Ministros de Economía de América Latina, España y Portugal se reunieron este jueves en la capital española sin llegar a definir acuerdos, pese a que evitaron profundizar en asuntos sensibles, como los subsidios agrícolas que aplican los dos países europeos.
Comentarios generales y muestras de confianza en la recuperación de la economía latinoamericana es lo que más se destaca de la declaración final de esta quinta reunión iberoamericana de responsables de Economía y Finanzas.
Esas conclusiones del encuentro serán presentadas en la XIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se realizará el 14 y el 15 de noviembre en la central ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
En el texto los participantes de la reunión de Madrid consideran que ”las economías latinoamericanas se encuentran en una situación de recuperación económica” y señalan que ”han analizado la situación de la deuda en la región”, pero sin consignar los resultados de ese análisis.
También coincidieron, respecto de la inversión directa extranjera, en que ”las autoridades nacionales deben garantizar la seguridad jurídica de las mismas, el respeto de los compromisos recíprocos adquiridos y el clima favorable a su presencia y permanencia”.
Pero la conferencia de este jueves no fue tomada con la misma importancia por los países miembros de las Cumbres, que son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
El Salvador, Nicaragua, Panamá y Venezuela directamente no concurrieron a la cita, mientras que Argentina, Brasil, Paraguay y República Dominicana estuvieron representados por viceministros, secretarios o embajadores.
Precisamente, México fue uno de los que puso al frente de su delegación al embajador en España, Enrique Jiménez Remus.
En ese marco, los ministros no se pronunciaron en la declaración acerca de la iniciativa lanzada semanas atrás por el ex presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), quien ahora está al frente de la comisión de trabajo sobre el futuro de la Comunidad Iberoamericana.
Cardoso señaló que para evitar los colapsos financieros en América Laina se debería constituir una agencia iberoamericana de calificación de riesgo financiero, para que esa clasificación no queden en manos exclusivas de agencias con sede en Nueva York o en Londres.
Al respecto, el ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Mauricio Pozo Crespo, dijo a IPS que es buena la idea de crear esa agencia iberoamericana y que hay que ver cuál es la mejor forma de hacerlo.
”El riesgo es que seamos nosotros, los latinoamericanos, quienes devaluemos nuestras economías”, añadió.
Por su parte, el vicepresidente del gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, también comentó a IPS que ese asunto está abierto a la discusión y es de gran interés, aunque no haya sido abordado en el encuentro.
Para Pozo Crespo, lo más importante de la reunión fue el consenso de que hay que mantener políticas macroeconómicas de crecimiento, con disciplina fiscal y posiciones conjuntas ante los grandes temas internacionales, incluido el comercio de materias primas y servicios.
También el ministro de Hacienda de Bolivia, Javier Comboni Salinas, destacó a IPS la necesidad de mantener políticas macroeconómicas sólidas y en ese campo impulsar con decisión la construcción de infraestructuras que comuniquen a todos los países iberoamericanos entre sí.
Acerca del informe divulgado este jueves por el Fondo Monetario Internacional que prevé el crecimiento de la economía de América Latina de uno por ciento este año, Comboni Salinas advirtió que se basa en gran medida en Brasil y México, pero aclaró que se pronostica que Argentina crezca seis por ciento.
También indicó que si las economías de la región serán positivas este año, lo serán mucho más en el siguiente.
En tanto, las delegaciones de España y Portugal dejaron constancia en la declaración que, ”como miembros de la Unión Europea (UE), resaltan su voluntad de que los fondos destinados por ese bloque a Iberoamérica contemplen prioritariamente acciones que permitan movilizar recursos privados adicionales para el desarrollo de la región”.
Es decir que los créditos o fondos de ayuda de la UE sean concedidos sólo vinculados a emprendimientos privados que también aporten fondos propios para los diversos proyectos.
En la sesión final de la reunión, uno de los delegados que pidió reserva sobre su nombre confió a IPS que se anularon un par de párrafos sobre los que en principio había consenso.
Uno de ellos establecía que en esta reunión se había ”concluido que son necesarios el fortalecimiento institucional y mayores medios de las agencias o departamentos nacionales de promoción de las exportaciones, así como acuerdos de cooperación entre las mismas”.
Otro punto borrado decía que, para lograr la estabilidad de las monedas ”e incluso para avanzar en un futuro más lejano hacia la integración monetaria, se requiere un enfoque gradual”.
La fuente señaló que en este punto el argumento para eliminarlo fue que ni a corto ni a medio plazo se puede plantear una moneda iberoamericana.
En primer lugar porque España y Portugal comparten el euro, la moneda de la UE, y en segundo, porque la gran disparidad económica entre América Latina y el bloque europeo no permiten visualizar a corto o a medio plazo la posibilidad de que se unifiquen sus monedas.
El informe indica, además, que los delegados reunidos en Madrid consignan ”el papel del comercio como motor del crecimiento y del desarrollo” y que, aunque en la Organización Mundial del Comercio no se hayan logrado resultados favorables, es necesario trabajar con determinación para conseguirlos en ese ámbito.
En ese sentido y refiriéndose a América Latina, Rato señaló que ”su patrón de comercio muestra una concentración muy marcada por las exportaciones en materias primas, minerales y productos agrícolas”. Eso, ”mientras las importaciones se concentran en bienes industriales de mayor valor añadido y contenido tecnológico”.
Por ello considera que en América Latina ”es necesario avanzar en la reducción de barreras y en la unificación arancelaria en la región, así como eliminar las trabas aduaneras”.
Al término de la reunión y fuera de la agenda de la misma, Rato y el ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Isaac Alfie, firmaron un acta por la cual se establece que España concederá una línea de créditos de Ayuda al Desarrollo por 28 millones de dólares al pequeños país sudamericano.
Estos créditos se concederán a diez años de plazo, con cuatro de gracia, un interés anual del 4,75 por ciento y deberán ser utilizados ”para el suministro de bienes y servicios que contribuyan a atender las necesidades urgentes de la población uruguaya”.
