Demócrata, presentó un proyecto de ley en el Congreso para expandir todo el sistema de protección de los derechos de los trabajadores a aquellos que tienen empleos temporales.

El proyecto había sido presentado hace dos años, pero no contó con el respaldo esperado. Gutiérrez lo volvió a presentar en agosto y está seguro de que ahora será diferente.

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