TRABAJO-MEXICO: El reino de los informales

México se pinta cada vez más como el territorio de los vendedores ambulantes y de los ”changarros”, como le llaman en este país a las pequeñas empresas que se desempeñan en su mayoría en el sector informal de la economía.

Desde la llegada al gobierno de Vicente Fox en diciembre de 2000 han perdido su empleo unas 500.000 personas y la economía informal se nutrió de otros 900.000 trabajadores, para completar hoy una plantilla de casi 20 millones, el número más alto en la historia del país.

Sólo en julio se reportaron desocupadas 1,4 millones de 41 millones de personas que conforman la población económicamente activa de México, el salto mayor desde 1998, mientras que la cantidad de trabajadores del sector informal sube como espuma.

”Foxilandia”, como algunos observadores bautizaron el país de ”pleno empleo” que Fox prometiera construir durante su campaña electoral en 2000, es hoy una quimera para millones de personas.

Tres de cada cuatro puestos de trabajo creados durante el actual gobierno corresponden a la economía informal, aseguró Enrique Quintana, especialista del área económica y columnista de varios diarios del país.

Así, frente a los despidos y las escasas oportunidades que tienen en México en materia de trabajo, miles de personas buscan cada año un empleo en la economía informal o apelan a la otra salida que es emigrar a Estados Unidos.

Alrededor de 1.000 emigrantes logran ingresar cada día a Estados Unidos, donde ya viven 20 millones de mexicanos de ascendencia o nacimiento, mientras otros se suman a las filas de los vendedores ambulantes y de pequeños comercios que trabajan en la calle.

Aunque el desempleo se ubicó a fines de julio en sólo 3,53 por ciento, uno de los más bajos de América Latina, a nivel local ese nivel fue considerado grave.

”En los países que tienen alguna fórmula de seguro de desempleo o en las que el empleo informal es muy bajo, talvez la metodología para calcular el desempleo tenga sentido, pero en el caso de México está lejos de la realidad”, dijo Quintana.

En México se mide la desocupación con metodologías avaladas por la Organización Internacional del Trabajo, que consisten en encuestas a mayores de 12 años y toma como desempleado a quien en un lapso de una semana no trabajó ni una hora y asegura que busca realizar tareas remuneradas en relación de dependencia o por su cuenta.

Observadores, empresarios y políticos sostienen que el desempleo y el crecimiento exponencial de la informalidad revela graves problemas en la economía nacional.

Pero aún viene lo peor, advierten analistas. El desempleo no ha tocado fondo por el bajo crecimiento del país y es previsible que en los próximos meses aumente, comentó a IPS Alejandro Villagómez, director del departamento de Economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas.

La economía mexicana creció 6,9 por ciento en 2000, pero al año siguiente retrocedió 0,3 por ciento y en 2002 repuntó apenas 0,9 por ciento. El Banco de México (central) proyectó en enero un crecimiento para este año de tres por ciento, pero a fines de julio lo modificó a sólo dos por ciento.

En tanto, el estatal Instituto Mexicano del Seguro Social, al que por ley deben contribuir empleados y empleadores del sector formal de la economía, informó que en el primer semestre del año cerraron 13 empresas por día en promedio, que en su mayoría empleaban de una a 100 personas.

Gran parte de esos nuevos desempleados optaron por la venta de comida callejera, de juguetes, lápices, adornos, discos y una infinidad de productos, en su mayoría ingresados de contrabando al país o falsificados, en las calles de las principales ciudades mexicanas.

Fox, no obstante esos problemas, sostiene que la economía está en orden y llama a los desocupados a no desesperarse y a crear oportunidades precisamente en el sector ”no estructurado”, en referencia al informal, donde no existen prestaciones, seguro social ni obligación de hacer reportes al fisco.

El gobierno atribuye los problemas de empleo a la lenta recuperación de la economía del vecino Estados Unidos, con el que concentra 90 por ciento de su comercio, y destaca que, pese a ello, la inflación está a la baja, la moneda estable y los demás indicadores en orden.

Pronto habrá recuperación y el país caminará hacia un crecimiento económico mayor y volverá la creación de más empleos, afirma de forma periódica Fox, tras recriminar a los pesimistas que no creen en sus promesas.

”El presidente puede decir misa (cualquier cosa), pero ya no se le cree nada, pues está cada vez más difícil encontrar chamba (empleo) y lo único que queda es ponerse a vender en la calle o quizá robar”, señaló Arturo, un ex mensajero de oficina que hoy vende discos de música en calles céntricas de la capital.

La población económicamente activa, que se conforma con los trabajadores en actividad o aún en busca de ella y mayores de 12 años, crece en este país cada año a razón de un millón de personas, pero la oferta de empleo no llega ni a 40 por ciento de esa cifra.

Que los desempleados no desesperen, ”comprendemos plenamente su estado de ánimo (…), hay que buscar las oportunidades, búsquenlas”, declaró el 22 de este mes el secretario (ministro) del Trabajo, Carlos Abascal.

Apenas un mes antes, este funcionario había afirmado que el desempleo no era un problema grave en México.

Pero en realidad esos desocupados sí están desesperados. ”Presidente, présteme algo de dinero, que no tengo nada, ni para comer”, le pidió un desempleado a Fox cuando éste realizó días atrás una visita al puerto de Manzanillo, en la costa del océano Pacífico.

Ante esa solicitud y sonriente, el presidente respondió que no llevaba dinero por lo que respondió: ”ahí te lo debo”. Mientras, otros desempleados le gritaban a Fox que necesitan ayuda urgente, pues no tenían trabajo.

Todas las mañanas, decenas de personas se juntan en plazas del centro histórico de la capital mexicana y con carteles en mano ofrecen su trabajo en los más diversos oficios.

Allí fue que Arturo consiguió trabajo, cuando un distribuidor de discos de música pirata lo contactó para venderlos en la calle.

Los desempleados no deben tener vergüenza para buscar trabajo en el sector no estructurado o pedir un crédito al gobierno para desarrollar pequeños negocios, declaró Fox.

El gobierno de Fox, con hechos y palabras, impulsa la economía informal, lo cual es un peligro pues ese sector contradice las regulaciones emanadas de las instituciones del Estado, advirtió Miguel Vite, investigador del Colegio de México, de estudios internacionales y administrativos.

En la informalidad hay ausencia de autoridad, se producen desviaciones legales, los trabajadores no cuentan con derechos sociales y se fomenta la precariedad laboral, añadió el experto.

En ese sentido, dos grupos opuestos de vendedores ambulantes que se disputan las calles del centro histórico de México se enfrentaron a golpes y disparos el día 19, con el saldo de una personas muerta y varias heridas.

El gobierno debe corregir la marcha del país, pues lo está dirigiendo hacia su changarrización (lleno de informales), cuando lo que se requiere es empleo seguro, legal y con derechos laborales, indicó la Confederación Patronal de la República Mexicana.

Para facilitar la búsqueda de empleo formal, las autoridades desarrollaron el año pasado el programa ”chambatel”, un servicio de información telefónica al que pueden acudir desempleados para buscar plazas de trabajo, y ”chambanet”, un servicio similar pero a través de la red de computadoras Internet.

El primer servicio logró emplear hasta la fecha a cerca de 16.000 personas de las 222.000 que llamaron, mientras en chambanet hay 107.000 desempleados registrados, pero sólo 12.500 vacantes ofrecidas.

Al parecer, el gobierno no cuenta hoy con más respuesta al desempleo que apoyar a los changarros, señaló el economista Quintana.

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