Los tres millones de firmas que la oposición de Venezuela presentó este miércoles, con respaldo de marchas multitudinarias, pueden ser inútiles para alcanzar su meta de un referendo en el que se decida si el presidente Hugo Chávez debe seguir en su puesto.
La posibilidad de realizar tal referendo, llamado revocatorio, a partir de la mitad del mandato de cualquier ocupante de un cargo electivo, está prevista en la Constitución aprobada en 1999 por iniciativa del propio Chávez.
”Empezó la cuenta regresiva”, proclamó el líder opositor Enrique Mendoza ante decenas de miles de simpatizantes concentrados en una avenida de Caracas, tras entregar las firmas ante el Consejo Nacional Electoral.
Otra docena de oradores, de partidos que van desde la derecha hasta la izquierda, y de asociaciones civiles y sindicales, presentaron la jornada como inicio seguro del proceso para desalojar a Chávez del poder anticipadamente, por una vía electoral.
En la noche del martes, la oposición saludó con fuegos de artificio, en Caracas y otras ciudades, los tres años del mandato de Chávez, no porque le hayan gustado sino porque abrieron la posibilidad de removerlo, y este miércoles hizo converger en un mitin seis marchas que atravesaron buena parte de la capital.
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Los oficialistas montaron desde el martes una exposición y ventas de alimentos en otra gran avenida caraqueña, y este sábado efectuarán allí un mitin con el presidente, quien se encuentra de visita en Argentina.
”Hoy ha sido un día de paz y de democracia. El orden público fue garantizado y la convocatoria (a las marchas) no degeneró en violencia”, dijo el vicepresidente José Vicente Rangel.
La búsqueda de un referendo revocatorio es el tercer gran esfuerzo opositor contra Chávez, después de que fracasaron un golpe de Estado en abril del año pasado, y una huelga empresarial y sindical de 63 días, que paralizó la vital industria petrolera, de diciembre de 2002 a febrero de este año.
En mayo, al cabo de siete meses de gestiones de César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos, el gobierno y la coalición opositora Coordinadora Democrática pactaron encauzar su disputa hacia una salida ”pacífica, democrática, constitucional y electoral”.
La Constitución de 1999 estableció que el mandato de toda autoridad electiva puede revocarse una vez que ha transcurrido su mitad, si se cumplen una serie de requisitos.
La solicitud de referendo debe contar con apoyo de por lo menos 20 por ciento de los habilitados para votar, y luego los sufragios por la remoción deben superar los que recibió el funcionario cuando fue elegido.
Por lo tanto, serían necesarios 2,4 millones de firmas en apoyo de la realización del referendo, y luego el voto de más de 3.757.763 personas para que Chávez deba dejar el gobierno.
Si eso ocurriera antes de agosto de 2004, habría que elegir a otro presidente para el resto del mandato, pero si la revocación se produjera después de esa fecha, asumiría el vicepresidente, cuyo nombramiento es una potestad presidencial.
La oposición recogió desde enero millones de firmas para tres iniciativas que buscaban desalojar a Chávez del poder: el referendo revocatorio, una enmienda de la Constitución que acortara su mandato y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Ahora Coordinadora Democrática quiere que el Poder Electoral verifique las firmas en un plazo de 30 días y convoque al referendo para dos meses después, a fin de que se efectúe la consulta en noviembre o diciembre de este año.
Pero el proceso puede ser enrevesado, y altos funcionarios del gobierno y de las Fuerzas Armadas, así como expertos constitucionalistas, han pronosticado que la eventual consulta popular no podría realizarse antes del año próximo.
Si el referendo revocatorio se llevara a cabo entrado 2004, ”no hay forma de que no se mezcle con las elecciones regionales y municipales previstas para julio del año próximo, y quedaría relegado a un segundo plano”, dijo a corresponsales el analista opositor Teodoro Petkoff.
”Las firmas de febrero no son válidas. El encabezado de la planilla no es una solicitud sino una usurpación de las facultades del Consejo Electoral”, dijo a IPS el jurista opositor Jorge Olavarría, en referencia a que ese encabezado no pide al poder electoral que llame a referendo, sino que directamente proclama: ”Hemos decidido convocar a un referendo”.
Pero Corina Machado, de la organización Súmate y responsable de ese procedimiento, dijo a corresponsales extranjeros que ”las firmas son válidas, y si hubo algún defecto de forma, el Consejo Electoral puede subsanarlo”, amén de que, como proclama la oposición ”si el Consejo las rechaza, podemos recoger millones de rúbricas nuevamente”. Machado aseguró que se recogieron 3.236.000 firmas por el referendo revocatorio, y que al cotejarlas con los registros civil y electoral se comprobó que más de 2,7 millones de ellas son válidas.
Pero Chávez y otros dirigentes oficialistas alegan que, según sus informes, muchas firmas son ilegítimas, porque fueron falsificadas o transferidas en forma masiva desde los registros de clientes de empresas bancarias y de telefonía celular, por medios electrónicos y sin autorización de sus titulares.
Chávez dijo este miércoles en Buenos Aires que ”tiene pruebas” de que se realizó tal transferencia.
”Yo creo que la oposición habrá recogido en verdad un millón de firmas”, dijo a IPS el vicepresidente José Vicente Rangel.
Toda lo vinculado con el referendo será resuelto por un nuevo Consejo Electoral, de cinco miembros, que el Tribunal Supremo de Justicia se apresta a designar en cuestión de días, después que el parlamento, donde oficialistas y opositores tienen fuerzas casi parejas, no pudo reunir los dos tercios de votos requeridos para su designación.
”Este año no habrá referendo, pues sólo después de que el nuevo Consejo Electoral se juramente y dicte su reglamento podrá trabajar sobre las firmas y discutir la pregunta” que se hará al electorado, señaló a IPS el constitucionalista Carlos Escarrá.
La procuradora general (abogada del gobierno), Marisol Plaza, reiteró este miércoles su criterio de que ”las firmas no son válidas”, porque ”a partir de hoy es cuando se puede iniciar el proceso, y lo que la oposición hace es montar un show publicitario”.
El general Jorge García Carneiro, comandante del Ejército, previó en julio que ”este año no habrá referendo revocatorio”, con base en su experiencia de operaciones militares de apoyo a elecciones, una práctica habitual en Venezuela desde 1958.
Petkoff deploró que la Coordinadora Democrática haya presentado las firmas de febrero en vez de realizar una nueva recolección.
”Al oficialismo le bastará con presentar las dudas razonables expuestas incluso por figuras de oposición, como Olavarría, para iniciar impugnaciones que demoren el proceso”, comentó.
”Si el gobierno es malo, la oposición es peor”, deploró Olavarría. ”Por eso se fracasó en abril de 2002, se incurrió en el suicidio del llamado paro cívico (la huelga general), y si no hay referendo este año será por su culpa”.